Se dice que hay tres tipos de personas en el mundo: los que hacen que las cosas sucedan, los que ven que las cosas suceden, y los que se preguntan qué sucedió.
Para sobrevivir al ataque de inmoralidad en la cultura dominante, debe hacer que las cosas sucedan tomando el control de su vida y de aquellos de quienes es responsable. Si no lo hace, usted será una víctima y también su familia, sea cual sea el grado en que permita que los antagonistas se infiltren en su entorno.
Para sobrevivir al asalto, primero debe saber contra qué está luchando. Nos enfrentamos a algo más que a un grupo de expertos en medios de comunicación con opiniones morales mediocres. Nos enfrentamos a un enemigo invisible cuyo objetivo final es ¡destruir el modo de vida de la Familia de Dios!
Conozca al enemigo
1 Pedro 5:8 advierte: “Sed sobrios, velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar”. Satanás es como un león devorador de hombres, y acecha a los desprevenidos.
Una de sus estrategias favoritas es convencer a la gente de que él ni siquiera existe. Cerca del 90% de los estadounidenses expresan su creencia en Dios o en un poder superior, sin embargo, sólo el 65% cree que el diablo es real. De aquellos que creen en un diablo real, muchos piensan que tiene poca o ninguna influencia en sus vidas. Eso es exactamente lo que él quiere que usted crea: que, en el mejor de los casos, es una molestia inofensiva, como una caricatura. La mayoría de la gente no es consciente de su enorme poder.
La verdad es que Dios no gobierna este mundo; lo hace el diablo (Juan 14:30; Nueva Traducción Viviente). En Su plan, Dios ha permitido que Satanás sea el dios actual de este mundo (2 Corintios 4:4), ¡y la mayoría de la gente lo adora sin saberlo! Es “el príncipe de la potestad del aire” (Efesios 2:2), y él transmite.
Probablemente usted se encuentre ahora mismo en una sala llena de voces y música. Un televisor o una radio sintonizados en la longitud de onda adecuada los hacen audibles. Del mismo modo, Satanás transmite al espíritu en cada ser humano, que se sintoniza automáticamente a su longitud de onda. Agita los espíritus de los humanos y les inyecta actitudes, estados de ánimo e impulsos como el egoísmo, la vanidad, la lujuria, la violencia, la envidia, la amargura y el resentimiento contra la autoridad. Como los transmite a través de actitudes, no se oyen. Las personas sienten estas emociones, impulsos y deseos, pero no reconocen su origen porque el diablo es invisible. Así es como Satanás engaña al mundo entero (Apocalipsis 12:9). La actitud egoísta, hostil, engañosa y rebelde que llamamos naturaleza humana es la naturaleza de Satanás que él transmite a las mentes desprevenidas desde la infancia.
En la medida en que no se contrarresten esas trasmisiones o se permita que penetren sin control, cada individuo se volverá más malvado. Este es un conocimiento vital que necesita para sobrevivir a la guerra cultural.
No se deje engañar
En cualquier guerra, incluyendo nuestra guerra personal contra las influencias inmorales, usted puede conocer al enemigo y cómo opera, pero aún así ser engañado por la propaganda. El diablo es el ser más astuto que existe (Génesis 3:1). Disimula sus motivos ocultos en formas que a veces parecen o suenan justas. Es un maestro del engaño. Y los que están engañados no saben que lo están.
Para ilustrarlo, el movimiento homosexual trabajó durante años para conseguir la aceptación pública, todo ello en nombre de la inclusión y la tolerancia, lo que suena noble. Con el tiempo, la mayoría de la gente llegó a tolerar la homosexualidad. Pero ¿qué sigue inmediatamente a ese pensamiento? Transigencia. Y la transigencia es la lógica clásica del diablo.
¡Dios dice que la homosexualidad es una abominación de la que hay que arrepentirse! (Levítico 20:13; Romanos 1:27). Por lo tanto, no debería sorprender que, una vez aceptado ese pecado, comenzara la presión a favor del “matrimonio” entre personas del mismo sexo. Costó más años vencer la resistencia pública, pero ese tabú también cedió finalmente. Eso llevó a que desviaciones sexuales aún más atroces ganaran aceptación pública.
Ésta es sólo una técnica clásica que Satanás utiliza para socavar la autoridad de Dios. La transigencia reforzada por el razonamiento “ilustrado” ¡es una pendiente resbaladiza que conduce al olvido! Y la sociedad moderna está muy abajo en esa pendiente.
Usted y su familia, sin embargo, pueden sobrevivir el ataque. Recuerde: no subestime lo poderoso que es el verdadero enemigo y no se deje embaucar por sus engaños y su propaganda.
Ahora está listo para la batalla.
Luche para ganar
La guerra cultural no amenaza sus posesiones, pero le robará la felicidad, la paz y la satisfacción si no lucha para ganarla. Necesita aplicar estrategias eficaces. Para ello, primero debe saber dónde está el campo de batalla principal.
El apóstol Santiago escribió que “cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido. Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte” (Santiago 1:14-15). Debemos impedir que los pensamientos erróneos se arraiguen antes de que nos lleven a actuar de forma incorrecta, porque somos lo que pensamos (Proverbios 23:7).
¡El principal campo de batalla está en su mente! Satanás lo sabe bien. Por eso transmite al espíritu humano, implacablemente. El contenido abusivo de los medios de comunicación es una de sus principales herramientas. Lo utiliza para fertilizar la mente de modo que usted acepte más fácilmente sus estados de ánimo e impulsos y los deje crecer hasta que maduren y se conviertan en acciones destructivas.
Por tanto, una estrategia vital para sobrevivir a esta guerra es proteger su mente. Cuanto más permita que Satanás le involucre en ese campo de batalla, más débil se volverá, será más vulnerable a sus artimañas. Le engañará haciéndole creer que es lo suficientemente fuerte como para manejar pensamientos erróneos. Pero no puede albergar malos pensamientos con moderación. La clave está en rechazar inmediatamente todo pensamiento erróneo (2 Corintios 10:5). Cuanto más desafíe sus avances, más fuerte se hará y menos efecto tendrá sobre usted. “… Resistid al diablo, y huirá de vosotros” (Santiago 4:7). Esta es la clave para sobrevivir a la guerra contra la inmoralidad.
En lugar de dejarse caer frente al televisor utilice su tiempo libre para edificar su mente, llenándola de cosas buenas que le proporcionarán munición en esta guerra (Filipenses 4:8). Lea un buen libro, haga ejercicio para mantenerse en forma o asista a una clase para aprender algo. (Por cierto, ¡el Curso bíblico por correspondencia del Herbert W. Armstrong College es una forma excelente de aprender sobre la Biblia! Es un curso de 36 lecciones que ofrecemos totalmente gratis). Actualice sus conocimientos y habilidades para ser un empleado más valioso. Juegue con sus hijos; ¡pase tiempo con ellos! Arregle cosas en casa; haga algo de jardinería o diseño de jardín y disfrute del aire fresco y el sol. Desarrolle un pasatiempo, visite a los enfermos, escriba cartas o anime a alguien con una llamada telefónica. Colabore como voluntario en la biblioteca local, el zoológico o una organización benéfica. Usted será más feliz, y sus hijos también.
La mayor tragedia de la guerra cultural es el impacto adverso sobre tantos niños. Como padre, usted es responsable ante Dios de controlar y supervisar la exposición de sus hijos a los medios de comunicación, especialmente cuando son muy pequeños. La Carnegie Corp. informa que el desarrollo cerebral durante el periodo prenatal y en el primer año de vida es rápido, extenso y vulnerable a las influencias medioambientales. Esas experiencias tempranas tienen un impacto duradero en el cerebro del niño. Si utilizamos la televisión y otros medios de comunicación como niñera, ¡ese contenido moldeará sus mentes! Además, les priva del amor, la atención, la enseñanza y la disciplina que necesitan para convertirse en adultos equilibrados y completos.
Satanás sabe que las mentes jóvenes son impresionables. Se esfuerza por moldearlas a su imagen, lo que se refleja en gran parte de la subcultura adolescente actual. Y no es de extrañar. Los estudios más recientes muestran que los niños de hasta 8 años dedican unas 2,5 horas al día a los medios (incluyendo televisión, videos y dispositivos digitales; casi una cuarta parte de los niños de 8 años tienen acceso a un teléfono inteligente conectado a Internet). Los niños de 8 a 12 años pasan un promedio de 5,5 a 6 horas al día en los medios de entretenimiento, sin incluir el uso de pantallas relacionado con la escuela o los deberes (incluyendo los videojuegos y las redes sociales). Los adolescentes dedican en promedio de 7,5 a 9 horas diarias a los medios de entretenimiento, excluyendo las tareas escolares; sólo las redes sociales representan unas 4,8 horas diarias, siendo plataformas como YouTube y TikTok las que más contribuyen a ello.
Como padres, debemos hacernos algunas preguntas difíciles. ¿Estamos descuidando nuestras responsabilidades con nuestros hijos? ¿Hace eso que recurran a los medios de comunicación en busca de satisfacción? ¿Hasta qué punto son vulnerables a las influencias distorsionadas? ¿Serán víctimas de la guerra cultural?
Usted puede hacer mucho para evitarlo. Papá y mamá deben ser la influencia positiva más fuerte en la vida de un niño, no los compañeros, ni los profesores o entrenadores, y mucho menos los medios de comunicación.
Controle la exposición a los medios
El diablo utiliza medios de comunicación groseros y vulgares para condicionar la mente de los niños a sus transmisiones. Para tener éxito en la lucha contra la inmoralidad, debe controlar la exposición de sus hijos a los medios de comunicación.
Demasiada televisión inhibe el desarrollo cerebral y causa daños neurológicos. La televisión se ha relacionado con el trastorno por déficit de atención. La Academia Estadounidense de Pediatría recomienda que a los niños menores de 2 años no se les permita ver televisión, ¡nada en absoluto!
Si deja que sus hijos pequeños vean televisión, debería verla con ellos siempre que sea posible. Incluso en los programas que han sido depurados, esté atento a la rebelión, la falta de respeto a la autoridad, la inmoralidad, la crueldad, la intolerancia, la mentira, el engaño, la grosería, las muestras de vanidad, etcétera. Así podrá contrarrestar cualquier efecto negativo enseñándoles lo que es un comportamiento inaceptable. Si se da cuenta de que tiene que hablar tanto que no puede disfrutar del programa, ¡no exponga a sus hijos a él!
Para los niños mayores, sea extremadamente selectivo en lo que les permite ver o escuchar. Evite la programación o la música que glorifique el crimen, la violencia, la crueldad, el sexo y el lenguaje vulgar. Dé un buen ejemplo con lo que permite que entre en su propia mente; las acciones hablan más alto que las palabras, ¡y los niños pueden detectar la hipocresía en un instante! Y lo que es más importante, céntrese en Dios cuando elija su entretenimiento. Pregúntese siempre si vería o escucharía un programa si Jesucristo estuviera sentado en la sala con usted.
En Internet, conozca los sitios web que visita su hijo. Pregúntele al niño, pero compruebe también los archivos del historial de Internet de su computadora. Como padre, usted tiene la responsabilidad y el derecho de saber lo que su hijo hace en Internet.
Instale su computadora en una zona pública de la casa, como en la sala, donde su uso sea un asunto familiar, para poder vigilarlo. No permita que su hijo esté en Internet en otra habitación con la puerta cerrada. Proverbios 29:15 advierte que “el muchacho consentido [dejado a suerte, versión King James] avergonzará a su madre”. Los niños de hoy en día sin supervisión son blancos fáciles para Satanás. La curiosidad natural de los niños puede llevarles rápidamente a áreas equivocadas.
Aproveche los controles de contraseña cuando se utilice la computadora. Establezca la contraseña que permite que su computadora inicie. Considere la posibilidad de adquirir un programa informático de seguridad de Internet protegido con contraseña o un programa de control parental para que no se pueda ver material ofensivo.
Sobre todo, no permita que la televisión, Internet u otros medios se conviertan en una niñera. Establezca un límite de tiempo para la exposición a los medios de comunicación. Porque amamos a nuestros hijos, debemos establecer normas para protegerlos de influencias satánicas que ellos no comprenden del todo. Si no lo hace, podría debilitar todo lo demás que está enseñando y haciendo.
Consejos prácticos
A continuación encontrará más consejos prácticos que le ayudarán a proteger a sus hijos de la inmoralidad para que se conviertan en personas felices y equilibradas.
○ Proporcione a sus hijos buena música con frecuencia y léales diariamente con animación y entonación (los estudios indican que esto es beneficioso incluso mientras aún están en el vientre). Esto empezará a inculcar en sus preciosas mentes el amor por la lectura y la apreciación de la música. Aviva su curiosidad e imaginación y mejora el vínculo entre padres e hijos. También es una técnica fantástica para entrenar la memoria. A medida que los niños empiecen a hablar, ¡podrán “leer” libros de memoria! Siga leyéndoles en voz alta a medida que crezcan.
○ Enseñe a sus hijos pequeños a respetar la autoridad, especialmente la suya. Disciplínelos adecuadamente según su edad, por rebeldía e infracción de las normas que les ha enseñado. Y hágalo siempre con calma, con explicaciones y amor, nunca en un arrebato de ira.
○ Pase mucho tiempo jugando con su hijo pequeño. Proporcione juguetes que estimulen la creatividad y desarrollen las habilidades motoras. Discovery Toys es una empresa que fabrica juguetes de calidad enfocados en el aprendizaje.
○ Diviértase con sus hijos pequeños. Llévelos a la biblioteca, al parque, al zoológico. Hágales reír mucho. Sobre todo, no les deje ninguna duda de que les ama y de que está dispuesto a sacrificar su tiempo por ellos.
○ Enseñe a los niños pequeños a ser responsables. Fomente en ellos una buena ética de trabajo. En cuanto sean físicamente capaces, pídales que le ayuden con las tareas y los quehaceres domésticos. Por ejemplo, hágales responsables de mantener sus habitaciones organizadas y ordenadas. Si tiene mascotas, dele a su hijo la responsabilidad de alimentarlas y cuidarlas. Siempre que sea posible, las mejoras del hogar, la jardinería, diseño de jardín y otros proyectos domésticos deben ser asuntos familiares.
○ Sea honesto con ellos. Deben aprender a confiar en usted. Si quiere que sean sinceros y abiertos con usted, sobre todo a medida que crecen, tendrá más posibilidades de asegurarse su confianza si saben que siempre es honesto con ellos.
○ Enseñe a sus hijos sobre el sexo. Hay que empezar a enseñarles tan pronto como sus pequeñas mentes empiecen a sentir curiosidad por sus pequeños cuerpos. Y lo que es más importante, adelántese a las habladurías a las que les expondrán sus compañeros. Nuestro libro gratuito La dimensión desconocida de la sexualidad puede ayudarle a conseguirlo. Está disponible previa solicitud.
○ Aplique estos principios antes de que sus hijos vayan a la escuela para construir una base sólida de respeto a los padres. Para cuando vayan a la escuela, sus hijos deben estar convencidos de que usted es su sólido proveedor, confidente, cuidador y protector. Deben saber que son plenamente amados y que están seguros bajo su cuidado.
○ Cuando sus hijos vayan a la escuela, no renuncie a su posición como la influencia más importante en su vida. Siga estando muy involucrado. Familiarícese con sus profesores y amigos. Participe todo lo posible en las actividades escolares. Cada día, repase con ellos lo que se les ha enseñado. Si es necesario, esté preparado para contrarrestar cualquier enseñanza errónea.
○ A medida que entran en la adolescencia, asegúrese de que se mantienen ocupados con actividades divertidas y sanas. Anímeles a sobresalir en la escuela y a participar en deportes, programas musicales como la banda o el coro, y clubes de informática, idiomas o ajedrez. Cultive sus intereses. Ayúdeles a desarrollar aficiones como la fotografía, las manualidades, la costura, la cocina, la jardinería, la carpintería, la construcción de coches, aviones o trenes a escala. Si el tiempo y las calificaciones lo permiten, un trabajo a tiempo parcial les ayudará a adquirir responsabilidad en el mundo del trabajo y les preparará para el mundo “real”.
○ Involúcrese todo lo posible y mantenga abiertas las líneas de comunicación con sus hijos adolescentes. Esto es primordial. Usted necesita saber en qué están pensando. Y ellos necesitan saber que pueden confiar en usted para cualquier cosa. Ofrezca oportunidades para hablar libremente sobre lo que tengan en mente: la comida familiar diaria y una noche de diversión familiar semanal son ideales. ¡Reserve ese tiempo para ellos!
○ Por encima de todo, enseñe a sus hijos desde la infancia la verdad sobre Dios, Su ley, Su camino de vida y Su autoridad moral. Enséñeles a orar a diario tan pronto como puedan hablar.
Dios dice: “Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento [espiritual]: Por cuanto desechaste el conocimiento, yo te echaré (…) y porque olvidaste la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos” (Oseas 4:6). ¡Palabras aleccionadoras y proféticas! Si lo permite, el botín de la guerra cultural serán sus hijos. Pero si hace estas cosas, sobrevivirá al ataque de la inmoralidad, y también lo harán sus hijos.
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