Una reina de Sabá
¿Estarás preparado?

Dios es un obrero. Desde el principio, creó al hombre para trabajar, labrar y mantener. Su intención para nosotros es que produzcamos, crezcamos y nos desarrollemos. Esto es lo que al final nos hace felices: el logro, el crecimiento, la responsabilidad y el trabajo. Son bendiciones maravillosas. Este mundo nos muestra lo que sucede cuando el hombre es abandonado a su suerte sin restricciones ni propósito.

Mi padre escribe en el folleto Las epístolas de Pedro: Una esperanza viviente: “Usted nunca trabajará diligentemente para Dios si no está lleno de alegría anticipada por el glorioso futuro que le espera a la Familia de Dios. Si nuestra mente está sólo en las cosas de este mundo, estaremos envueltos en depresión, estrés y desaliento. Pero así no es como Dios piensa. Si fuéramos perfectos, no tendríamos esas emociones negativas; pero, por supuesto, no lo somos. Luchamos contra las dudas. Como Jonás, en nuestros momentos más débiles, ¡incluso podemos querer huir de nuestra responsabilidad para con Dios!”. Tenemos que empujar y mantener nuestra atención en nuestro glorioso futuro. Hay que saber y mirar hacia dónde nos lleva la Obra de Dios.

El Sr. Flurry prosigue: “Cada causa tiene su efecto. Hay una CAUSA de la esperanza y el gozo, y hay una CAUSA de la depresión y el desaliento. Usted no encontrará esperanza fuera de la fuente donde Pedro la encontró. Debemos buscar profundamente en la Palabra de Dios, ¡porque dentro de ella hay esperanza ilimitada!”. Ahondamos en la Biblia para poder entender este mundo y lo que está por venir. Esa es la esperanza en la verdad de Dios.

Una visita extranjera

1 Reyes 10:1 dice: “Oyendo la reina de Sabá la fama que Salomón había alcanzado por el nombre de [el Eterno], vino a probarle con preguntas difíciles”. La reina de Sabá había oído rumores sobre lo alegre y productivo que era el reino de Israel y tenía que verlo por sí misma. Cuando lo hizo, quedó impresionada por lo que presenció.

“Y cuando la reina de Sabá vio toda la sabiduría de Salomón, y la casa que había edificado, asimismo la comida de su mesa, las habitaciones de sus oficiales, el estado y los vestidos de los que le servían, sus maestresalas, y sus holocaustos que ofrecía en la casa de [el Eterno], se quedó asombrada” (versículos 4-5). Esto la sobrecogió. Ella no podía creer la gloria, majestad y esplendor del reino de Salomón. Esto muestra el impacto que un ambiente piadoso puede tener en la gente del mundo cuyas mentes no están abiertas a la verdad de Dios. ¿Qué tipo de impacto debería tener este ambiente en nosotros individualmente?

La reina de Sabá respondió a Salomón: “… Verdad es lo que oí en mi tierra de tus cosas y de tu sabiduría, pero yo no lo creía, hasta que he venido, y mis ojos han visto que ni aun se me dijo la mitad; es mayor tu sabiduría y bien que la fama que yo había oído” (versículos 6-7). La reina de Sabá dijo: ¡Lo que tienes aquí es realmente especial!

Dice en el versículo 8: “Bienaventurados tus hombres, dichosos estos tus siervos, que están continuamente delante de ti, y oyen tu sabiduría”. Ella tomó nota del semblante feliz y positivo de todos en la corte de Salomón. ¡Este ambiente positivo era tan inusual que le llamó la atención! Si alguien del mundo viniera a tu congregación y te observara, ¿qué diría? ¿Qué impresión le darías?

En un ambiente positivo y alegre, lo que destaca es cuando una persona está negativa, decaída, desanimada y desesperada. Todo el mundo lucha a veces, pero no seas la persona que destaca de forma negativa. Contribuye a la positividad que fluye del estilo de vida de Dios. Ten madurez para tu energía positiva y alegre. Piensa y habla de las cosas de Dios. ¡Sé una influencia positiva para aquellos con los que vives y te relacionas!

“[El Eterno] tu Dios sea bendito, que se agradó de ti para ponerte en el trono de Israel; porque [el Eterno] ha amado siempre a Israel, te ha puesto por rey, para que hagas derecho y justicia” (versículo 9). Ella vio a Dios detrás de esta cultura positiva. Entendió el origen de la alegría en la corte de Salomón.

La reina respondió dando “… ciento veinte talentos de oro, y mucha especiería, y piedras preciosas; nunca vino tan gran cantidad de especias, como la reina de Sabá dio al rey Salomón” (versículo 10). Ella dio toda esta riqueza al rey de Israel; ¡qué respuesta al ser testigo de la grandeza de la sede de Dios!

Brad Macdonald escribió en su artículo “El trono de David une el universo”: “La humanidad necesita esperanza, educación, conocimiento correcto, paz, visión, motivación e inspiración. Todo ser humano necesita un momento así como el de la reina de Sabá. Y será nuestra responsabilidad como Esposa de Cristo en el trono de David proporcionar esto”.

Todos los seres humanos de la Tierra quedarán impresionados por el Reino de Dios cuando sea establecido. Se quedarán sobrecogidos. Los observarán a ustedes, ¡la Familia de Dios! Notarán lo felices que son; lo ocupados, eficientes, productivos y fructíferos que ustedes son.

¡Todo ser humano necesita este momento tipo reina de Sabá! Nuestro llamamiento es dar al mundo este ambiente de sede. El mundo tiene muchos problemas ahora mismo y necesita esta visión del Reino de Dios.

Ver lo espiritual

Lucas 10:38-40 dice: “Aconteció que yendo de camino, entró en una aldea; y una mujer llamada Marta le recibió en su casa. Esta tenía una hermana que se llamaba María, la cual, sentándose a los pies de Jesús, oía sus palabra. Pero Marta se preocupaba con muchos quehaceres, y acercándose, dijo: Señor, ¿no te da cuidado que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude”. Marta estaba frustrada. Estaba ocupada y ayudando, pero también era negativa y crítica, ¡diciéndole a Jesucristo que corrigiera a su hermana!

Cristo respondió diciendo: “… Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas”. Marta estaba ansiosa y dada a criticar pequeñeces. El versículo 42 de la traducción de Weymouth dice: “Y, sin embargo, sólo una cosa es realmente necesaria. María ha elegido la buena porción y no será privada de ella”. María estaba preocupada por el alimento espiritual disponible en esta reunión más que por todos los detalles físicos. Cristo estaba enfatizando con Marta el tener las prioridades correctas. El Comentario de Clarke escribe sobre estos versículos: “Mientras tú estás ocupada en proveer esa porción de comida perecedera para cuerpos perecederos, María ha escogido esa porción espiritual que permanece para siempre, y que no le será quitada; por lo tanto, no puedo ordenarle que deje su ocupación actual, y vaya a ayudarte a adelantar una serie de asuntos, que de ninguna manera son necesarios en este momento”.

A Marta le faltaba visión y se concentraba demasiado en lo físico. No veía el panorama general como debería haberlo hecho. ¡No estaba alegre con la presencia de Dios en la carne como debería haber estado! La actitud de Marta sobresalió y disgustó a Cristo; Él mantuvo sus emociones bajo control, ¡pero dijo su nombre dos veces!

Proverbios 3:9-10 dice: “Honra a [el Eterno] con tus bienes, y con las primicias de todos tus frutos; y serán llenos tus graneros con abundancia, y tus lagares rebosarán de mosto”. Todas estas bendiciones, incluso la abundancia física, vienen después de que damos honor, alabanzas y gracias a Dios. Él nos otorga bendiciones después de que Le mostramos nuestro agradecimiento en alabanza y obediencia.

“No menosprecies, hijo mío, el castigo de [el Eterno], ni te fatigues de su corrección; Porque [el Eterno] al que ama castiga, como el padre al hijo a quien quiere” (versículos 11-12). No desprecies la corrección porque demuestra que Dios te ama y quiere que sigas por el buen camino. La corrección es algo por lo que hay que ser positivo y alegrarse. “Bienaventurado el hombre que halla la sabiduría, y que obtiene la inteligencia; porque su ganancia es mejor que la ganancia de la plata, y sus frutos más que el oro fino” (versículos 13-14). Los israelitas encontraron la sabiduría durante los días de Salomón, la cima de la gloria y la majestad del antiguo Israel. La gente en Israel estaba llena de alegría y sabiduría, ¡y la reina de Sabá lo notó!

“Más preciosa es que las piedras preciosas; y todo lo que puedes desear, no se puede comparar a ella” (versículo 15). El materialismo de este mundo no puede compararse con la riqueza espiritual que Dios nos da. “Largura de días está en su mano derecha; en su izquierda, riquezas y honra. Sus caminos son caminos deleitosos, y todas sus veredas paz. Ella es árbol de vida a los que de ella echan mano, y bienaventurados son los que la retienen. [El Eterno] con sabiduría fundó la tierra; afirmó los cielos con inteligencia” (versículo 16-19).

El Sr. Flurry continúa en el folleto: “Considere cuidadosamente su vida de oración y mantenga en mente el retorno de Jesucristo. Asegúrese de hacer tiempo para oración. Asegúrese de que usted le está hablando a Dios —que consiga comunicarse con Él— todos los días. ¡Ore hasta que tenga una esperanza viviente! Ore y ore hasta llegar a tener esa esperanza viviente, ¡día tras día!”. Ora para tener una visión viva, esperanzada, alegre y abundante. Ora y lo conseguirás. Si estás luchando contra la negatividad y la crítica, ora hasta que tengas esa esperanza viva en tu corazón. ¡Es posible cambiar tu manera de pensar y poner tu mente en una dirección diferente!

Forma un espíritu agradecido

En Lucas 17 está el relato en el que Cristo sana a 10 leprosos que eran marginados y no podían relacionarse con la gente. “Y alzaron la voz, diciendo: ¡Jesús, Maestro, ten misericordia de nosotros! Cuando él los vio, les dijo: Id, mostraos a los sacerdotes. Y aconteció que mientras iban, fueron limpiados. Entonces uno de ellos, viendo que había sido sanado, volvió, glorificando a Dios a gran voz, y se postró rostro en tierra a sus pies, dándole gracias; y éste era samaritano” (versículos 13-16). ¡Éste estaba tan agradecido y apreciaba tanto que Dios lo limpiara!

El versículo 17 continúa: “Respondiendo Jesús, dijo: ¿No son diez los que fueron limpiados? Y los nueve, ¿dónde están?”. Cristo se preguntaba por qué los otros no se regocijaban y daban gracias. Esto le llamó la atención a Cristo al igual que la actitud de Marta, pero por las razones equivocadas. Este es el espíritu del negativismo y la crítica. No apreciaron ni estaban agradecidos por el milagro que Dios había hecho por ellos.

¡Dios es el dador de todo lo bueno! Asegúrate de darle gracias por toda la riqueza y prosperidad que disfrutas cada día. Si no le das gracias, Él se preguntará: ¿Qué está mal contigo? ¿Por qué eres tan negativo y crítico? ¡Este punto es muy importante para Cristo y para el Padre!

El Salmo 148:1-3 dice: “Alabad a [el Eterno] desde los cielos; alabadle en las alturas. Alabadle, vosotros todos sus ángeles; alabadle, vosotros todos sus ejércitos. Alabadle, sol y luna; alabadle, vosotras todas, lucientes estrellas”. ¡Dios dice que incluso los animales deben alabarle! Cuando son alimentados por el Padre, incluso los animales deben dar alabanzas. Todos, ¡participen en la alabanza a Dios!

Así era en el antiguo Israel, una nación carnal. Dios la estableció como un tipo del Reino de Dios venidero. La reina de Sabá no podía creer los rumores y tuvo que verlo por sí misma. Dijo: “Ni siquiera me he enterado de toda la verdad. Es tan tremendo que ni siquiera los rumores le hacían justicia. Forma ese tipo de positividad en tu familia y congregación porque ese es el ambiente que le daremos al mundo. Todos los que han vivido alguna vez verán a Dios, Su Reino, la Familia de Dios, y tendrán su propio momento como el de la reina de Sabá.