Nos acercamos rápidamente a la fiesta más grande del año: la Navidad. Este evento es indiscutiblemente de origen pagano. El 25 de diciembre se usa tradicionalmente por los gentiles antiguos y modernos para adorar el “nacimiento” de su dios sol. Ahora nos gustaría presentar brevemente una prueba que muestra que Jesucristo definitivamente no nació el 25 de diciembre, sino en algún momento del otoño.
Hay mucha evidencia disponible sobre este tema; pero aún después que el polvo de la investigación profunda se haya despejado, la fecha exacta del nacimiento de Cristo todavía no aparece. ¡Uno se queda con la impresión de que Dios no quiere que la gente celebre tal ocasión!
Una prueba contundente para pensar que la época del nacimiento de Cristo ocurrió probablemente en otoño aparece en Lucas 2:8. Aquí vemos que las ovejas todavía estaban en el campo por la noche. Algunos eruditos sostienen que esto se refiere a las ovejas del templo, pero eso no es lo que dice esta escritura. Históricamente los inviernos eran más severos en la tierra de Palestina que en la actualidad, con frecuentes nevadas intensas. Los rebaños se mantenían tradicionalmente en diversas formas de refugios desde mediados de octubre hasta mediados de marzo.
El Clarke’s Commentary dice sobre este versículo: “Era costumbre entre los judíos enviar sus ovejas a los desiertos, cerca de la Pascua, y traerlas a casa al comienzo de la primera lluvia: durante el tiempo que estaban fuera, los pastores las vigilaban día y noche. Como la Pascua ocurría en primavera, y las primeras lluvias comenzaban a principios del mes de Marjeshvan, que corresponde a parte de nuestros meses de octubre y noviembre, encontramos que las ovejas se mantenían en el campo abierto durante todo el verano. Y como estos pastores aún no habían traído a casa sus rebaños, es un argumento presumible que octubre aún no había comenzado, y que, en consecuencia, nuestro Señor no nació el 25 de diciembre, cuando no había rebaños afuera en los campos; tampoco pudo haber nacido más tarde de septiembre, ya que los rebaños aún estaban en los campos por la noche. Por este mismo motivo, hay que renunciar a la idea de la natividad en diciembre. La alimentación de los rebaños por la noche en los campos es un hecho cronológico que arroja considerable luz sobre este punto controvertido. (…) La época en que nació Cristo ha sido considerada un tema de gran importancia entre los cristianos. Sin embargo, el asunto no ha sido considerado de importancia por Aquel que inspiró a los evangelistas, ya que no se deja caer ni una sola pista sobre el tema por el cual sea posible siquiera adivinar casi el tiempo, excepto el hecho cronológico mencionado anteriormente” (énfasis añadido).
Otra pieza del rompecabezas es el hecho de que Juan el Bautista era seis meses mayor que su primo Jesús (vea Lucas 1:26-27, 36). La evidencia bíblica nos dice que Juan fue concebido a mediados de junio y, por lo tanto, nació a fines de marzo. ¿Por qué? Porque Zacarías, el padre de Juan, estaba sirviendo en el templo durante la clase sacerdotal de Abías (mencionado en el Antiguo Testamento como Abijah; 1 Crónicas 24:10, vkj), cuando el ángel se le apareció para darle la gran noticia de la llegada de su hijo (Lucas 1:5). (Vale la pena un estudio de esto por sí mismo. Al secuenciar estos eventos, los sacerdotes servirían una clase común con los otros sacerdotes además de la suya durante las temporadas de los días santos). Agregue seis meses al nacimiento de Juan y el nacimiento de Jesús debió ocurrir a mediados de septiembre, o a lo más en algún momento de principios de otoño.
Otro apoyo a esta afirmación es que Jerusalén y los pueblos de los alrededores estaban muy llenos de visitantes en el momento en que nació Jesús: Sus padres tuvieron que refugiarse en un establo porque no había sitio en la posada. Los eruditos que no conocen (o no creen) en el plan maestro de Dios representado por Sus días santos anuales, atribuyen esta reunión masiva únicamente al propósito de recaudar impuestos después de la cosecha de otoño. Lo que les falta es que mucha gente llenaba Jerusalén en la época de los días santos de otoño. Estas fiestas de otoño tenían lugar en el séptimo mes del año sagrado (Levítico 23), que corresponde a nuestros meses de septiembre y octubre. Lucas 2:41 y Juan 7:1-10 muestran que era costumbre que los padres de Jesús viajaran de Nazaret a Jerusalén para esta reunión sagrada.
Estas son sólo algunas de las pruebas convincentes que muestran que Jesús nació en algún momento a principios de otoño, pero no en pleno invierno.