¿Está usted siendo llamado?

La epístola de Judas está dirigida “a los santificados en Dios Padre, preservados en Jesucristo y llamados” [vkj]. Apocalipsis 17:14 dice que los que están con Jesucristo son “llamados, escogidos y fieles”. Romanos 8:28 dice que “a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados”. Muchas otras Escrituras hablan de este “llamado” divino.

¿Qué significa ser “llamado” por Dios? ¿Por qué Dios llama a algunas personas, pero no a otras? ¿No ama Dios a todos? ¿Está usted siendo llamado? ¿Cómo puede saberlo?

Jesucristo dijo en Juan 6:44 que “Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere…”. Esta declaración socava el error más ampliamente creído en la mayoría de las iglesias: ¡de que Dios está tratando de salvar al mundo entero hoy! Eso simplemente no es cierto.

A menos que Dios personalmente, intervenga milagrosamente en la vida de una persona y abra su mente, ¡esa persona no puede convertirse en cristiana! No es algo que uno pueda elegir, no importa cuánto lo desee. Dios debe tomar la decisión de llamar a la persona.

Adán y Eva, el primer hombre y mujer, rechazaron la autoridad de Dios. Y Dios bloqueó el camino al árbol de la vida (Génesis 3:24) impidiéndoles el acceso al mundo que descendía de Adán y Eva, en lugar de tratar de salvar a los seres humanos durante esta vida. A lo largo de la historia, Dios nunca ha llamado a la gran mayoría de las personas, ya sean no cristianas o cristianos profesantes. En la etapa actual del plan de Dios, Él ha llamado a muchas, pero muchas menos personas de lo que la mayoría de la gente piensa. Pero, al final de Su plan, ¡Él llamará a muchas más de lo que la mayoría de la gente podría imaginar!

Muchas Escrituras muestran que, a lo largo de las generaciones desde Adán y Eva, Dios ha llamado sólo a una pequeña minoría de personas, dándoles la oportunidad de creerle, obedecerle, hacer Su obra y recibir Su Espíritu Santo.

Cuando usted comprenda lo que significa ser llamado, comprenderá no sólo por qué Dios llama sólo a unos pocos en este momento, sino también entenderá el plan emocionante y lleno de esperanza de Dios, para todos los cristianos y no cristianos que alguna vez hayan vivido.

Incluso durante y después del ministerio de Jesucristo, el número de personas que Dios llamó, resultó siendo extremadamente pequeño. Solo 12 apóstoles y alrededor de 120 seguidores, en total (Lucas 6:13; Hechos 1:15). La palabra griega para “Iglesia” es ekklesia, que significa “llamados fuera”. Jesús dijo a Sus discípulos: “No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os he escogido a vosotros… [Vosotros] no sois del mundo, sino que yo os he escogido del mundo…” (Juan 15:16, 19). Los miembros de la Iglesia que Cristo fundó son llamados a salir de este mundo. Esa Iglesia continúa hasta el día de hoy.

¿Cómo llama Dios? Algunos piensan que es por una voz audible, o por un sentimiento fuerte o un evento impactante. Pero Dios llama a través de Su mensaje, por el poder de Su Espíritu Santo.

Note algo más: Jesucristo les dijo a Sus discípulos, “…a vosotros os es dado saber los misterios del reino de los cielos, pero a ellos no les es dado” (Mateo 13:10-11). Dios realmente codificó la Biblia (Isaías 28:10-13), y solo aquellos a quienes Él llama pueden entenderla completamente, usando el poder de Su Espíritu Santo (1 Corintios 2:9-10).

Si Dios le está llamando, llegará a tener una profunda creencia de que Dios existe y comenzará a reconocer Su autoridad. “El que se acerca a Dios debe creer que Él existe, y que es galardonador de los que le buscan con diligencia” (Hebreos 11:6, vkj). El Espíritu de Dios lo guiará a una cierta comprensión de lo que significa la Biblia, y de qué es Su mensaje para usted, personalmente. Tendrá hambre de la Palabra de Dios y permitirá que Dios le corrija. Deseará con fuerza acercarse a Dios (ver Juan 17:17; 2 Timoteo 3:16-17; Juan 4:24).

Si Dios le está llamando, comenzará a comprender las respuestas bíblicas a las preguntas más importantes de la vida. A medida que estudie la Biblia, comenzará a comprender lo que personalmente necesita hacer día a día para vivir de toda palabra de Dios (Lucas 4:4). Comenzará a entender la ley espiritual del amor de Dios (Romanos 13:8-10; Gálatas 5:14; Santiago 2:8). Será movido a hacer lo más difícil de todo: a admitir que ha obrado mal y que está equivocado, y luego a cambiar. Este es el comienzo del arrepentimiento al cual solo Dios le puede llevar (Romanos 2:4). Una actitud general de querer sinceramente obedecer a Dios le conducirá a cambios, sacrificios y frutos en su vida. Comenzará a luchar contra el pecado, el egoísmo y la voluntad propia, ¡y verá claramente que necesita el poder del Espíritu Santo de Dios!

Si Dios le está llamando, Su Espíritu Santo le conducirá a querer servirle y vivir el camino del dar apoyando a Su Obra. Usted querrá compartir lo más preciado de todo: el mensaje de Dios de advertencia y esperanza, con tantas personas como sea posible, apoyando Su Obra a través de Su Iglesia. También comprenderá que hay esperanza para el resto de la humanidad; tanto para los vivos como para muertos, que nunca han sido llamados.

Si Dios le está llamando, el Espíritu Santo de Dios ya ha comenzado a trabajar con usted (pero que aún no está en usted, como dice Juan 14:17). Usted ha comenzado a sentir la experiencia más increíble, monumental, significativa, alegre y emocionante que un ser humano puede experimentar. Y se dará cuenta de que esto es lo más importante de la vida, y que nada más importa en comparación.

Después de una consideración cuidadosa, quizás usted crea que Dios le está llamando. Si desea ayuda para comprender este tema y cómo esto se aplica a usted individualmente, puede comunicarse con un ministro de la Iglesia de Dios de Filadelfia escribiendo a este correo electrónico: visitrequests@pcog.org

¿Está usted siendo llamado?