“Como estudiante de Armstrong College, es difícil encontrar tiempo para ver las noticias”, dije. Acababa de escuchar una poderosa clase sobre observar los acontecimientos mundiales. Sabía que tenía que mejorar en este aspecto, pero me sentía abrumado. Simplemente no parecía que tuviera tiempo. Mi instructor replicó: “Bueno, también es difícil eludir el mandato de Cristo de velar y orar”.
Eso me golpeó directamente entre los ojos.
Mantenerse al día con los acontecimientos mundiales puede ser una lucha. Si usted es como yo, quizá piense que no tiene tiempo. Quizá no le interese. Quizás la geopolítica le parezca complicada o desconcertante. Puede sentirse abrumado por la gran cantidad de medios de comunicación. Tal vez piense: Bueno, conozco el panorama general de la profecía. ¿Realmente necesito entrar en detalles? Carnalmente, es fácil buscar excusas para no ver las noticias.
Pero como dijo mi instructor, es difícil eludir una orden de Cristo.
En la profecía del Monte de los Olivos, Jesús dijo: “Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre” (Lucas 21:36). Esta fue una de las amonestaciones finales de Cristo. Al igual que diezmar o guardar el Sábado, estar atentos a los acontecimientos mundiales no es opcional.
Velar individualmente
Tal vez razonemos, Cristo le ordenó a la Iglesia en general que velara. Y mientras yo apoye la Obra, estoy haciendo mi parte. ¿Es eso lo que Cristo quiso decir? ¿Es velar una responsabilidad colectiva que se cumple a través de la Trompeta y La Llave de David?
El relato de Marcos sobre la profecía del Monte de los Olivos incluye una parábola que no se registra en los otros evangelios: “Es como el hombre que yéndose lejos, dejó su casa, y dio autoridad a sus siervos, y a cada uno su obra, y al portero mandó que velase” (Marcos 13:34). Aquí, cada sirviente tenía un trabajo diferente, tal vez cosas como la gestión de las finanzas, la preparación de la comida o el cuidado del ganado. El portero, o guardián de la puerta, recibió una tarea especial: velar por el regreso de su señor.
Cristo le ha dado a cada cristiano un trabajo único en la familia de Dios, (1 Corintios 12:18; Efesios 2:19). La mayoría cumplen funciones específicas en las congregaciones locales. Algunos son ministros. Algunos son empleados de la sede, y como el portero, ¡tienen como oficio “velar”! Analizan las noticias en busca de tendencias proféticas y señales de la venida de Cristo. Vigilar también es una parte importante del trabajo del pastor general Gerald Flurry.
Sin embargo, fíjese en las palabras de Cristo en Marcos 13:37: “Y lo que a vosotros digo, a todos lo digo:Velad”. El único trabajo del portero era velar, ¡pero Cristo ordenó a todos los demás sirvientes que velaran también!
Del mismo modo, todos los cristianos de hoy —no sólo la oficina de noticias de la Iglesia— deben estar atentos a los acontecimientos mundiales. Sí, la Trompeta es nuestra guía más valiosa de las noticias y debería ser la columna vertebral de nuestro seguimiento informativo. Pero no podemos esperar que sea la agencia de noticias la que vigile en lugar de nosotros. Como dice en Los cuatro jinetes del Apocalipsis: “Individualmente usted debe velar, o acabará en la Iglesia tibia y será atrapado en la Tribulación”.
No hay forma de evitarlo. “Velad, pues” es para todos nosotros. Pero ¿por qué?
¿Por qué ver las noticias?
¿Para qué sirve ver las noticias? ¿Es para convertirse en un conversador más impresionante? ¿Es para ganar debates? ¿Es para idear teorías sobre cómo Dios podría cumplir sus profecías?
El propósito principal de velar se encuentra en Lucas 21:36: “Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre”. Velamos para llegar a ser dignos. Dignos de escapar de la Gran Tribulación. Dignos de estar en pie delante de Cristo a Su regreso. ¿Su forma de ver las noticias lo hace más digno? Si es como yo, quizá no tanto como le gustaría.
Quizá la siguiente experiencia le resulte familiar: usted se entera de un acontecimiento noticioso reciente. A medida que aprende los detalles, se da cuenta de su significado profético. Aun así, no se siente muy impactado. ¿Qué me pasa?, piensa. ¿Por qué no estoy más emocionado? Repita esta experiencia con suficiente frecuencia y puede que se sienta inclinado a renunciar a ver las noticias.
La verdad es que ser impactado por los acontecimientos mundiales es difícil. La Concordancia de Strong dice que la palabra griega para “velad” en Lucas 21:36 significa “estar despierto, mantenerse despierto (…) ejercer una vigilancia constante…”. Significa permanecer despierto mediante “algún esfuerzo estimulante”, o un estado desprovisto de “cualquier influencia somnolienta o confusa”, protegiéndose contra “los avances del sueño o el desconcierto”. ¡Ser inspirado por las noticias requiere un esfuerzo estimulante!. No es ni natural ni fácil.
Afortunadamente, la Biblia proporciona muchas instrucciones sobre cómo observar.
Una vez más, el objetivo principal de observar es llegar a ser dignos. ¿Qué significa eso, en términos prácticos? Vamos a desglosarlo. Analizaremos cinco objetivos relacionados con la tarea de velar, junto con sugerencias prácticas para cumplirlos. Cada objetivo es un aspecto esencial de ser dignos. Para velar eficazmente, no es necesario seguir cada sugerencia, pero pueden generar ideas para desarrollar una estrategia personalizada para observar los eventos mundiales.
Objetivo 1: Fortalezca su vida de oración.
Jesús dijo: “Velad, pues, en todo tiempo orando…” (Lucas 21:36). Existe una poderosa relación entre velar y orar. No podemos orar eficazmente sin observar, y no podemos observar eficazmente sin orar. Son interdependientes.
Efesios 6:17-18 dice: “Y tomad (…) la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios; orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos”. Nota: Debemos orar todo el tiempo, y “con toda oración”, en otras palabras, con todos los diferentes tipos de oración. El esquema de la oración de Cristo en Mateo 6:9-13 incluye siete secciones o categorías de oración. “Toda oración” podría significar todas las siete categorías (vea el capítulo 4 de Cómo orar para más detalles). Orar en todo tiempo y con todo tipo de oración ¡es mucha oración! Para hacer eso, necesitamos una lista interminable de cosas por las que orar.
Ahí es donde entra en juego la segunda parte de Efesios 6:18: “y velando en ello”, que significa con este fin o con este objetivo en mente. Velar debe hacerse con el objetivo de orar siempre. Debemos estar atentos a las cosas por las que orar. Por supuesto, “velar” no se refiere sólo a las noticias; también podemos estar atentos a cosas por las cuales orar en nuestro compañerismo, estudio bíblico y en cada área de la vida. Sin embargo, “velando en ello” sin duda incluye las noticias. Como prueba, la palabra griega traducida “velando” en Efesios 6:18 es la misma que se utiliza en Marcos 13:33 y Lucas 21:36. Así que velar debe hacerse con el objetivo de orar. Velar debería ayudarnos a encontrar cosas por las que orar, en las siete secciones de la oración diaria.
Entremos en lo práctico. En el número de la Trompeta de mayo-junio de 2025, Joel Hilliker escribió un artículo titulado “La idiotez de los ataques a Tesla”. Expone la verdadera causa del terrorismo contra Tesla: Satanás ha estado manipulando emocionalmente a los atacantes. Mostró cómo los terroristas no admiten el error ni reconocen la corrupción gubernamental expuesta por el Departamento de Eficiencia Gubernamental. He aquí algunas ideas sobre cómo podría utilizar este artículo en la oración.
Lo primero en el esquema de la oración es “Santificado sea tu nombre”: alabar y dar gracias a Dios. Al empezar, podría dar gracias a Dios por el Espíritu de dominio propio (2 Timoteo 1:7), por su protección frente a la manipulación de Satanás. Podría alabar el control emocional de Dios, contrastándolo con nuestra tendencia a dejar que la emoción satánica gobierne. A continuación, mientras usted ora “venga tu reino”, podría imaginarse educando a estos vándalos en el Reino. Podría orar por el destierro de Satanás y por la ley y el orden perfecto de Dios. Durante el “Hágase tu voluntad”, podría orar sobre cómo los ataques contra Tesla podrían afectar a la Obra de Dios. ¿Sería posible que algunas de las víctimas estuvieran maduras para recibir la verdad de Dios? Puede orar para que la cobertura de la Trompeta llegue a un público más amplio. A continuación, mientras se enfoca en las necesidades de los demás con “El pan nuestro de cada día”, podría pensar en amigos o familiares que luchan por controlar sus emociones, pidiendo a Dios que les ayude a superar esta debilidad.
Durante la quinta sección, “Perdónanos nuestras deudas”, podría preguntar: ¿He demostrado recientemente inmadurez emocional? ¿He permitido que Satanás trabaje en mi mente? En realidad, todos tenemos la misma naturaleza humana que el delincuente desquiciado que pinta esvásticas con aerosol en los Cybertrucks. Sexto: “No nos dejes caer en la tentación, mas líbranos del [maligno]”, es su oportunidad para orar por la liberación. El mismo ser que incitó a esos vándalos lo está atacando a usted, a su familia, a la Iglesia de Dios y a todos los que conoce. Sólo Dios puede protegernos. Meditar sobre ello debería ayudarlo a clamar por protección. Por último, al cerrar su oración, podría volver a alabar y dar gracias a Dios por su poder, protección, perdón y control emocional.
Por lo tanto, una noticia puede inspirar toda una sesión de oración: ¡las siete secciones! Obviamente, con tantas cosas importantes por las que orar, puede que nunca necesitemos dedicar una hora a una noticia. Pero es posible. Ver las noticias amplía nuestra lista de oraciones y puede mejorar nuestras oraciones.
Lo contrario también es cierto: la oración mejora nuestra vigilancia. Colosenses 4:2 dice: “Perseverad en la oración, velandoen ella con acción de gracias”. ¡Podemos orar incluso mientras observamos! Al fin y al cabo, debemos orar sin cesar. Incluir a Dios en nuestra forma de ver las noticias lo hace mucho mas provechoso. Además, cuando oramos sobre los acontecimientos mundiales, el Espíritu Santo fluye y Dios puede inspirar nuestros pensamientos y entendimiento. Cuando se levante de sus rodillas, ¡puede que entienda mejor las noticias! Eso puede aumentar su interés por las noticias e inspirarlo a ver más. Velar mejora la oración; la oración mejora el velar. ¡Es un ciclo hermoso!
Objetivo 2: Fortalezca su comprensión de la verdad de Dios.
En el primer siglo, el apóstol Pablo advirtió a los ministros de Éfeso: “Porque yo sé que después de mi partida entrarán en medio de vosotros lobos rapaces, que no perdonarán al rebaño. Y de vosotros mismos se levantarán hombres que hablen cosas perversas para arrastrar tras sí a los discípulos” (Hechos 20:29-30). Esto sucedió: los cristianos de la era de Éfeso se alejaron. Y esta historia es un tipo de lo que ocurrió en nuestros días; la apostasía de Éfeso prefiguró la rebelión laodicena. La rebelión laodicena ya ha ocurrido, pero el engaño está lejos de terminar. A medida que nos acerquemos al regreso de Cristo, la confusión religiosa se intensificará (Apocalipsis 6:1-2; Mateo 24:4-5).
¿Cómo podemos prepararnos? Pablo dijo a los ministros: “Por tanto velad, acordándoos que por tres años, de noche y de día, no he cesado de amonestar…” (Hechos 20:31). Existe una conexión entre velary resistir el engaño. Observar los acontecimientos mundiales debería fortalecer nuestra comprensión de la verdad de Dios. Debería hacernos más fieles, más convencidos, más difíciles de engañar.
¿Cómo podemos lograr este objetivo en nuestra tarea de velar? En primer lugar, mientras observamos debemos establecer conexiones. Ojear las noticias sin pensar no cumple el espíritu de “velar y orar”. Tenemos que selah: detenernos y pensar. Hágalo mentalmente estimulante. ¿Cómo? Aquí tiene cinco ideas:
Primero, conecte las noticias con las advertencias pasadas de los apóstoles de Dios. Pablo amonestó: “Por tanto, velad, acordándoos que por tres años, de noche y de día, no he cesado de amonestar…” Velar y recordar van juntos. Herbert W. Armstrong y el Sr. Flurry han advertido durante décadas sobre tendencias como el militarismo alemán, la voluntad quebrantada de Estados Unidos, el islam radical, etcétera. Mientras vemos las noticias, podemos pensar: ¿Qué ha dicho el Sr. Flurry sobre esto? ¿Qué dijo el Sr. Armstrong? Intente recordar citas concretas, artículos o programas de televisión. Puede buscar esas cosas. Artículos de la Trompeta suelen hacer referencia acitas relevantes. No lea superficialmente. ¡Deténgase y piense! Dedique tiempo a apreciar la precisión de los profetas de Dios.
En segundo lugar, relacione las noticias con las Escrituras. Para los que están bien establecidos en la verdad de Dios, es relativamente fácil conectar los acontecimientos mundiales con las tendencias proféticas generales. Al ver un artículo sobre el gasto alemán en defensa, podríamos vincularlo con el creciente militarismo alemán. Pero intente ponerse a prueba: ¿Puede conectar ese acontecimiento con Escrituras concretas? Muchos pasajes profetizan el ascenso del militarismo alemán (p. ej., Isaías 10:5-6; Habacuc 1:6; Ezequiel 23). ¿Puede identificarlos y explicarlos? Al intentarlo, puede que se dé cuenta y piense: He oído esta profecía, pero no sé dónde está en la Biblia. Realmente no sé por qué lo creemos. Eso está bien: ha identificado un punto débil en su comprensión. Ahora puede profundizar. Abra su Biblia y busque literatura relevante de la Iglesia. Pruebe usted mismo la verdad (Hechos 17:11). A medida que lo haga, su comprensión de la verdad de Dios se fortalecerá. Estará más preparado para eludir el engaño.
En tercer lugar, conecte las noticias con la historia. Jesús dijo: “Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre” (Mateo 24:37). Esto lleva directamente a la amonestación de Cristo en el versículo 42: “Velad, pues”. Existe una conexión lógica: comprender la historia, tanto bíblica como secular, es una clave para entender los acontecimientos actuales. Por ejemplo, el Sr. Flurry ha comparado a menudo la Alemania de la década de 1930 con la Alemania moderna. Cuando vea las noticias, trate de hacer esas conexiones históricas. Si algo despierta su interés, profundice. Por ejemplo, estudie “los días de Noé” o lea una biografía de Winston Churchill.
En cuarto lugar, medite sobre la naturaleza de Satanás. El apóstol Pedro escribió: “Sed sobrios, y velad [estad atentos, versión King James]; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar” (1 Pedro 5:8). El término griego para “velad” en este pasaje es el mismo de Mateo 24:42. 1 Pedro 5:8 podría leerse así: “Sed sobrios, estad vigilantes”. Al observar los acontecimientos mundiales, procure comprender mejor a nuestro adversario. Piense de nuevo en los ataques contra Tesla: aunque ya están fuera del ciclo de noticias, pueden enseñarnos verdades eternas sobre la naturaleza de Satanás y la naturaleza humana. ¿Qué intentaba conseguir Satanás aquí? ¿Lo he visto utilizar tácticas similares en mi vida? ¿Cuál es su estrategia? ¿Cómo puedo equiparme mejor para resistirlo? Comprender la naturaleza de Satanás es una parte esencial de la verdad de Dios.
Quinto, medite sobre la naturaleza de Dios. En Daniel Unlocks Revelation [Daniel desvela el Apocalipsis; disponible en inglés] el Sr. Flurry escribe: “¡Nuestra atención debe enfocarse en conocer a Dios, no en conocer la profecía!”. Observar los acontecimientos mundiales es importante para conocer la profecía. Pero mientras observamos, nuestra atención debe enfocarse en conocer a Dios. No podemos permitir que se nos peguen los puntos de vista materialistas de los expertos del mundo. Dios gobierna en el reino de los hombres. El Sr. Flurry escribe: “Debemos ver cómo Dios controla Su plan maestro de forma meticulosa y detallada”. Dios está involucrado en los acontecimientos mundiales detalladamente. Mientras observamos, debemos esforzarnos por comprender mejor Su mente. ¿Por qué permite Dios esto? ¿Cuál es Su objetivo? ¿Qué intenta enseñarle Dios a la humanidad? ¿Qué está tratando de enseñarme a mi? Dios permite que los hombres tomen sus propias decisiones, pero en última instancia, Él manda. El mundo es una obra de teatro, y Dios es el Autor del guion. Piense en eso a medida que se desarrolla la trama.
Objetivo 3: Fortalezca su celo por la Obra de Dios.
Imagine a un jugador de baloncesto que ha sido seleccionado para jugar en la nba. Es un portento físico, alto, rápido, fuerte, atlético. Tiene talento y habilidad. Le encantan muchas cosas de su trabajo: la camaradería del equipo, el ejercicio físico, la atención de los medios de comunicación.
Sólo hay una cosa que no le gusta: el baloncesto. Para él es sólo un juego. En realidad no le importa quién gane o pierda. Durante un tiempo, este jugador se las ingenia con talento, pero a medida que su equipo avanza, él tiene dificultades. No se lanza a por balones sueltos. No se esfuerza para detener los contraataques rápidos. Cuando su equipo va perdiendo a finales del último cuarto, se desanima y deja de esforzarse al máximo. Después de todo, ganar no le importa realmente. Al final, este jugador defrauda al equipo.
Ahora, imagine a un miembro de la Iglesia reclutado para apoyar la Obra de Dios de profetizar “otra vez” (Apocalipsis 10:11). Dios ve muchas cualidades valiosas en este hombre. Tiene el potencial para ser un gran gobernante y maestro en el reino. Tras llegar al arrepentimiento, este hombre llega a amar muchas cosas de su nueva profesión (Hebreos 4:14). Le encanta la camaradería; le encanta trabajar para ser un mejor esposo y padre; le encanta profundizar en el estudio de la Biblia.
Sólo hay una cosa que no le gusta: la profecía. Le cuesta encontrar interesante la Trompeta. De vez en cuando escucha el Trumpet Daily, pero no le interesa mucho. La geopolítica es demasiado complicada, piensa. No veo cómo se aplica a mí. ¿Qué sentido tiene? Mientras conozca el panorama general, estaré bien. A medida que los tiempos se vuelven más difíciles, este individuo batalla. Hay ciertos obstáculos que no puede superar, ciertos sacrificios financieros que no está dispuesto a hacer, ciertas actividades de la Iglesia a las que no le interesa asistir. A medida que las pruebas se intensifican, se desanima. ¡Al final, defrauda a la Obra de Dios!
Al igual que un jugador de baloncesto es reclutado para jugar al baloncesto, ¡nosotros somos reclutados para profetizar! Por supuesto, no lo hacemos individualmente: el Sr. Flurry profetiza y nosotros lo apoyamos. Aun así, tenemos que amar la profecía. Si no amamos la profecía, ¿cómo podemos estar motivados para compartirla con el mundo? Una forma primordial de demostrar nuestro amor por la profecía es observando los acontecimientos mundiales. Si realmente amamos la profecía, estaremos al borde de nuestros asientos, observando cómo se desarrolla el plan de Dios.
Observar la profecía nos ayuda a poner nuestro corazón en la Obra. Al fin y al cabo, la profecía es la Obra.
Podemos ver el vínculo entre observar y trabajar en la parábola del portero: “Es como el hombre que yéndose lejos, dejó su casa, y dio autoridad a sus siervos, a cada uno su obra, y al portero mandó que velase” (Marcos 13:34). Antes de partir, el amo dio a sus sirvientes trabajos para hacer. Mientras trabajaban, habrían pensado: Debo terminar esto antes de que regrese mi amo. Del mismo modo, Cristo le ha dado a su Iglesia un trabajo: advertir al mundo y a los laodicenos. Esperar el regreso de Cristo debería motivarnos a trabajar más duro y más rápido.
Tener el corazón en la Obra debería aumentar nuestra motivación para dar diezmos y ofrendas, incluso esforzándonos por aumentar nuestro potencial de ingresos para hacerlo posible. Observar los acontecimientos mundiales debería hacer crecer nuestra motivación y nuestra ética de trabajo conforme a Dios. Debería influir en la forma en que planificamos nuestras ofrendas. Pone en perspectiva nuestra búsqueda de cosas materiales. La urgencia profética debe influir en nuestras decisiones financieras.
Mi padre ha sido el presentador del programa Trumpet Daily durante más de 10 años. A lo largo de los años, me he dado cuenta de que a él le encanta hablar con personas que se entusiasman con la profecía. Cuando habla con alguien que está lleno de pensamientos e ideas sobre acontecimientos actuales, se siente inspirado. Recibe regularmente buenas ideas de los oyentes a través del correo electrónico. Sus pensamientos, perspectivas y opiniones importan. Incluso compartir nuestras ideas, pensamientos y entusiasmo por la profecía le dará energía a nuestro compañerismo y puede ser una verdadera fuente de aliento para otros miembros. Indirectamente, inspirar a otros miembros también alienta el ministerio (p. ej., 3 Juan 4). Los ministros se regocijan cuando sus hijos espirituales están llenos de entusiasmo por la profecía.
Objetivo 4: Fortalezca su fuerza de voluntad.
Antes de ser crucificado, Cristo se quedó orando toda la noche. Él también había querido que sus discípulos permanecieran despiertos, pero estaban demasiado cansados. Después de orar una hora, Jesús los encontró dormidos. Le dijo a Pedro: “Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil” (Mateo 26:41). Esto establece una conexión entre observar y resistir la tentación.
La noche de la crucifixión de Cristo, los discípulos se enfrentaron a una difícil elección: orar con Jesús o dormir. A diario nos enfrentamos a elecciones similares. ¿Terminar un estudio bíblico o ver la televisión? ¿Quedarse y tener compañerismo, o marcharse y tomar una siesta? ¿Confrontar este problema, o dejarlo pasar? Cada pregunta es sólo una forma diferente de preguntar, ¿Seguir al Espíritu Santo, o ceder a la tentación?
Tomar la decisión correcta requiere fuerza de voluntad. Recuerde, como escribe el Sr. Flurry en Cómo ser un vencedor, la voluntad humana no puede desarrollar el carácter. Sin embargo, desempeña un papel. Debemos poner nuestra voluntad para seguir al Espíritu Santo y la voluntad de Dios. Hacer esto consistentemente es difícil. Necesitamos toda instrucción para resistir la tentación. Por eso la declaración de Cristo es tan valiosa: Dijo que velar nos ayuda a resistir la tentación. De hecho, nos ayuda a evitar la tentación en primer lugar. Debilita los impulsos de la carne. Si estamos atentos, ciertos pecados no nos atraerán tanto.
Además, cuando somos tentados, podemos utilizar los acontecimientos mundiales como un arma. Así como velar puede motivarnos para trabajar más y vencer la pereza, también es eficaz contra otras innumerables tentaciones. Combinado con la oración, ver las noticias puede ser un arma poderosa contra Satanás.
Objetivo 5: Sea espiritualmente consistente.
Los estudiantes universitarios tienen fama de posponer su preparación para los exámenes finales hasta el último momento, quizás incluso la noche anterior. Aunque la fecha del final se conoce desde el principio del semestre, tienden a esperar para empezar a estudiar porque la naturaleza humana procrastina.
Imagínese que los exámenes finales no estuvieran programados y pudieran ocurrir en cualquier momento. Probablemente los alumnos estudiarían con más regularidad. Se convertiría en un hábito constante, en una forma de vida.
El regreso de Jesucristo es nuestro examen final espiritual. Cuando Él venga, cada uno de nosotros se presentará ante Dios y será juzgado, o examinado (Romanos 2:16; Eclesiastés 12:14). Nuevamente, debemos llegar a ser dignos antes del regreso de Cristo: debemos estar orando, estudiando, haciendo la Obra de Dios y siguiendo al Espíritu Santo. Dios nos examinará en todas estas áreas y más.
A diferencia de los exámenes finales universitarios, el regreso de Cristo no está en el calendario (Mateo 24:36). ¡Dios no revela la fecha de nuestros exámenes finales espirituales! Si lo hiciera, probablemente no nos haríamos dignos sino hasta el último momento. Dios no quiere que nos preparemos a última hora para los exámenes finales. Él quiere que estemos perpetuamente preparados. Quiere que la dignidad sea nuestro estilo de vida, nuestra identidad. Espiritualmente, Él quiere que seamos consistentes.
Naturalmente, todos somos inconsistentes. Oramos con eficacia durante unos días y luego perdemos el empuje. Tenemos una semana de estudio bíblico intenso, seguido por una pausa de desinterés. Nuestro entusiasmo por la Obra de Dios sube y baja naturalmente.
Afortunadamente, la Biblia nos proporciona una herramienta importante para superar este problema: observar los acontecimientos mundiales. Marcos 13:35 dice: “Velad, pues, porque no sabéis cuándo vendrá el señor de la casa; si al anochecer, o a la medianoche, o al canto del gallo, o a la mañana; para que cuando venga de repente, no os halle durmiendo”. Debemos velar porque no sabemos cuándo regresará Cristo. Observar fija nuestra mente en la fecha límite. Nos asegura que, no importa cuándo vuelva Cristo, estaremos preparados. En otras palabras, nos ayuda a ser consistentes espiritualmente. Si tiene problemas de inconsistencia, ¡observar los eventos mundiales podría ser una solución!
Un consejo práctico para observar es ser constante. Efesios 6:18 nos ordena vigilar “con toda perseverancia”. Tal vez haya intentado mejorar su forma de ver las noticias y se sienta desanimado por la falta de progreso en el fomento del entusiasmo. Este versículo dice que hay que perseverar: Observe con perseverancia.
En Mateo 24:43, Cristo comparó observar los acontecimientos mundiales con un propietario que vela por su casa sin saber cuándo vendrá el ladrón. Para proteger su hogar, debe velar toda la noche. Seguro que el propietario no pensaría: ¡Esto es tan emocionante! Llevo 10 minutos sentado velando, ¡y me ha cambiado la vida! Me siento tan inspirado. Me encanta velar. Sin embargo, por muy aburrido que sea a veces observar, ¡merece la pena cuando aparece un ladrón!
No podemos esperar que ver las noticias sea un viaje de emociones sin fin (aunque a medida que nos acercamos al regreso de Cristo, a menudo lo parece). Se necesita perseverancia y autodisciplina. Y cuando ocurre algo grande, ¡todo el esfuerzo merece la pena! Por ejemplo, la victoria electoral del presidente Donald Trump fue uno de los mayores acontecimientos proféticos de 2024. Galvanizó al pueblo de Dios. Pero ¿habría tenido el mismo impacto si no hubiéramos visto las noticias durante años antes?
Ver las noticias es como una inversión: invertimos tiempo y esfuerzo en verlas. La recompensa es el entusiasmo por el regreso de Cristo. Como cualquier inversión, la recompensa no llegará de inmediato. Pero llegará. Si observamos con constancia, veremos cuándo se producen acontecimientos proféticos sísmicos, ¡y nos galvanizarán!
Cómo examinar la forma en que observa
Llegados a este punto, puede que se sienta abrumado. Si intentáramos extraer toda la profundidad de cada noticia cada vez, sería un trabajo a tiempo completo. (De hecho, para los empleados de la Trompeta ,¡es un trabajo a tiempo completo!). Por lo tanto, podría ser fácil pensar: Por mucho que me esfuerce, mi seguimiento de las noticias nunca será lo suficientemente bueno. Tal pensamiento nos hace propensos a dejar de verlas por completo, que es exactamente lo que Satanás quiere.
Por eso debemos juzgar nuestro seguimiento de las noticias según el criterio de Dios. Dios no nos juzga por cuántos artículos leemos, cuántos podcasts escuchamos o cuántos pensamientos profundos escribimos. Dios juzga por los frutos (Mateo 7:16). Por lo tanto, para examinar nuestra forma de ver las noticias, también debemos juzgar por los frutos.
Recuerde: el objetivo de velar es llegar a ser digno. Para examinar la forma en que velamos, simplemente debemos preguntarnos: ¿Me estoy volviendo digno? Más concretamente, podríamos hacernos preguntas sobre cada uno de los cinco objetivos anteriores: 1) ¿Puedo orar fervientemente sobre un acontecimiento noticioso importante durante al menos 10 minutos? (Cómo orar recomienda orar “Santificado sea tu nombre” y “Venga tu reino” durante al menos 10 minutos cada uno. Podríamos utilizar esto como punto de referencia). 2) ¿Puedo explicar claramente profecías clave de las Escrituras? 3) ¿Está mi corazón en la Obra de Dios? 4) ¿Con qué frecuencia cedo a la tentación? 5) ¿Soy consistente espiritualmente? Si usted nota debilidad en alguna de estas áreas, ¡mejorar en su tarea de velar podría ser parte de la solución!
Ver las noticias mundiales es difícil, pero merece la pena. Dios dice: “Bienaventurado el que vela…” (Apocalipsis 16:15). Si observamos los acontecimientos mundiales, Dios nos bendecirá. ¡Eso es una promesa! ¿Podría esa bendición incluir un matrimonio más feliz, mejor salud, relaciones más profundas con los demás? ¿Y qué hay de la prosperidad, los ascensos laborales u otras oportunidades emocionantes que podrían presentarse? En última instancia, la vida eterna es la mayor bendición de todas, pero Dios también nos bendecirá físicamente. Promete recompensarnos incluso por dar de beber agua fresca a uno de sus siervos (Mateo 10:42). El mismo principio se aplica a velar. Si dedicamos siquiera cinco minutos a ver las noticias, ¡Dios lo bendecirá! Reclamemos esa promesa. Démosle a Dios una excusa maravillosa para bendecirnos. Observe los acontecimientos mundiales como nunca antes.