Cuando hice el entrenamiento básico en el programa naval rotc (Cuerpo de Entrenamiento de Oficiales de Reserva), mi grupo y yo estábamos destruidos después del primer día de ejercicios y entrenamiento. Al final del día, nuestro sargento de artillería nos regañó. “Qué vergüenza que vinieran al entrenamiento básico sabiendo cómo sería, y aun así llegaron aquí perezosos y gordos”. Recordando eso, me di cuenta de que esas palabras se aplican a mucho más que un entrenamiento militar. Ese sentimiento también se puede aplicar a aquellos que vienen al Armstrong College (AC). Algunos estudiantes postulan al colegio, sabiendo cómo será, y luego no están preparados cuando llegan. La mayoría de las veces pueden adaptarse, pero su primer semestre o año puede ser difícil. Para aquellos que vienen preparados les es mucho más fácil. Si quieres venir al AC, lee el resto de este artículo para saber cómo prepararte.
La primera ley del éxito es fijar la meta correcta. Pero la segunda ley es igual de importante. Sin esa segunda ley, lograr tus metas y cumplir tus sueños es mucho más difícil. Si prestas atención a tu educación, entonces es mucho más probable que cumplas tu objetivo, sea cual sea. Las dos leyes son mutuamente dependientes.
Debes fijar el objetivo de lograr una educación de calidad, ya sea en el AC o no. Herbert W. Armstrong solía decir que la salvación es educación. Tu educación es de suma importancia: afectará todo lo que hagas a partir de ahora. Ir al AC es una excelente manera de continuar tu educación. Realmente animo a tantos de ustedes como sea posible a que su meta sea venir al AC. Hay razones por las que no todos pueden venir, situaciones familiares, situaciones legales, salud, etcétera. Dios entiende esas razones. Si no puedes venir, aun puedes tener éxito, obtener educación, encontrar un buen trabajo, estar preparado para el matrimonio y la familia, y apoyar a la Obra de Dios. Pero para aquellos de ustedes que sí pueden, espero que elijan venir al AC. Creo firmemente que Dios te quiere aquí.
Seamos prácticos en esto. Dios es quien toma las decisiones finales sobre quién viene a Su colegio, pero ¿cómo haces tu parte para que Dios pueda traerte aquí?
Theodore Roosevelt dijo una vez: “Cree que puedes, y estás a mitad de camino”. No creas que esta meta es inalcanzable. Con esa mentalidad, ¡estás renunciando antes de comenzar! Por otro lado, puedes desear cosas, pero sólo desearlo no hará que suceda. Ojalá pudiera ir al AC. Desearía poder estar más en forma o ser más inteligente. Esos son buenos objetivos, pero en algún momento tienes que tomar acción. ¿Qué necesitas hacer para ponerte en la posición en la que Dios pueda llevarte a Su colegio? La respuesta se encuentra en Eclesiastés 9:10: “Todo lo que te viniere a la mano para hacer, hazlo según tus fuerzas; porque en el Seol, adonde vas, no hay obra, ni trabajo, ni ciencia, ni sabiduría”.
1. Lucha contra Satanás, la sociedad y el yo
La forma número uno para prepararse para el AC es aprender a luchar con todas tus fuerzas. Si estableces la meta, ¡entonces ve por ella con todo lo que tienes! ¡Lucha por ella! Si miras la historia y la profecía bíblica, ves que los que no tienen éxito son los que dejan que el fuego se apague. Pueden comenzar con mucho entusiasmo, pero no toman las medidas necesarias para mantener el fuego encendido. No lo están alimentando con el combustible para mantenerlo encendido.
La diferencia entre que algo sea un pensamiento o que sea una meta es cuán entusiasmado estás por ello. Si algo es verdaderamente una meta, ¡entonces puedes conquistar todos los obstáculos que Satanás pone en tu camino! Estarás dispuesto a luchar contra cualquier fuerza que te impida alcanzar tu meta, ya sea dinero, presión de los compañeros o cualquier otra cosa.
Hay algunas aéreas de tu carácter que debes abordar antes de poder continuar tu educación en el AC o cualquier otra aventura en la vida. Hay requisitos para venir al AC para los que debes empezar a prepararte ahora. Si tienes dificultades en las siguientes áreas, comienza a luchar para superarlas ahora.
2. Ora
La forma número dos para prepararte para el AC es orar. Ese es el punto más importante. Es fácil de olvidar. Ahora es el momento de comenzar a mejorar una amistad con Dios, más que sólo una relación casual.
Tu Amigo promete ayudarte a hacer todas las cosas (Filipenses 4:13). “Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré” (Juan 14:13-14). Hay un gran poder en esta promesa. Dios siempre está dispuesto a ayudarnos, pero para recibir Su ayuda, nuestra amistad con Él debe ser sincera. No pueden ser sólo palabras soñolientas. Y como ocurre con todos los amigos, debes ser constante. Si estás cerca de alguien todo el tiempo, pero sólo le hablas una vez al mes, ¿es realmente un amigo? Tienes que darle un gran valor para que sea una amistad fuerte.
Hay muchos momentos en el día, antes de cualquier actividad, en los que necesitamos esa ayuda, y eso sin duda será cierto si asistes al Armstrong College. Adquiere el hábito de comunicarte con Dios todo el día, “sin cesar” (1 Tesalonicenses 5:17). Dios y Cristo aman escuchar de nosotros todo el día. La única forma en que tendrás éxito en el AC o en la vida es trayendo a Dios a cada detalle de tu vida diaria.
3. Salud
Tu salud debe de ser fuerte cuando vengas al colegio. Necesitas estar en forma. Necesitas tener hábitos alimenticios apropiados establecidos. Es fácil ser perezoso y comer comida chatarra. Esta es otra área en la que tienes que luchar para estar sano y fuerte. Aprende a hacer ejercicio. Si te cuesta dormir, esfuérzate hasta que estés cansado al final del día. Si no eres fuerte y saludable, el colegio es mucho más difícil. Si no puedes participar en las actividades debido a problemas de salud, te perderás una gran parte de la educación del AC.
Estas son algunas de las cosas que tendrás que hacer en el AC: completar 20 horas de trabajo cada semana, asistir a tres clases de Educación Física de 55 minutos cada semana, escribir varios trabajos, dar discursos, hacer tareas de dormitorio, asistir a todas las clases y terminar las tareas a tiempo, y asistir a los eventos formales especiales del colegio. Tendrás que gozar de buena salud para asegurarte de que todas esas cosas se hagan, sin mencionar las actividades “fuertemente recomendadas” como deportes, citas, trabajo voluntario, actividades con la comunidad, etcétera. Sabes qué esperar en el colegio. Si vienes con malos hábitos alimenticios, pereza y falta de ejercicio, ¡esa falta de preparación le demuestra a Dios lo poco que te importa estar aquí! Aborda estos problemas de carácter ahora. De esa manera puedes venir aquí y concentrarte en lo espiritual sin tener que superar primero los obstáculos físicos.
4. Intelecto
Se espera que los estudiantes del Armstrong College sean buenos estudiantes académicamente. Uno de los objetivos educativos del AC es “desarrollar una mente sana, pensar con sensatez, claridad e independencia y, en última instancia, ser guiado por el Espíritu de Dios”. Puedes comenzar ese proceso ahora aplicándote en tus estudios, lo que le dará a Dios algo con lo que trabajar cuando llegues. Debes ser bueno en todas las materias. Es fácil decir: “No me gustan las matemáticas”, o “nunca he sido bueno para memorizar”. Todos tienen fortalezas y debilidades, obviamente, pero lucha para mejorar en esas áreas. ¡Llévalo a Dios y aprende a abrirte camino a través de cualquier tema! Dios espera que nos sepamos conducir. Él espera que vengas aquí listo. Trata de tener un nivel de orgullo en tu inteligencia de acuerdo a Dios. ¡Nunca te jactes ni tampoco aceptes un bajo nivel de inteligencia!
Habrán muchas asignaciones de lectura en el AC. Deberás poder realizar al menos operaciones matemáticas simples. Tendrás que poder escribir documentos. Necesitarás poder recordar hechos y escrituras. Es un trabajo duro, pero se espera trabajo duro en el colegio de Dios, y en cualquier lugar al que vayas después.
Dios quiere estudiantes dinámicos en Su colegio. Encyclopedia.com define dinámico como “un proceso o sistema caracterizado por un cambio constante; actividad o progreso; (de una persona) positiva en actitud y llena de energía e ideas nuevas”. Aquellos que son dinámicos, aquellos que son positivos y están llenos de energía e ideas nuevas, son a los que mejor les va en el AC. Si quieres ser desafiado, ¡este es el colegio para ti!
Otras áreas para considerar
Otras formas en que puedes prepararte para el AC son desarrollando tus talentos y ampliando tus intereses. Quizás tengas talento para el arte, los idiomas extranjeros, el canto o las computadoras. Dios puede encontrar maneras especiales de ayudarte a usar esos talentos en Su Obra.
Prepárate para la vida social de los compañeros de clase y de cuarto. Una excelente manera de hacerlo es fortaleciendo tus habilidades de conversación en los servicios y con tu familia. Piensa en tu ética de trabajo en tus tareas o en tu empleo. Desarrolla tus habilidades artísticas, ya sea en danza, música, fotografía, diseño gráfico, etcétera. Cualesquiera que sean esos talentos y bendiciones, Dios los necesita en Su Obra, ¡por eso te los dio! Dios espera que desarrollemos esos talentos e intereses. No todos podemos tocar instrumentos musicales. No todos bailamos. Pero Dios no quiere que todos seamos iguales. Sea cual sea el talento que tengas, ¡hazlo con todas tus fuerzas!
“Entonces os volveréis, y discerniréis la diferencia entre el justo y el malo, entre el que sirve a Dios y el que no le sirve” (Malaquías 3:18). ¿Estamos sirviendo a Dios? ¿Nos estamos volviendo más dinámicos? Dios viene a tomar en cuenta y recompensar como corresponde. Dios quiere que todos ayuden a servir a la Obra. Él quiere que tú lo hagas.
Recuerda Eclesiastés 9:10. Si el Armstrong College es tu meta, actúa en consecuencia con todas tus fuerzas. ¡Así es como te preparas para el colegio de Dios! Dios ama el trabajo duro, sin importar en qué estemos trabajando: vida de oración, dieta, actividades extracurriculares. Sea lo que sea, trabaja duro en ello.
Sé entusiasta. Sé dinámico. Lucha. Trabaja para venir al colegio de Dios. Pídele a Dios que haga milagros en tu vida. Ven al colegio con una mentalidad dinámica, porque el AC es absolutamente dinámico. Si deseas asistir al Armstrong College, ya sea en unos pocos meses o en unos años, prepárate ahora para hacer que sean los mejores dos o cuatro años posibles. ¡Comienza hoy!