La Fiesta de los Tabernáculos de Dios es una visión del Mundo de Mañana, un tiempo cuando todo el mal que hay en esta era presente será barrido y reemplazado por paz, alegría y abundancia bajo el gobierno de Dios. Cristo gobernará desde Jerusalén, y la Tierra estará llena del conocimiento de Dios como las aguas cubren el mar (Isaías 11:9).
En una era peligrosa, tenemos que mantener esta visión en nuestras mentes. Las profecías de la Biblia nos muestran por qué nuestro mundo tiene tantos problemas; y lo que tiene que suceder antes de que llegue ese glorioso mundo futuro.
El libro de Oseas es profecía viviente para nuestros días. Se centra en tres naciones modernas de Israel y, más específicamente, en la propia Iglesia de Dios en este tiempo del fin. Dios pone a las personas en la Iglesia primero, y así es como deben ser las cosas. El profeta Oseas nos advierte sobre las consecuencias del adulterio espiritual, la rebelión nacional y de poner la confianza donde no debemos. También muestra la esperanza de restauración para todos los que se arrepienten. Su mensaje es uno de advertencia y de esperanza, de parte de Dios para Su pueblo.
Para nuestros días
Antiguamente Oseas fue contemporáneo de Amós. Eso es interesante porque sabemos que las profecías de Amós son para nuestro tiempo (solicite El león ha rugido para saber más). Por ejemplo, hay un Amós, un Jeroboam y un Amasías modernos (Amós 7). El pueblo de Israel está siendo advertido nuevamente por la profecía de Amós.
Se puede decir lo mismo sobre Oseas. Su profecía comienza así: “Palabra de [el Eterno] que vino a Oseas hijo de Beeri, en días de Uzías, Jotam, Acaz y Ezequías, reyes de Judá, y en días de Jeroboam hijo de Joás, rey de Israel” (Oseas 1:1). Así que esta profecía también se aplica al tiempo del rey Jeroboam ii, y como he dicho durante años ese papel está siendo cumplido hoy por Donald Trump, el presidente de Estados Unidos.
Una referencia sobre Oseas de la Biblia de estudio con palabras clave hebreo-griego: KJV dice: “Oseas comenzó a profetizar al final de un período de prosperidad material bajo el rey Jeroboam ii de Israel (2 Reyes 14:23-27). Sin embargo y desafortunadamente, durante la mayor parte de la vida de Oseas la gente estaba espiritualmente en quiebra. Sus líderes les permitieron practicar la idolatría (2 Reyes 15:35; 2 Crónicas 27:2) y cometer ‘fornicación’ espiritual contra el Eterno (Oseas 1:2; 2:8; 4:12-15)”.
“Se negaron a reconocer que Dios les había proporcionado la riqueza que poseían (Oseas 2:8). De hecho, atribuían su prosperidad a los ídolos (Oseas 2:5; 10:1). La gente se había vuelto codiciosa y avara, oprimiendo a los que menos podían defenderse (Oseas 4:2; 10:13; 12:6-8)”. Estaban ciegos al hecho de que su fuerza nacional estaba a punto de colapsar.
El reino de Israel era sólo un tipo de lo que está sucediendo hoy en tres naciones modernas descendientes de Israel: Estados Unidos (Manasés), Gran Bretaña (Efraín) y el Estado judío en Oriente Medio (llamado Israel). (Para comprobar estas identidades nacionales, solicite nuestro libro gratuito Estados Unidos y Gran Bretaña en profecía). Estas naciones han recibido bendiciones como ninguna otra en la historia; vastos recursos, dominio estratégico y libertades sin precedentes. Sin embargo, se han alejado del Dios que les dio todo.
Oseas advierte que sus pecados traerán el peor sufrimiento en la historia humana. Al igual que Oseas, debemos difundir este mensaje y hacer todo lo posible para dar a las personas toda oportunidad de volverse hacia Dios.
2 Reyes 14:26-27 muestra que hubo un esfuerzo por borrar el nombre de Israel, ¡el cual representa el plan de salvación de Dios! Eso es lo más malvado que puede haber. Satanás quiere borrar el gran plan de Dios, y trabaja a través de hombres para hacerlo, como lo ha hecho en este tiempo del fin.
La profecía de Oseas nos recuerda que Satanás está haciendo todo lo posible para borrar el nombre de Israel, ¡para siempre! Y nosotros estamos luchando por preservar ese nombre; para que lo vean para siempre, les guste o no.
Adulterio espiritual
Continuando con el libro de referencia: “A pesar del castigo que Dios prometió traer sobre ellos (Oseas 5, 9, 10), hay una fuerte actitud de esperanza que es evidente a lo largo del libro. Así como Oseas recuperó a su esposa infiel, Israel será redimido por Dios en los últimos días (Oseas 1:10-11; 2:14-23; 3:4-5; 11:10-11; 14:4-7)” (énfasis mío).
Esto es crucial porque, ¿quién es la esposa de Cristo hoy? Es la verdadera Iglesia de Dios (Apocalipsis 19:7).
Oseas 1:2 contiene el tema central de su libro: “La tierra fornica apartándose de [el Eterno]”. Dios se había casado con Israel, pero ella quebrantó ese pacto cometiendo adulterio espiritual. Hoy Dios está casado con Su Iglesia y la advertencia es la misma. Debemos permanecer fieles a nuestro Esposo, Jesucristo, ¡o enfrentaremos graves consecuencias!
La profecía de Oseas impacta primero a la Iglesia de Dios. El juicio comienza por la casa de Dios (1 Pedro 4:17). Antes de castigar a las naciones, Dios se dirige primero a Su propio pueblo. El mensaje de Oseas está dirigido directamente a nosotros. Oseas 3:5 indica que es para “el fin de los días”. Necesitamos entender esto porque se refiere específicamente a la Iglesia de Dios de Filadelfia (idf), y también a otras dos Iglesias que son laodicenas. Él describe una gran fornicación aquí, para mostrarnos lo que el resto del pueblo de Dios está haciendo y cómo está actuando. Ellos son la Esposa del gran Dios todopoderoso; ¡y están actuando como una prostituta!
Dios mandó al profeta Oseas a casarse con “una mujer fornicaria”; una mujer llamada Gomer (Oseas 1:2). Ese matrimonio fue una parábola de la relación de Dios con Su pueblo. Oseas, que representa a Cristo, entró en un pacto con una mujer que lo traicionaría una y otra vez. Gomer representa a la Iglesia en este tiempo final que “dio a luz” tres grupos principales: el remanente fiel (la idf) y los dos grandes grupos laodicenos que se separaron después de la muerte de Herbert W. Armstrong.
Dios dio a Su pueblo Su verdad, Su Espíritu y el llamado más exaltado en el universo: el de convertirse en la Esposa de Cristo. Sin embargo, muchos han elegido cometer adulterio espiritual uniéndose con doctrinas falsas, falsos maestros y caminos de este mundo. Al igual que Gomer, dejan a su Esposo para juntarse con amantes que no pueden proporcionar lo que Él ofrece.
“Fue, pues, y tomó a Gomer hija de Diblaim, la cual concibió y le dio a luz un hijo. Y le dijo [el Eterno]: Ponle por nombre Jezreel; porque de aquí a poco yo castigaré a la casa de Jehú por causa de la sangre de Jezreel, y haré cesar el reino de la casa de Israel” (versículos 3-4).
Jezreel, el primer hijo que tuvo Gomer, era hijo de Oseas. Jezreel significa “Dios siembra”. Esto nos recuerda que Dios planta Su mensaje en el mundo a través de Sus siervos elegidos. Este niño representa a la idf que publica el mensaje de advertencia de Dios para que las naciones tengan toda oportunidad de arrepentirse antes de que llegue la calamidad.
“El día de Jezreel será grande” (versículo 11). Dios realmente ama a Su pueblo. Y aunque somos pocos, ¡Dios nos empodera para hacer una gran Obra! “En aquel tiempo responderé, dice [el Eterno], yo responderé a los cielos, y ellos responderán a la tierra. Y la tierra responderá al trigo, al vino y al aceite, y ellos responderán a Jezreel” (Oseas 2:21-22). Pronto toda la Tierra escuchará el mensaje de Jezreel: ¡nuestra obra! Se van a quedar asombrados con lo que estamos enseñando y de todo lo que se está desarrollando en este corto período de tiempo en la última era de la Iglesia de Dios. Debemos entregar este mensaje hoy; esa es nuestra obligación.
Dos hijos ilegítimos
Los siguientes dos hijos que tuvo Gomer —una hija llamada Lo-ruhama (Oseas 1:6) y un hijo llamado Lo-ammi (versículo 9)— eran ilegítimos. Oseas no era el padre de ninguno de ellos. ¡Esta esposa fue infiel a su esposo piadoso!
Esto nos muestra cómo es la traición desde la perspectiva de Dios. ¡El adulterio espiritual es traición contra el Dios que dio todo por nosotros! Cuando la Iglesia se aleja de su Esposo y busca satisfacción en el mundo o en la religión falsa, ¡está siendo traicionera como Gomer!
Los dos hijos ilegítimos de Gomer representan a dos grandes grupos laodicenos: la Iglesia de Dios Unida y la Iglesia de Dios Viviente.
El nombre de la primera, Lo-ruhama, significa “sin misericordia”. Cuando las personas persisten en la rebelión a pesar de las repetidas advertencias, Dios retira Su protección. No tener más la misericordia de Dios ¡es una situación terrible! ¡Nosotros vivimos teniendo esa misericordia con nosotros continuamente! Pero esa Iglesia no la tiene.
El segundo hijo se llama Lo-ammi, que significa “no pueblo mío”. Esta es una imagen desagradable y despreciable del pueblo de Dios, y muestra ¡cuán devastado está Dios cuando un pueblo que tenía el Espíritu de Dios se vuelve en Su contra!
Aquí hubo una tragedia espantosa que Dios quiere remediar. ¡Pero Él aún está haciendo todo lo posible por esos laodicenos porque son Su Esposa!
Dios promete que los que se arrepientan serán nuevamente llamados los “hijos del Dios viviente” (versículo 10). Esos son los laodicenos que se arrepienten en la Gran Tribulación. Pasarán de que Dios les diga: “Vosotros no sois pueblo mío”, a “Vosotros sois mi pueblo; ¡sois hijos del Dios viviente!”. ¡Él ama a ese pueblo! Perderán sus posiciones en la sede, pero Dios aún está emocionado de traerlos a Su Familia.
El versículo 11 apunta hacia un tiempo cuando “se congregarán los hijos de Judá y de Israel, y nombrarán un solo jefe…”. Ese “Jefe” es Jesucristo gobernando sobre un Israel reunificado en el Milenio.
Cristo redime a Su Esposa
Incluso después de las repetidas traiciones de Gomer, a Oseas se le ordenó comprarla de nuevo (Oseas 3:1-2). De la misma manera Cristo redimirá a Su Esposa rebelde. Dios no ha renunciado a Su pueblo.
Dios dice que quitará las falsas seguridades y los placeres si estos se interponen entre Su pueblo y Él. Dice: “… rodearé de espinos su camino” para impedirles seguir caminos destructivos (Oseas 2:6). En el versículo 11 Dios advierte: “Haré cesar todo su gozo, sus fiestas, sus nuevas lunas y sus días de reposo, y todas sus festividades”. Los laodicenos están celebrando los días santos pero aún están en rebeldía. Dios está quitando todo el gozo de su adoración falsa.
¡Venimos a la Fiesta para construir más y más gozo en lo que Dios nos está dando! Debería llenarnos de gozo genuino, ¡el mismo gozo de Cristo!
Los versículos 12-13 muestran más castigos que Dios traerá sobre los laodicenos para alejarlos de sus dioses falsos. “Pero he aquí que yo la atraeré y la llevaré al desierto, y hablaré a su corazón” (versículo 14). ¡Él realmente quiere hacerlos cambiar, restaurarles su gozo y renovar el pacto matrimonial!
En el versículo 15, Dios habla de darle a Su Esposa arrepentida “el valle de Acor por puerta de esperanza”, convirtiendo un lugar de problemas en el comienzo de la restauración. Ella cantará nuevamente “como en los tiempos de su juventud”, recordando el gozo que tuvo cuando entró por primera vez en ese pacto matrimonial. Malaquías 2:14 les recuerda a los laodicenos de “la mujer de tu juventud”, hablando de la Iglesia bajo Herbert W. Armstrong. “Como en el día de su subida de la tierra de Egipto” (Oseas 2:15) se refiere a cómo Dios sacó a Su pueblo de este mundo.
Dios promete romper el arco y poner fin a toda guerra, para hacer que Su pueblo pueda “dormir seguro”. Luego dice: “Y te desposaré conmigo para siempre; te desposaré conmigo en justicia, juicio, benignidad y misericordia. Y te desposaré conmigo en fidelidad, y conocerás a [el Eterno]” (versículos 19-20). ¡Él dice esto tres veces en dos versículos! ¡Qué gran promesa! Incluso para aquellos que han sido infieles, el amor de Dios por Su Esposa es intenso e inquebrantable. ¡Él hará todo lo posible por recuperarla!
El matrimonio sucederá. ¡La única pregunta es si estaremos allí o no! Cristo no compartirá Su trono con una Esposa infiel. Pero aquellos que se han preparado, ¡realmente se van a casar con Cristo! (Apocalipsis 19:7). ¡Y nos sentaremos a Su lado en el trono de David para siempre!
¿Es este matrimonio real para usted? ¡Es lo único que es real en este mundo loco lleno de falsedad!
“Y la sembraré para mí en la tierra, y tendré misericordia de Lo-ruhama; y diré a Lo-ammi: Tú eres pueblo mío, y él dirá: Dios mío” (Oseas 2:23). Esa es una conclusión maravillosa para los laodicenos.
Note aquí que Dios nunca dice nada sobre el 50% que nunca se arrepiente y pierde su salvación. Él simplemente se regocija por aquellos que sí se arrepienten. Sin duda es doloroso para Dios perderlos, pero ¿qué puede hacer? Él debe asegurarse de cuidar al resto de la Familia.
¡Lamentablemente, Satanás logró “borrar el nombre de Israel” con el 50% de los laodicenos! Puede perderse fácilmente pero no debería. ¡Dios nos empodera y nos ayuda de todas las formas posibles porque ama a Su Familia! Pero Él puede trabajar sólo con aquellos que le obedecen.
La advertencia no podría ser más seria: ¡El adulterio espiritual puede llevar a la pérdida de todo para siempre! ¡No debemos tomar a la ligera nuestro llamado!
¡Suene la trompeta!
Los mismos pecados que hicieron caer al antiguo Israel (arrogancia, idolatría, confianza en alianzas humanas y no en Dios) hoy están llevando a nuestras naciones hacia el desastre.
“La soberbia de Israel le desmentirá en su cara; Israel y Efraín tropezarán en su pecado, y Judá tropezará también con ellos” (Oseas 5:5). Estas tres naciones de Israel, EE UU, Gran Bretaña y el Estado judío, caerán juntas. Hoy vemos muchos factores que conducen a ese resultado. Esa profecía es real y está en proceso de cumplirse, a menos que escuchen nuestro mensaje y se arrepientan. Esa es su única esperanza.
“Con sus ovejas y con sus vacas andarán buscando a [el Eterno], y no le hallarán; se apartó de ellos. Contra [el Eterno] prevaricaron, porque han engendrado hijos extraños; ahora en un solo mes serán consumidos ellos y sus heredades” (versículos 6-7). ¡Eso atraerá su atención, de eso puede estar seguro! Ya está en proceso.
Esto es lo que Dios quiere que hagamos: “Tocad bocina en Gabaa, trompeta en Ramá: sonad alarma en Bet-avén; tiembla, oh Benjamín” (versículo 8). ¡Nosotros debemos difundir el mensaje! “Pon a tu boca trompeta”, ordena Dios en Oseas 8:1. Tenemos un mensaje que entregar a este mundo. Esto requiere apoyo y dedicación fervientes de todo el pueblo de Dios. ¡Esa es la única manera en que podemos terminar este trabajo! Dios lo realizará a través de nosotros si hacemos nuestra parte.
“Efraín será asolado en el día del castigo; en las tribus de Israel hice conocer la verdad [lo que sin duda sucederá, versión King James]” (Oseas 5:9). ¡Estas profecías son reales y sin duda se cumplirán! Son revelaciones directamente de Dios a Su pueblo para que podamos proclamarlas al mundo. ¡Debemos sonar la trompeta y clamar en voz alta para ayudar a la gente a entrar en razón y dejar de construir sus vidas alrededor de la futilidad!
La herida de Judá
Estas naciones modernas de Israel tienen que saber sobre el castigo que se avecina. “Los príncipes de Judá fueron como los que traspasan los linderos; derramaré sobre ellos como agua mi ira. Efraín es vejado, quebrantado en juicio, porque quiso andar en pos de vanidades. Yo, pues, seré como polilla a Efraín, y como carcoma a la casa de Judá” (Oseas 5:10-12).
El siguiente versículo dice: “Y verá Efraín su enfermedad, y Judá su llaga; irá entonces Efraín a Asiria, y enviará al rey Jareb; mas él no os podrá sanar, ni os curará la llaga” (versículo 13). La “llaga” de Judá es una falla fatal en la política nacional: ¡es el llamado proceso de paz que ha llevado a Israel a negociar con personas que han jurado destruirlo! Esa política ha traído mucha sangre a Judá y muchos resultados negativos para Efraín e incluso para Manasés.
El 25 de julio de 2024, Melanie Phillips escribió: “Israel, en consecuencia, se ajustó a la ortodoxia del ‘proceso de paz’ que le exigía negociar con genocidas, creyendo que estos no representaban a la mayoría del mundo árabe y musulmán, quienes sólo quieren empleos y seguridad. Esta fantasía se institucionalizó mediante los Acuerdos de Oslo de 1993, que crearon estructuras diseñadas para llegar a un Estado palestino y a una ‘solución de dos Estados” (jns.org). ¡Un plan de paz así es una locura! Piensan que todo lo que necesitan es una solución de dos Estados, ¡pero los árabes la han rechazado tres veces! Y si se tienen dos Estados, uno será para los judíos, ¡y el otro para Hamás! ¡Eso conducirá a una violencia similar a la del 7 de octubre para siempre! Dos Estados no es la solución. EE UU piensa que sí; Gran Bretaña piensa que sí. ¡Pero esa es la llaga de Judá!
“Israel ha pagado con sangre este terrible error”, continuó Phillips. “Desde 1994 hasta hoy, los árabes palestinos han asesinado a más del triple de israelíes que desde la creación del Estado de Israel en 1948 hasta la firma de los Acuerdos de Oslo en 1993.
La lección que se ha aprendido de forma tan dolorosa desde el 7 de octubre es que Israel nunca podrá alcanzar la seguridad por medios diplomáticos”.
¡Melanie Phillips sabe qué es la llaga de Judá! Al parecer, simplemente no cree en la profecía de Oseas 5:13.
Ella concluyó escribiendo: “Esta postura predeterminada del liberalismo occidental ha resultado en el asesinato de miles de israelíes y está exponiendo a Occidente a un peligro existencial”. Sí, es un estilo de vida. Siguen luchando y tratando de vendar la llaga de Judá.
Al final, cuando todo falle, Gran Bretaña y Judá modernas buscarán seguridad en potencias extranjeras, en particular, ¡en Alemania, de entre todas las naciones! ¡Pueden confiar en Alemania, pero no pueden confiar en Dios! Si confiaran en Dios, ¡todo sería mucho más fácil!
¡Debemos confiar en Dios! Confíen en todas y cada una de Sus palabras, ¡y recibirán todo tipo de bendiciones! ¡Toda palabra proclamada por la boca de Dios debe cumplirse! La Biblia es Cristo en forma impresa. Él y el Padre son uno.
Europa (particularmente Alemania) se está posicionando para jugar un papel decisivo en Oriente Medio. Están reforzando discretamente puntos estratégicos como Chipre, miembro de la Unión Europea situado a sólo unos minutos en avión de Israel. (Puede leer sobre eso en mi artículo de enero de 2024 de la Trompeta “Mientras vigila a Gaza, vigile a Alemania”, laTrompeta.es/1/ngv1i). El Salmo 83 predice una alianza sin precedentes de los Estados árabes con Alemania, con el propósito de “cortar” el nombre de Israel para siempre. Los acontecimientos en la región ya se están moviendo en esa dirección.
Dios está permitiendo que potencias hostiles cobren fuerza como instrumento de corrección para Su pueblo. En el tiempo de Oseas, Israel buscó ayuda de Asiria pero al final fue destruido por ella. ¡Las naciones israelitas modernas están cometiendo el mismo error! Aprenderán, de la manera más dolorosa, que no hay seguridad duradera aparte de Dios.
“Porque yo seré como león a Efraín, y como cachorro de león a la casa de Judá; yo, yo arrebataré, y me iré; tomaré, y no habrá quien liberte. Andaré y volveré a mi lugar, hasta que reconozcan su pecado y busquen mi rostro. En su angustia me buscarán” (Oseas 5:14-15). ¡Esa es una noticia maravillosa respecto a Efraín y Judá! Después de la corrección viene el arrepentimiento.
“Venid y volvamos a [el Eterno]: porque él arrebató, y nos curará; hirió, y nos vendará” (Oseas 6:1). ¡Él nos sanará! Esa es una actitud maravillosa. Pueden ver que se han apartado de Dios y que Él los está castigando. ¡Y llegan a entender que Dios nos sanará si simplemente acudimos a Él y no a los hombres!
“Nos dará vida después de dos días; en el tercer día nos resucitará, y viviremos delante de él” (versículo 2). ¡Qué maravillosa conclusión para Oseas 5:5! Dios los bendecirá inimaginablemente.
La gloriosa visión de Oseas
Oseas concluye con algunos de los versículos más esperanzadores de toda la profecía. Después de varios capítulos de advertencia, juicio y corrección, Dios declara Su intención de sanar, restaurar y bendecir a Su pueblo más allá de lo que nunca antes hayan conocido.
“Yo sanaré su rebelión, los amaré de pura gracia; porque mi ira se apartó de ellos. Yo seré a Israel como rocío; él florecerá como lirio, y extenderá sus raíces como el Líbano” (Oseas 14:4-5). Dios promete refrescar a Su pueblo como el rocío de la mañana, y hacerlos florecer como el lirio. ¡Va a hacer que el Líbano sea hermoso una vez más! Antes solía ser un paraíso, ¡pero el hombre lo ha bombardeado hasta la muerte! La mayor parte de ese Estado es un montón de escombros. Dios no lo ha olvidado.
Dios dará a estos pueblos la fuerza y la belleza del olivo, y restaurará la fragancia y la abundancia de Líbano (versículos 6-7). Los que antes perseguían ídolos dirán: “¿Qué más tendré ya con los ídolos?” (versículo 8). Estas naciones serán reconciliadas con Dios y prosperarán bajo Su gobierno.
Esta es la imagen de la Fiesta de los Tabernáculos: un mundo en paz, sanado de siglos de rebelión, gobernado por la ley de Dios desde Jerusalén. La maldición será levantada. El conocimiento de Dios cubrirá la Tierra como las aguas cubren el mar. Las ruinas serán reconstruidas en jardines. Antiguos enemigos vivirán juntos en armonía. La guerra será un vestigio del pasado.
El maravilloso Mundo del Mañana no es un sueño, ¡es el resultado seguro del plan de Dios! Y la profecía de Oseas muestra cómo llegamos allí: por medio de la advertencia, la corrección, el arrepentimiento y la restauración. Es una visión a la que debemos aferrarnos, especialmente a medida que el mundo se sumerge más en el caos.
“¿Quién es sabio para que entienda esto, y prudente para que lo sepa? Porque los caminos de [el Eterno] son rectos, y los justos andarán por ellos; mas los rebeldes caerán en ellos” (versículo 9). Los sabios harán caso de la advertencia, abrazarán la esperanza y caminarán en los caminos de Dios. Ese es el camino hacia la vida, ahora y para siempre.
Mientras celebramos la Fiesta, veamos más allá de los problemas de esta era presente hacia el gran día de Jezreel, cuando la Esposa de Cristo reinará a Su lado y la Tierra finalmente estará en paz.