¿Quiere memorizar más de la Palabra de Dios? Es un esfuerzo noble, y hay muchas maneras de hacerlo. He aquí una forma que puede ayudarle a hacerlo. Requiere esfuerzo y perseverancia, pero es alcanzable cuando se aborda con un plan eficaz.
El primer paso consiste en enfocarse en este digno desafío que cambia la vida con una mentalidad positiva. Requiere una determinación inspirada y conforme a Dios. Sepa que puede lograr cualquier cosa que esté en línea con la Palabra de Dios con Su ayuda (Mateo 19:26; Juan 14:13-14). Juan 14:26 dice que un beneficio maravilloso del Espíritu Santo de Dios es que puede ayudarnos a recordar. Esta es una promesa de nuestro Dios, y Él no puede mentir (Tito 1:2).
Aquí veremos siete pasos para grabar la Palabra de Dios en su mente.
1) Seleccione Escrituras para memorizar
Elija las Escrituras que quiere memorizar. Si está tomando una clase en la que se asigna un trabajo de memorización, esto ya está hecho para usted. Sin embargo, a menudo se encontrará con pasajes clave que le gustaría grabar en su memoria a largo plazo durante los estudios bíblicos, sermones y conferencias, o cuando lee artículos o folletos. Si está tomando notas, considere la posibilidad de marcar estos pasajes con un asterisco como indicador de que desea memorizarlos.
Un paso adicional y muy recomendable es mantener una lista de Escrituras de memoria en un cuaderno o en una lista electrónica. Esto es especialmente útil con el tiempo, para que pueda ver qué Escrituras ha aprendido. Además, si alguna vez pierde un grupo de tarjetas de memoria, es mucho más fácil saber qué tarjetas ha perdido.
¿Qué quiere decir con tarjetas de memoria? se preguntará. ¡Me alegra que pregunte!
2) Escriba tarjetas de memoria
Utilice su lista de pasajes bíblicos para escribir tarjetas. Puede usar tarjetas de unos 7 x 12 cm en blanco u otras hojas de papel. Escriba la referencia del libro, capítulo y versículo en un lado de la tarjeta y el versículo completo en el otro. Una vez que haya escrito la tarjeta, marque el asterisco en sus notas o marque el versículo como completo en su lista.
Se recomienda escribir las Escrituras a mano, ya que ayuda tanto a recordarlas como a comprenderlas. Hay estudios que han demostrado que la mayoría de las personas captan naturalmente más detalles al escribir con su puño y letra que tecleando. La escritura también mejora la memoria. Además, cuando repasamos nuestras tarjetas escritas a mano, nuestro cerebro reconoce nuestra escritura, lo que nos ayuda a recordar. Estos beneficios disminuyen o desaparecen si escribimos las Escrituras en la computadora o las seleccionamos de una aplicación electrónica para memorizar la Biblia, como BibleMemory.com. Sin embargo, una aplicación para memorizar la Biblia puede ser una buena herramienta secundaria.
3) Lea cada Escritura en su contexto
Probablemente hay una serie de Escrituras que, aunque no puede dar la referencia exacta del capítulo y el versículo, sabe exactamente en qué página de su Biblia están. Esta visualización también puede ayudarle a recordar. Cuando busque cada versículo, lea no sólo éste, sino quizá toda la sección o el capítulo entero para obtener el contexto del o los versículos que quiere memorizar.
Este paso puede parecer que lo está retrasando, pero en realidad está haciendo justo lo contrario. En nuestra sociedad acelerada, queremos que nuestros deseos se cumplan de inmediato. Sin embargo, en esta parte del proceso es momento de ir más despacio y profundizar. Conocer el contexto de las Escrituras le ayudará a establecer asociaciones a largo plazo. En este caso, busque otros pasajes conocidos o significativos que estén cerca y que pueda asociar con el versículo que ha elegido memorizar. Una vez más, esto ayuda a dar contexto y le permite vincular (asociar) una Escritura con otra.
4) Haga asociaciones
Investigaciones han demostrado que podemos mejorar significativamente nuestra memoria creando asociaciones. Éstas se producen cuando establecemos en nuestra mente una relación entre elementos.
Puede hacer esto cuando intente aprenderse el nombre de alguien. Si conoce a una persona que se llama Albert, puede pensar: “Parece muy listo”, y asociarlo con Albert Einstein. Usted ya sabe algo sobre Einstein y tiene un recuerdo establecido de él. Ahora ha vinculado su conocimiento de Einstein con este Albert, en lugar de intentar recordar su nombre de forma aislada. Esta asociación básica mejorará significativamente su capacidad para recordar su nombre.
Podemos hacer asociaciones similares con las Escrituras. Por ejemplo, veamos Efesios 2:8-9. Este pasaje explica que usted es salvo por gracia mediante la fe. Al principio del capítulo hay una Escritura muy conocida sobre Satanás. El versículo 2 nos informa que es el príncipe de la potestad del aire. Puede relacionar estas dos Escrituras pensando en cómo Satanás ha engañado a la mayor parte de la humanidad sobre lo que realmente es la gracia.
De seguro ha leído los versículos anteriores en su Biblia física. Las asociaciones visuales de dónde se encuentra la Escritura en la página también ayudarán a recordar y establecer el contexto.
Otro versículo que viene justo antes de Efesios 2:2 es Efesios 1:22. (Fíjese en la similitud de 2:2 y 22.) Este versículo del capítulo 1 pone las cosas en la perspectiva adecuada: Cristo está al mando. Una estrategia útil es memorizar juntos estos versículos.
Inicialmente, queríamos memorizar lo que dice en Efesios 2:8-9. Ahora estamos memorizando otras dos Escrituras: Efesios 2:2 y Efesios 1:22. Algunos pensarán: ¡Bono! Pero otros pensarán, ¿Qué? ¿Más Escrituras para memorizar?
Podría parecer que está aumentando el tiempo que toma memorizar una Escritura, pero de hecho, lo está haciendo más fácil para usted. Además, ¡le proporciona el beneficio de grabar más de la Palabra de Dios en su mente!
Al memorizar estas dos Escrituras adicionales, está creando asociaciones en su mente. Ha creado recuerdos almacenados sobre cada Escritura. Luego las ha unido. Esta vinculación mejora significativamente su capacidad para recordar esta información.
Lo maravilloso es que cuantas más Escrituras aprenda, más fácil le resultará hacer asociaciones con las Escrituras aprendidas previamente.
También puede pensar en una historia que pueda asociarse a la numeración.
Si usted es una persona artística o visual, tal vez pueda dibujar una imagen en su tarjeta (en el lado donde aparece la referencia bíblica). Cuando vea el dibujo, recordará exactamente lo que dice la Escritura. Incluso si no es un artista fantástico, un simple dibujo puede resultar muy útil (y estimular la parte creativa de su cerebro, que puede —con el uso repetitivo— aumentar su capacidad para resolver problemas y recordar).
Por ejemplo, si tiene dificultades para recordar Efesios 3:9, incluso después de relacionarlo contextualmente con las tres Escrituras anteriores, puede hacer un dibujo en la tarjeta. Tal vez la imagen podría ser un simple rectángulo, representando un libro, con las iniciales MDS [para El misterio de los siglos]. A un lado, podría decir “x 3”. El “MDS” no sólo proporciona el contexto para el versículo, sino que también es un recordatorio visual; las tres letras le ayudan a recordar que este versículo se encuentra en el capítulo 3. El “x 3” le indica que debe multiplicarlo por 3 para obtener el versículo. La mayoría de la gente recordará la imagen dibujada a mano cuando piense en el versículo y, con el tiempo, le ayudará a recordar la referencia bíblica. Si también ha relacionado esta Escritura con Efesios 1:22; 2:2 y 2:8-9, es probable que nunca olvide dónde se encuentra esta Escritura.
Busque las asociaciones o combinaciones de asociaciones que mejor le funcionen y úselas. No se limite a un solo capítulo o a un solo libro cuando haga estas asociaciones. Asociar versículos relacionados sobre un tema concreto es una forma útil de aprender y memorizar Escrituras. Tal vez otro versículo para memorizar tenga la misma combinación de capítulo y versículo, lo que lo convierte en otra buena asociación para hacer.
Antes de continuar con el siguiente paso, asegúrese de escribir nuevas tarjetas para las Escrituras adicionales que se hayan usado como asociaciones.
5) Haga una primera revisión enfocada
Cuando aprenda un nuevo conjunto de Escrituras, seleccione unas pocas a la vez. No se abrume. Esto puede ser fácil de hacer en la emoción de comenzar un nuevo proyecto. Entre tres y siete Escrituras es un buen punto de partida.
Después de leer el contexto y hacer las asociaciones, empiece a repasar sus tarjetas. Repáselas hasta que las acierte todas.
Durante la primera semana, puede mantener las tarjetas nuevas separadas del resto de las tarjetas para prestarles más atención. Después, mézclelas con las demás tarjetas.
Cuando acierte una tarjeta, colóquela al final de la pila o póngala sobre una mesa. Si se le escapa una tarjeta o tiene problemas con ella, vuelva a introducirla para revisarla. Cuando haya repasado todas las tarjetas sin tener que volver a introducir ninguna, lo habrá logrado.
Si puede repetir este ejercicio en un plazo de 30 minutos a una hora, mejorará significativamente la facilidad con la que puede recordar información.
6) Busque las Escrituras que le faltan
Cuando no pueda recordar una Escritura, búsquela en la Biblia. Este es un paso muy importante para retener la Escritura en la memoria a largo plazo. No se engañe a sí mismo ni se salte este paso. Lo más probable es que quiera seguir adelante y acertar la Escritura con un simple repaso, pero tomarse unos minutos para recordar el contexto y reforzar las señales visuales de dónde se encuentra en la página y su conexión con otros pasajes importantes, ayudará en gran medida a su memoria a largo plazo.
De este modo, la “vía lenta” es en realidad la “vía rápida”. A menudo, este es el paso más difícil de aplicar, pero su eficacia bien merece el esfuerzo.
7) Revise diariamente las tarjetas
Hebreos 5:14 dice: “Pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal”. Todos deseamos el alimento sólido de la Palabra de Dios. Si tenemos hambre y sed de ella, Dios promete saciarnos (Mateo 5:6). Esto sucede “por el uso”.
La palabra “uso” en este versículo significa hábito, o por implicación, práctica. Necesitamos el hábito de sumergirnos diariamente en la Palabra de Dios. En este caso, podemos hacerlo revisando las Escrituras diariamente.
Repasar es como recorrer un camino. Cuanto más lo recorramos, más consolidado estará y más fácil nos resultará recordar la información. Dios sabe exactamente cómo funciona nuestro cerebro: Él lo creó. Él nos dice cómo podemos crecer en nuestro entendimiento espiritual de Su Palabra: por el uso, o por el repaso y el aprendizaje diario.
Si de verdad quiere conocer las Escrituras, repáselas utilizando el lado de referencia escritural de la tarjeta (por ejemplo, “Hebreos 4:12”). Fíjese en la referencia del capítulo y el versículo, e intente repetir las palabras del versículo lo más literalmente posible sin darle la vuelta a la tarjeta. Cuando memorice las Escrituras palabra por palabra, también puede ser muy útil escribirlas varias veces o utilizar una aplicación como Scripture Typer.
Hágalo interesante. A medida que acumule más y más Escrituras, manténgalas en grupos y revise periódicamente cada grupo. Seguramente descubrirá que repasar las Escrituras es como reencontrarse cada vez con un viejo amigo. La recompensa de esta amistad no tiene precio.
Barra lateral: Piense una historia
Inventar situaciones hipotéticas, historias y ejemplos también puede ayudarnos a recordar. Hace algunos años, tuve la oportunidad de enseñar la Biblia en tercer y cuarto grado de primaria. Le pregunté a un alumno llamado Lucas si me ayudaría con un ejemplo y él aceptó.
Le pregunté: “Lucas, ¿podría confiar en que administrarás (usarás responsablemente) este billete de un dólar, si te lo diera?”.
“¡Sí!”, respondió con una gran sonrisa.
“Ahora Lucas, ¿y si te diera también un billete de 5 dólares? ¿También serías fiel y responsable con él?”.
Afirmó que sí, con una sonrisa aún mayor.
Continué: “Ahora, tengo un billete de 10 dólares aquí también. ¿Serías fiel con él también?”.
“¡Sí, señor!”.
“¿Entonces, cuánto sería todo eso? Empezamos con el billete más bajo (de menos valor) y subimos hasta un billete de 10 dólares. De 1, de 5 y de 10”.
“Serían 16 dólares”.
“Bien, tengo una última pregunta para ti. ¿Podrías también ser de confianza —ser fiel— en el manejo de la más pequeña de las monedas (en cuanto a tamaño); la moneda de diez centavos?”.
“Sí, señor”.
Luego pregunté a la clase: “¿Cuál es la cantidad total?”.
Dijeron: “16,10 dólares”.
“Esa es la Escritura: Lucas 16:10”.
Esa pequeña historia puede ayudarnos a recordar el pasaje de Lucas 16:10: “El que es fiel en lo muy poco, también en lo más es fiel; y el que en lo muy poco es injusto, también en lo más es injusto”.
Barra lateral: Asociaciones al margen de un libro
Como sabemos, la Biblia está presentada como un rompecabezas, un poquito allí, otro poquito allá (Isaías 28:10). A menudo encontrará Escrituras relacionadas en diferentes libros. Puede ser ventajoso memorizarlas juntas.
Aquí hay un ejemplo. Dos de las principales descripciones del origen de Satanás, su caída del poder y sus métodos destructivos se encuentran en Isaías 14 y Ezequiel 28. En primer lugar, podemos observar que la primera letra de cada uno de estos libros es “I” y “E”. Asociamos esto con la abreviatura comúnmente usada del latín “i.e.” que significa “por ejemplo”. Esto es útil porque ahora hemos creado una asociación que nos ayudará a recordar. La abreviatura “i.e.” está ahora asociada con los dos libros que contienen estas descripciones sobre Satanás.
Ahora veamos los DOS capítulos: 14 y 28. Catorce (de Isaías) por DOS es 28 (el capítulo de Ezequiel). Ahora tenemos una simple asociación matemática para ayudarnos a recordar los DOS capítulos.
¿Qué pasa con los versículos? Resulta que ambos conjuntos de Escrituras cubren el tema de Satanás principalmente en los versículos 12 al 17. ¡Bono!
Cuando esto se refuerce con los siete pasos, podrá recordar mejor estos dos pasajes de las Escrituras: Isaías 14:12-17 y Ezequiel 28:12-17.
A medida que añada Escrituras de memoria, consulte su lista existente de Escrituras memorizadas y vea si hay posibles asociaciones numéricas que pueda hacer u otras formas creativas de unirlas. De nuevo, esto ayuda a grabar recuerdos a largo plazo en nuestras mentes.
Barra lateral: Acepte el reto
A veces lo más difícil es saber por dónde comenzar. Si desea tener algunas Escrituras de memoria inicial para poner las cosas en movimiento, considere esto.
Se dice que toma alrededor de tres semanas establecer un hábito, y a veces más tiempo para hábitos más desafiantes. Mientras aprenda estas Escrituras, comience a seleccionar más para agregar a la lista. Recuerde repasar las Escrituras de las semanas anteriores. Si usted es consistente, encontrará que esto es relativamente rápido.
Si siete Escrituras le parecen demasiadas, pruebe con tres o cuatro a la vez. Apréndalas en grupos que tengan sentido para usted.
De cara al futuro, cuando tenga un gran número de Escrituras memorizadas, recuerde revisar los grupos más antiguos de vez en cuando. Si es una pila muy grande, divídala en pilas más pequeñas para que sea más manejable volver a ponerse al día. Si no recuerda la referencia de la Escritura, búsquela. Es la forma más rápida de grabarla en la memoria a largo plazo. Los frutos de su trabajo no pasarán desapercibidos. Dios recompensará su hambre y sed de Su Palabra. Recuerde pedirle ayuda con este proyecto.
¡Comience hoy mismo, y no se detenga! Persevere y deje que la mente de Dios esté en usted (Filipenses 2:5).
Semana 1
Mateo 5:6
Mateo 7:7-8
Mateo 19:26
Efesios 1:22
Efesios 2:2
Efesios 2:8-9
Efesios 3:9
Semana 2
Juan 14:15
Juan 14:26
Juan 15:15-16
Romanos 1:28
Filipenses 2:5
Filipenses 2:13
Tito 1:2
Semana 3
Proverbios 16:25
Isaías 1:18
Isaías 28:10
Jeremías 10:23-24
Mateo 4:4
Hebreos 4:12
Hebreos 5:14