Dios deposita la responsabilidad de la formación religiosa de los hijos en cada padre y madre convertidos en la Iglesia de Dios. Lo más importante que nosotros, como padres, podemos hacer por nuestros hijos es enseñarles el camino de vida de Dios. Dios incluso nos ordena que lo hagamos. “Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes” (Deuteronomio 6:6-7).
Dios sabe que los niños aprenden mejor mediante la actividad y el ejemplo de los adultos. En los versículos 6 y 7, Dios anima a los padres a capturar los sucesos de la vida cotidiana y utilizarlos para transmitir importantes lecciones espirituales. Dios dice que debemos enseñar a nuestros hijos en nuestra “casa”, en el “camino”, por la mañana y por la noche. En otras palabras, ser un padre responsable es un trabajo de 24 horas al día.
Haga que sus hijos participen
La preparación para los días santos de primavera nos brinda amplias oportunidades para enseñar a nuestros hijos lecciones espirituales vitales sobre el plan de Dios para la humanidad. Incluso Dios nos da instrucciones muy específicas para enseñarles sobre la Pascua y los Días de los Panes sin Levadura. “Y cuando os dijeren vuestros hijos: ¿Qué es este rito vuestro?, vosotros responderéis: Es la víctima de la Pascua de [el Eterno], el cual pasó por encima de las casas de los hijos de Israel en Egipto, cuando hirió a los egipcios, y libró nuestras casas. Entonces el pueblo se inclinó y adoró” (Éxodo 12:26-27).
No podemos dar por sentado que nuestros hijos aprenderán sobre los días santos de primavera escuchando sermones y estudios bíblicos. Usted y yo debemos enseñarles. La mejor manera de enseñarles es hacer que participen. Eso no es fácil; requerirá planificación y preparación de nuestra parte. Pero ¿tenemos realmente elección?
Encontrando el pecado
La lección espiritual más vital de la Pascua y de los días santos de primavera es la increíble capacidad destructora del pecado. El pecado humano provocó la muerte de Jesucristo. Y el pecado humano causará nuestra muerte eterna a menos que nos arrepintamos y busquemos la justicia de Dios (Romanos 6:23). La gran tragedia es que, con demasiada frecuencia, el pecado grave puede estar oculto a nuestra vista.
Pero hay un lado positivo en todo este conocimiento. Se encuentra en los Días de los Panes sin Levadura. Dios nos dio los días santos de primavera para enseñarnos que podemos encontrar el pecado y, con Su ayuda, apartarlo de nuestras vidas. Dios utiliza la lección física de la levadura para ayudarnos a los adultos a entender cómo funciona el pecado. Debemos mostrar a nuestros hijos cómo funciona el pecado haciendo que participen en la limpieza que realizamos para estos días. Encontrar la levadura es una actividad hecha a la medida para nuestros jóvenes. Cada niño, incluso los más pequeños, debería tener algún trabajo o actividad relacionada con la búsqueda de levadura. En nuestra familia, siempre hemos intentado asignar a cada niño una zona en particular de la casa. Cuando nuestros hijos eran pequeños, les indicábamos que buscaran levadura en su caja de juguetes. Sí, les hacíamos sacar cada juguete, lo cual siempre era muy divertido. No siempre encontrábamos levadura, pero se sentían parte de toda la actividad.
Cuando enseñe a sus hijos a buscar la levadura, búsquenla juntos. Hable con ellos sobre el pecado y cómo se asemeja a las migas: ¡está por todas partes! Asegúrese de planificar con antelación para poder pasar tiempo con sus hijos.
La preparación apresurada para estos días no favorece la enseñanza adecuada de los hijos.
Construya recuerdos
Algunos de los recuerdos más entrañables de mi familia giran en torno a los Días de los Panes sin Levadura. A lo largo de los años nos han sucedido muchos episodios graciosos relacionados con la levadura. Disfrutamos hablando de ellos cuando llega cada nueva temporada de días santos. Creemos que una situación que nos ocurrió es especialmente divertida.
Después de viajar cierta distancia para ir y volver de los servicios en un primer día de Panes sin Levadura, ¡nos detuvimos a comer pizza! No descubrimos nuestro error hasta que estábamos haciendo el pedido. En la caja registradora yo estaba ordenando los ingredientes más deliciosos que pudiéramos imaginar. “Sí, queremos doble queso, aceitunas negras, champiñones y carne picada”. Como me preocupaba la salud, ¡pensé en ensaladas! “También queremos ensaladas”. Después de pedir las ensaladas, dije muy obediente: “Y no pongan trozos de pan tostado en las ensaladas”. Entonces caímos en cuenta: la pizza también llevaría levadura. Atrapado en un torbellino de decisiones entre quedar mal y desperdiciar el dinero, dije rápidamente: “Ah, por cierto, ¡guarda la pizza también!”.
Hay muchas otras historias que podemos contar a partir de nuestras experiencias. De hecho, nuestra familia probablemente podría escribir un libro con esas historias. Las lecciones de estos días son recuerdos vivos para nosotros. Unos que no olvidamos fácilmente. Construya este tipo de recuerdos para su familia.
Para ello, haga que las actividades para los Días de los Panes sin Levadura sean divertidas. A los niños les encanta buscar cosas. Haga que buscar levadura sea una aventura. Cuando su hijo descubra la levadura, recompénselo. Este es un principio bíblico. “Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él” (Proverbios 22:6).
El ejemplo de los adultos
Con mucha frecuencia, Proverbios 22:6 ha sido visto sólo en el contexto de la disciplina infantil. Este versículo habla ciertamente de la disciplina, pero también incluye la importancia del ejemplo de los adultos. Los expertos coinciden en que los niños aprenden más eficazmente con el ejemplo. Este versículo nos muestra a todos los adultos que debemos dedicar tiempo a enseñar a nuestros hijos “el camino que deben seguir”.
Nuestros hijos aprenden a acercarse al camino de vida de Dios del mismo modo que nosotros. ¿Esperamos los días festivos de primavera de forma positiva y emocionante? ¿Buscamos diligentemente la levadura como Dios manda? (Éxodo 13:7; 1 Corintios 5:8). ¿Afrontamos con alegría la preparación para estos días?
Si somos positivos con respecto a esta temporada, nuestros hijos serán positivos. Si nos entusiasmamos, ellos se entusiasmarán. Si somos diligentes en nuestros preparativos, ellos serán diligentes. Dios diseñó los días santos para hacernos felices (Juan 13:17). Si estamos felices por los Días de los Panes sin Levadura, ¡nuestros hijos estarán felices!
Cuando todo está dicho y hecho, debemos recordar que cuando nuestros hijos crezcan actuarán básicamente como nosotros. ¡Debemos darnos cuenta de que estamos moldeando la futura relación de nuestros hijos con Dios por lo que nosotros hacemos hoy! Nuestros hijos necesitan vernos obedeciendo los requisitos de Dios para guardar los Días de los Panes sin Levadura. Es tradición en mi casa que yo desleude el tostador. No me gusta particularmente este trabajo; a veces, ni siquiera he intentado ocultar mi desagrado por él. Ahora este trabajo se ha convertido en una señal de que la Pascua está a las puertas. Cuando comienzo a sacudir ese tostador boca abajo, ¡sólo faltan 24 horas para la Pascua!
Construyendo la Familia de Dios
Las tradiciones unen a una familia. En Su plan de los días santos, Dios nos ha dado tradiciones que tienen un gran significado para nosotros. Dios nos ha dado tradiciones que durarán para siempre (Levítico 23). La participación activa de todos los miembros de la familia en estos días santos le dará tradiciones memorables y construirá la unidad familiar.
Sin embargo, debemos mirar más allá de nuestra propia familia. Es cierto que Dios nos ha dado tradiciones en esta vida para que seamos felices. Pero Dios también quiere lograr mucho más que nuestra felicidad física. Dios quiere que tengamos familias fuertes, pero también quiere una fuerte Familia espiritual propia. “¿No hizo él uno, habiendo en él abundancia de espíritu? ¿Y por qué uno? Porque buscaba una descendencia para Dios. Guardaos, pues, en vuestro espíritu, y no seáis desleales para con la mujer de vuestra juventud” (Malaquías 2:15). Dios quiere una Familia justa con hijos divinos.
Debemos darnos cuenta de que al guardar fielmente los Días de los Panes sin Levadura como familias individuales, en realidad estamos construyendo la Familia de Dios. No tomemos esta época del año a la ligera ni la planifiquemos descuidadamente. Faltan pocas semanas para la Pascua. Planifique actividades importantes para su familia. Si hace de los preparativos de los Días de los Panes sin Levadura una actividad familiar, los beneficios durarán para siempre.