Cómo las redes sociales se tragaron el mundo
Incluso si no las usa, necesita entender su poder.

Aunque las redes sociales sólo han existido desde hace unos 20 años, se han apoderado del mundo. Estos sitios se cuentan por docenas, incluyendo MySpace, Instagram, Snapchat, LinkedIn, Nextdoor y Reddit. X tiene más de 40 millones de usuarios activos sólo en Estados Unidos; Tiktok, más de 90 millones, según statista.com. En todo el mundo, Facebook tiene casi 3.000 millones de usuarios. Piénselo: más de un tercio de todos los habitantes de la Tierra utilizan Facebook con regularidad.

No es exagerado decir que las redes sociales se han apoderado literalmente del planeta. Así que, aunque personalmente las evitemos, debemos entenderlas. ¿Qué hacen las redes sociales a la mente de las personas y a la sociedad en su conjunto?

Una de las razones por las que los medios sociales han atrapado a tanta gente es el hecho de que son “sociales”. Cuando las personas comienzan a unirse a una plataforma, influyen en sus amigos para que hagan lo mismo. Pero esa no es toda la historia. Antes había lugares de encuentro en línea, como foros y salas de chat, pero ninguno llegó a ser tan conocido como Twitter o Facebook.

Otro factor es el teléfono inteligente. Puso las redes sociales en el bolsillo de millones de personas, al alcance de la mano 24 horas al día, 7 días a la semana. Pero, de nuevo, esa no es toda la historia. Las redes sociales comenzaron a despegar años antes de que alguien tuviera teléfonos inteligentes. De hecho, la razón por la que Twitter tuvo un límite de 140 caracteres durante tanto tiempo fue porque cuando se lanzó por primera vez, la única forma de tuitear desde un teléfono era a través de mensajes de texto.

En mi opinión, el factor más importante en la popularidad de las redes sociales es la adicción. Según addictioncenter.com, se estima que entre el 5% y el 10% de los estadounidenses cumplen los criterios de adicción a las redes sociales. ¡Eso es más de 33 millones de personas!

El sitio afirma: “Las plataformas de redes sociales como Facebook, Snapchat e Instagram producen los mismos circuitos neuronales que son causados por el juego y las drogas recreativas para mantener a los consumidores usando sus productos tanto como sea posible”.

Para estas empresas, la ecuación es sencilla: más ojos equivalen a más ingresos publicitarios. Por lo tanto diseñan el sitio web o la aplicación para mantener los ojos pegados a la pantalla el mayor tiempo posible.

El aspecto social atrae a la gente, los teléfonos inteligentes facilitan el acceso y la adicción hace que regresen. Pero ¿adicción a qué exactamente? Las drogas crean adicción debido a sustancias químicas que afectan al cerebro. ¿Qué “sustancia química” hace que las redes sociales sean tan adictivas?

“Un factor que perpetúa la adicción a las redes sociales es el hecho de que los centros de recompensa del cerebro son más activos cuando las personas están hablando de sí mismos. En el mundo no virtual, se estima que la gente habla de sí misma entre el 30% y el 40% del tiempo; sin embargo, las redes sociales se trata de presumir de la vida y los logros de cada uno, así que la gente habla de sí misma un asombroso 80% del tiempo. Cuando una persona publica una foto, puede recibir retroalimentación social positiva, lo que estimula al cerebro a liberar dopamina, recompensando ese comportamiento y perpetuando el hábito de las redes sociales” (ibíd.; énfasis añadido).

En otras palabras, la razón fundamental por la que las redes sociales son tan atractivas es la vanidad. Cada aplicación es diferente y cubre un nicho diferente, pero todos atraen de algún modo a la vanidad de la persona.

¿Quiere rodearse de gente que esté de acuerdo con usted? Los algoritmos de FaceBook se lo permiten. ¿Quiere sermonear a la gente pero sólo le apetece escribir una frase? X está ahí para usted. ¿Quiere mostrar sus increíbles dotes de cantante o bailarín? Grabe un video en Tiktok. ¿Tiene fotos de su casa, su carro o su estilo personal que despertarán la envidia de todos? Publíquelas en Instagram.

Todo es vanidad. Todo se trata de usted. Usted es especial. Se merece la validación. Y si no lo consigue con esto que publica ahora, quizá lo haga con el siguiente.

Las redes sociales han convertido el narcisismo en un videojuego. Cada vez que alguien tuitea un chiste sarcástico o publica un selfi o sube un video musical amateur, está tirando de la palanca de una máquina tragamonedas, esperando que le proporcione la atención a la que es adicto. Los resultados de volver la vanidad algo lúdico son claramente evidentes en la generación actual, que ha crecido en las redes sociales. Los jóvenes aspiran a ser influyentes en las redes sociales. Piense en eso: su objetivo en la vida no es llegar a ser grandes en algún deporte o instrumento musical o algo que podría conducir a la fama y el reconocimiento, es simplemente maximizar sus seguidores en las redes sociales. Han encontrado el atajo, el código de trampas. No tienen que esforzarse tanto; todo lo que tienen que hacer es hablar y tomar fotos de sí mismos.

Y lo que es aún más inquietante, las redes sociales son una potente herramienta para la izquierda radical. Los jóvenes son el principal objetivo de quienes promueven las políticas de identidad racial y de género, la transexualidad y la aceptación de las enfermedades mentales. Además de las aulas, el mejor lugar para llegar a los jóvenes son las redes sociales. ¿Cómo impulsan su agenda? ¡Vanidad! Ser transgénero está de moda. Lo aplauden si anuncia al mundo su extraña identidad de género. La gente finge estar mentalmente enferma porque es tendencia. La izquierda juega con el ensimismamiento de la gente para que acepten y celebren estas ideas satánicas.

Las redes sociales están causando un daño inmenso a la sociedad, especialmente a la familia. ¿Por qué deberían los jóvenes buscar la aprobación de sus padres cuando tienen literalmente al mundo entero listo para validar sus decisiones? ¿Y cómo pueden saber los padres lo que pasa en la vida de sus hijos cuando ellos también están distraídos por las redes sociales? ¿Cuántas veces ha visto a una familia reunida en algún sitio, tal vez en un restaurante, en el que nadie hablaba porque cada uno estaba mirando su teléfono? Puede que estén sentados uno al lado del otro, pero están en mundos separados.

Las redes sociales prometen conectar a las personas, darles un lugar para reunirse, para juntarlos. En cambio, convertir la vanidad en algo lúdico está separando a las personas y a la sociedad. Tenemos que reconocer la podredumbre moral en el corazón de las redes sociales para que un día podamos ayudar a las personas a recuperarse de esta adicción y aprender a conectarse en el mundo real.