Cada temporada de los días de las fiestas de primavera, nosotros desleudamos: limpiamos a fondo los casilleros, mochilas, habitaciones, electrodomésticos de cocina, automóviles, garajes, etcétera. Y a medida que desleudamos, nos examinamos a nosotros mismos en busca de “levadura” escondida, o pecado, y trabajamos para desleudarnos a nosotros mismos.
Muy a menudo, Dios escoge esta época del año para sacar a la luz los problemas en nuestra vida. Aunque muchas veces esto pueda resultar incomodo e incluso doloroso, es maravilloso, porque una vez que algo queda al descubierto, podemos afrontarlo. No puedes desleudar algo si no puedes ver la levadura.
¿Cómo te sientes cuando Dios expone uno de tus pecados? ¿Cómo te sientes cuando te corrigen por algo que estás haciendo mal?
El apóstol Pablo escribió: “Porque el Señor al que ama, disciplina…” (Hebreos 12:6). ¡Dios te corrige porque te ama!
La corrección no se siente bien en el momento: “Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados” (versículo 11).
Si respondemos al “desleudamiento” por parte de Dios de la manera correcta, ¡producirá hermosos resultados! Puede ser vergonzoso, puede doler, pero te ayudará a crecer. ¡Te hace más justo! De eso se trata esta época del año y, en muchos sentidos, toda nuestra vida.
Miremos una área donde la mayoría de los adolescentes en el mundo, e incluso muchos en la Iglesia de Dios, tienen mucha levadura: nuestro uso de la tecnología.
Dependemos tanto de la tecnología hoy en día. Para los estudiantes que toman clases de Imperial Academy en línea, ¡la tecnología hace posible recibir una educación piadosa de acuerdo a Dios! La tecnología hace posibles muchas cosas, pero también tiene graves problemas potenciales. Hace que sea fácil encontrar problemas. Y quizás aún más peligroso, hace que sea más fácil ocultar problemas, ocultar a los demás lo que hacemos.
Pero aunque puedas ocultar tus actividades en línea a otras personas, Dios lo ve todo. Y, a menudo, la gente que cree que se sale con la suya, en realidad no lo hace. Suele suceder que Dios pone al descubierto actividades que no deberían ocurrir y las detiene. Pero, y esto podría sorprenderte, no lo hace en todos los casos.
Déjame explicarlo.
Considera todas las salvaguardias que ya existen en la escuela de Dios y en Su Iglesia para evitar el mal uso de la tecnología. Imperial Academy (IA), por ejemplo, tiene la norma de que todos los sitios web que no sean el enlace de la clase están cerrados, y los programas de mensajería instantánea están prohibidos durante la clase. La Internet del campus de la Sede está equipada con varios bloqueadores de contenido. Para los estudiantes universitarios del colegio, el acceso a Internet se enciende a las 7 de la mañana y se apaga a las 10:30 de la noche. En 2020, Gerald Flurry prohibió los teléfonos inteligentes en IA y en el Armstrong College. ¡Dios se toma en serio el intento de protegernos!
Pero también te da libre albedrío. Deuteronomio 30:19 dice: “A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia”. Dios te da una opción, y tú debes elegir.
Dios quiere protegerte y usará a tus padres, tus maestros, la escuela, el ministerio e incluso a tus compañeros para hacerlo. Pero si estás decidido a meterte en problemas, ¡Dios te lo permitirá! Si estás decidido encontrar formas de evitar todas las reglas, límites y obstáculos que existen para ayudarte, si estás decidido a mentir y engañar para poder hacer lo que quieres, entonces habrá un momento en que Dios te dirá, Bien. Si eso es lo que quieres, adelante.
Muchos de ustedes tienen padres que los controlan. Pueden mantener tu computadora a la vista, mirar el historial de tu navegador, leer tus chats y monitorear tu actividad en línea. Esta es una red de seguridad útil. Pero algunos de ustedes no tienen tanta supervisión. Y si vienes a Armstrong College, tendrás más libertad. Los decanos no leerán tus textos y chats para asegurarse de que no te estás comunicando con personas que no deberías o haciendo comentarios subidos de tono o inapropiados.
Pero, por supuesto, Dios sí observa todos tus textos, chats e historiales de búsqueda, sin importar tu edad o circunstancias. Tú eres personalmente responsable ante Él por los sitios que visitas, las películas que ves, con quién hablas, lo que dices, las imágenes que compartes con los demás. Dios lo ve todo y te juzga por ello.
Veamos algunas áreas de la tecnología que debes examinar y desleudar donde sea necesario.
Mensajes de texto y chats
Piensa en esta declaración de Jesucristo: “O haced el árbol bueno, y su fruto bueno, o haced el árbol malo, y su fruto malo; porque por el fruto se conoce el árbol. ¡Generación de víboras! ¿Cómo podéis hablar lo bueno, siendo malos? Porque de la abundancia del corazón habla la boca.” (Mateo 12:33-34).
¿Qué hay en tu corazón? Sea lo que sea, saldrá a la luz en tus palabras y acciones, y Dios te juzgará por ello, tanto en lo bueno como en lo malo. Todos tendremos que dar cuenta de “toda palabra ociosa” (versículo 36).
En la era de los mensajes de texto, Snapchat, TikTok y otros medios de comunicación social, las “palabras ociosas” son fáciles de encontrar, y se propagan como un incendio. Enviar mensajes de texto y chatear no es necesariamente malo, pero fácilmente conduce a problemas. Creo que es una mala idea para los adolescentes. En general, creo que incluso los solteros deberían evitarlo, especialmente con personas del sexo opuesto.
Enviar o recibir un mensaje de texto hace que el cerebro libere dopamina, lo que crea una sensación agradable, un sentimiento de recompensa. La persona tiende a desear más de esos golpes de dopamina, por lo que los mensajes de texto se convierten rápidamente en una adicción.
Muchas personas intentan ser “multitareas” enviando mensajes de texto y chateando mientras hacen los deberes u otras actividades. Pero la multitarea no es más que otra palabra para referirse a un trabajo distraído y mediocre.
Si envías mensajes de texto y chateas, examina el tiempo que podrías estar perdiendo. Y examina de cerca el contenido de tus mensajes: ¿Sobre qué estás enviando mensajes de texto? Los chats pueden ser inocuos, pero también puede ser tontos y sin valor. Y los chats a menudo incluyen imágenes, memes y gifs que conducen a una mayor pérdida de tiempo navegando por Internet en busca del próximo meme divertido para compartir. Más allá de eso, es muy fácil que esto se convierta en intercambios inapropiados: insultos, quejas, opiniones odiosas, lenguaje mundano, referencias a la cultura pop fuera de lugar, insinuaciones, bromas picantes, comentarios sexualmente sugerentes, coqueteo.
¿Te sentirías cómodo dejando que tus padres o un ministro leyera tus mensajes de texto?
¿De qué deberían estar hablando ustedes como adolescentes de la realeza de Dios? “Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes” (Efesios 4:29). ¿Puedes decir honestamente que todos tus mensajes de texto y chats grupales son “edificantes” y tienen el “fin de dar gracia”? ¿O son corruptos?
“Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería [clamor, vkj] y maledicencia, y toda malicia” (versículo 31). ¿Tu conversación, en línea o en persona, tiene alguno de esos ingredientes? Clamor significa llanto, pena descontrolada. Maledicencia significa calumnia, discurso que hiere el buen nombre de otra persona, o discurso contra Dios. Malicia significa problema, mala voluntad, deseo de dañar, depravación, maldad que no se avergüenza de quebrantar las leyes. Estas cosas pueden abarcar muchos temas. Por ejemplo, ¿desdeñas a otras razas o países? ¿Qué pensaría de ello el Dios que creó esas razas? ¿Aprobaría algo así el Dios que quiere que todas las personas de todas las naciones estén en Su Familia?
Ahora lee el contraste: “Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo. Sed, pues imitadores de Dios como hijos amados; Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a asimismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante” (Efesios 4:32; 5:1-2). ¡Eso está describiendo un hermoso discurso!
Los versículos 3 al 4 continúan: “Pero fornicación y toda inmundicia, o avaricia, ni aun se nombre entre vosotros, como conviene a santos; ni palabras deshonestas, ni necedades, ni truhanerías, que no convienen, sino antes bien acciones de gracias”. Hay cosas de las que no se debe hablar. Sin embargo, ¿no dirías que las “palabras deshonestas”, las “necedades” y las “truhanerías” [chanzas] incorrectas describen muchos chats de grupo? Proverbios 15:2 dice: “La lengua de los sabios adornará la sabiduría; mas la boca de los necios hablará sandeces”. Aunque tú o tus amigos no estén “hablando sandeces”, los memes, los videos de YouTube y las canciones de Spotify que comparten podrían estarlo haciendo.
Como miembro de la realeza de Dios, debes andar como los hijos de luz, no de las tinieblas de este mundo (Efesios 5:7-8). Y cuando otros empiecen a meterse en la oscuridad, no les sigas la corriente. ¡En cambio, reprende y corrige eso! (versículo 11).
“Porque da vergüenza aun mencionar lo que los desobedientes hacen en secreto. Pero todo lo expuesto por la luz se hace visible, y todo lo que se ilumina se convierte en una luz” (versículo 12-13; New International Version [traducción nuestra al español]). Esfuérzate por la luz, no por la oscuridad, en tus textos y chats.
Esto nos lleva al siguiente punto que hay que considerar y desleudar en el uso de la tecnología.
Mentira y engaño
Además de que el contenido en sí es un problema, es usual que los chats o grupos de reunión inapropiados se inicien en secreto, sin el permiso o el conocimiento de los padres. ¿Por qué ir a espaldas de tus padres? Porque sabes que estás rompiendo sus reglas. Como suele ser el caso con este tipo de comportamiento, se ve agravado por el engaño.
Muchos adolescentes tienen cuidado de eliminar las conversaciones de texto con regularidad, si no después de cada uso. Muchos adolescentes son buenos para cubrir sus huellas, aunque algunos sin darse cuenta cometen errores torpes que les permiten a los padres descubrir lo que querían ocultar.
Algunos adolescentes han pensado, bueno, se llevaron este dispositivo, eliminaron esa aplicación, pero los engañe. Encontré un escape que me permite seguir escuchando esa música o viendo esos videos o chateando con esa persona. No son lo suficientemente inteligentes como para quitarme eso.
Espero que puedas ver claramente lo equivocada que es esa mentalidad. Recuerda que Dios te da una elección. Si un adolescente está decidido a saltarse las reglas, a mentir sobre ello y a cubrir su rastro, entonces, felicidades, ha encontrado una manera de pecar. Pero eso no lo hace más inteligente que sus padres o cualquier otra persona. Eso sólo significa que está eligiendo la muerte, ¡y Dios no está obligado a protegerlo de sí mismo!
Números 32:23 dice: “Mas si así no lo hacéis, he aquí habréis pecado ante [el Eterno]; y sabed que vuestro pecado os alcanzará”. Adolescentes, Dios les dará suficiente espacio para cometer errores. En muchos casos Él los dejará al descubierto antes de que se arraiguen demasiado y causen un daño aun mayor a su conciencia, antes de que cometan errores irreversibles. Les permitirá cometer errores hasta el punto de que puedan verse bien a sí mismos. Quiere que vean lo fácil que es involucrarse en cosas que no deberían, que vean cómo una cosa lleva a la otra, cómo empieza a llevarlos por el camino equivocado, hasta que en poco tiempo están haciendo cosas que nunca antes habrían imaginado hacer.
Auto examinación regular
1 Corintios 11:28 dice que los miembros bautizados de la Iglesia deben examinarse antes de tomar la Pascua. Pero, bautizados o no, el autoexamen debe ser una parte regular de todas nuestras vidas, especialmente en esta época del año.
Ten cuidado con la naturaleza humana que se interpone en el camino del autoexamen honesto. Todos tendemos a pensar que somos buenos porque no queremos enfrentarnos a nuestros defectos. Es fácil subestimar lo pecador que eres y lo mucho que Satanás influye en ti. Es natural defender tus errores en lugar de tratar de cambiarlos. En el proceso, puedes engañarte fácilmente a ti mismo y a los demás, incluyendo a tus padres.
Adolescentes, ¡los desafío a que superen estos obstáculos y se examinen realmente a sí mismos! Vean dónde se han dejado atrapar por la mundanalidad, ya sea en malas palabras, en memes sugestivos, en ridiculizar a la gente o en cualquier número de cosas.
Hazte esta importante pregunta: ¿Qué tan diferente soy del mundo?
Quiero animarte a que hables con tus padres. Se honesto. Si has estado haciendo un mal uso de la tecnología, muestrales. Saca todo a la luz. Deja que Dios te desleude antes de los días santos. ¡Dondequiera que Él exponga un problema, agradece por eso, y luego haz todo lo posible para eliminarlo por completo!