“Su personalidad es un poder si la desarrolla y la entrena con gracia para influir y persuadir a los demás correctamente, para llevar gozo, ánimo, luz e inspiración a otros, para guiarlos como deben ser guiados” Herbert W. Armstrong escribió esto en un artículo de Las Buenas Noticias en 1951.
¿Hasta qué punto entrenas tu personalidad como una herramienta para servir a los demás? El Sr. Armstrong continuó: “La mayoría de la gente deja que su personalidad se estanque. Nunca hacen nada para mejorarla o desarrollarla; sin embargo, una personalidad encantadora, cautivadora y persuasiva es una de las mayores fuerzas para el bien con las que le dotó el Dios omnisapiente”.
Una personalidad de realeza es “una de las mayores fuerzas para el bien”. ¡Qué afirmación tan poderosa! Desarrollar tu personalidad se reduce a intentar activamente vivir el modo del dar en cada interacción. Piensa en cómo puedes dar y qué puedes ofrecer a una situación a través de tu personalidad.
Vivir el camino del dar hace que tus interacciones con otras personas brillen—se vuelven interesantes y emocionantes. A medida que aprendas a contribuir a las conversaciones y a descubrir las pepitas de oro de la personalidad de los demás —haciéndoles reír y dándoles alegría— estarás construyendo un aspecto de realeza.
Ron Fraser escribió en un artículo del Philadelphia News (Noticias de la Idf) de 2011: “Aspirar al más alto nivel de elegancia en la presentación personal, el porte general, los modales, el habla y la apreciación de las cosas más finas de la vida es un requisito de la realeza”. La realeza en este mundo recibe una formación específica sobre cómo presentarse. Ellos representan a la corona real y deben ser conscientes de este estándar cuando interactúan con otras personas. Debes pensar en esto como representante del nuevo trono de David. Formamos parte de una cultura real—¡somos miembros de la realeza!
Un artículo de la revista La Pura Verdad de febrero de 1967 titulado “Construya la personalidad de un rey” daba cinco maneras para prepararse para ser rey. La segunda era: “Añada entusiasmo y humor a su vida”. Entusiasmo es sabor, es interés, emoción, gozo constante, gusto. El entusiasmo y el humor son cualidades entrañables de la personalidad de alguien. Tenemos que saber reír y ver las cosas divertidas de la vida, y estar dispuestos a reírnos de nosotros mismos.
Esta cualidad es algo que se ve con frecuencia en los grandes líderes. El artículo dice: “Una de las cualidades más atrayentes en una persona —especialmente de un líder— es la capacidad de ver el lado gracioso de las cosas, incluso de sí mismo. El Sr. Armstrong ha hablado de uno de los grandes presidentes de bancos americanos que conoció hace muchos años y que tenía un cartel colgado en la pared detrás de su escritorio que proclamaba: ‘¡No te tomes demasiado en serio!”. Esto se trata de dejar de lado nuestra vanidad. Cuando uno se preocupa por proteger su imagen, pierde la capacidad de disfrutar.
Queremos que todos los adolescentes de Dios se sientan libres de ser ellos mismos, que dejen irradiar su personalidad y estén llenos de alegría y vida. Está bien tener entusiasmo por lo que haces. ¡Queremos ver más de eso!
Proverbios 15:13 dice: “El corazón alegre hermosea el rostro; mas por el dolor del corazón el espíritu se abate”. La Nueva Versión Internacional dice: “Un corazón feliz alegra el rostro, pero la tristeza de corazón quebranta el espíritu”. Dios quiere que mostremos con nuestro rostro que somos felices. Un rostro alegre es un rasgo divino. El Matthew Henry’s Commentary escribe con respecto a este versículo: “Se nos recomienda la alegría sin malicia, como aquello que contribuye a la salud del cuerpo, haciendo a los hombres tener ánimo y ser aptos para los negocios, y a lo agradable de la conversación, haciendo brillar el rostro y haciéndonos agradables unos a otros. Un espíritu alegre, bajo el gobierno de la sabiduría y la gracia, es un gran ornamento para la religión, da más brillo a la belleza de la santidad y hace a los hombres más capaces de hacer el bien”.
En 1 Corintios 15:41 se lee: “Una es la gloria del sol, otra la gloria de la luna, y otra la gloria de las estrellas, pues una estrella es diferente de otra en gloria”. En El Evangelio de Juan: El amor de Dios, Gerald Flurry explica: “Algunas estrellas son más grandes y luminosas que otras. ¡Dios realmente quiere que tengamos mucha gloria! Él quiere que tengamos la máxima ‘gloria estelar’ posible cuando nazcamos en la Familia Dios”.
“Incluso en la actualidad, deberíamos brillar con una cierta gloria. ¡Nuestra faz debería brillar con felicidad”. Si en tu hoja de calificaciones apareciera “felicidad en el rostro”, ¿qué nota obtendrías? Esto es importante para tener una personalidad de realeza.
El Sr. Flurry continúa: “Isaías 3:9 describe cómo por culpa de los pecados de Israel, ‘La apariencia de sus rostros testifica contra ellos…’. Miren a su alrededor y verán mucha gente infeliz en este mundo, gente en los lazos del pecado”. ¿Puedes ver eso? Hay muchas “estrellas” en este mundo —actores, modelos, influencers— que son físicamente hermosas, ¿pero irradian alegría? La mayoría de la gente luce infeliz, y esto es causado por el pecado.
El Sr. Flurry dice: “¡Nosotros en la Iglesia de Dios deberíamos irradiar algo enteramente diferente! Creo que, en un modo general, nosotros pudiéramos determinar qué tanta calidad estelar tendremos en el futuro, viendo qué tanto nuestro rostro brilla hoy día con felicidad y gozo. Dios quiere hacernos feliz. ¡Él ha ordenado que seamos felices! Y nos ha instruido exactamente en cómo conseguirlo: ‘Si sabéis estas cosas, bienaventurados sois si las hacéis”. Eres verdaderamente feliz cuando vives la ley de amor de Dios, el camino del dar. ¡Eso es lo que nos hace felices!
En el artículo “Desarrolle la personalidad de una duquesa” de La Visión Real de julio-agosto de 2022, el primer punto es: “Sonría a menudo y haga contacto visual”. En él, Paris Roberts escribe: “La Reina y la duquesa de Cambridge rara vez se ven sin una expresión facial favorecedora. Esto no se debe a que tengan rostros naturalmente agradables y tranquilos, sino que han puesto atención y concentración en sus expresiones faciales. La primera manifestación de una personalidad negativa aparece en el rostro. Una sonrisa escasa o nula no invita a los demás a acercarse a usted. Por otra parte, la sonrisa rompe barreras. Desarma a la gente y la hace accesible al instante”.
Proverbios 15:15 dice: “[M]as el de corazón contento tiene un banquete continuo”. Tener un corazón alegre te convierte en una persona mucho más agradable con la cual estar. No te excedas y conviertas cada situación en una broma o llames la atención hacia ti. Pero tampoco seas tímido ni apagues esa chispa por vanidad. Ten la clase de entusiasmo y humor que da a otros y hace la vida más agradable para todos.
Proverbios 17:22 dice: “El corazón alegre constituye buen remedio; mas el espíritu triste seca los huesos”. Tener un corazón alegre fortalece tu salud. Si te sientes pésimo, sonreír te ayuda a sentirte mejor. Por ejemplo, cuando estés corriendo una larga distancia y te sientas cansado, presa de dolores y molestias, el simple hecho de sonreír te dará instantáneamente un impulso de energía.
Ese artículo de La Visión Real prosigue: “Nuestras expresiones faciales son como un indicio de nuestra personalidad. Si su felicidad puede verse desde la distancia gracias a su sonrisa, usted probablemente es una persona más amigable y positiva”.
El catálogo del Herbert W. Armstrong College establece siete objetivos para los estudiantes con el propósito de presentar “una educación equilibrada, con énfasis en el desarrollo del carácter y la cultura correcta”. El número cuatro de esa lista es: “Llegar a ser más extrovertidos, considerados, hablar bien y con sentido del humor”. Dios tiene un maravilloso sentido del humor. ¡El Salmo 2 dice que Dios se ríe! Mira las creaciones de Dios y podrás ver Su humor.
Jeremías Jacques escribe en su artículo “El valor del humor”: “[C]onsidere el ejemplo del siervo de Dios, Elías, cuando hablaba con un grupo de profetas paganos en 1 Reyes 18. Estos profetas paganos estuvieron mucho tiempo intentando que su falso dios se manifestara. Gritaban y saltaban de un lado a otro, pero fue en vano. Por supuesto, Elías sabía que su dios era imaginario. Su dios era una construcción social de su propia invención. Pero en lugar de decirles secamente a estos paganos que su dios era falso, Elías hizo algo divertido. Les dijo: ‘¡Griten más fuerte! Es un dios, así que tal vez esté ocupado. Quizás esté haciendo sus necesidades. Quizás esté ocupado en algún lugar. Tal vez está durmiendo una siesta, y alguien necesite despertarlo’ (1 Reyes 18:27; Versión Estándar Internacional)”.
Eclesiastés 3:4 dice que hay un tiempo para reír. Desarrolla este aspecto de tu personalidad real, “para influir y persuadir con gracia a otros correctamente, para llevar gozo, ánimo, luz e inspiración a otros, para guiarlos como deben ser guiados. (…) Una personalidad encantadora, cautivadora y persuasiva es una de las mayores fuerzas para el bien con las que te dotó el Dios omnisapiente”. Comparte este aspecto de tu personalidad con más gente, no sólo con tus amigos cercanos. Añadir entusiasmo y humor a tu vida es una clave maravillosa para construir una personalidad de realeza.