Hazlo realidad
El poder de combinar la Palabra de Dios con tu imaginación.

La Palabra de Dios nos dice cómo será el futuro. Crea una visión poderosa que debe encender nuestra imaginación, y los jóvenes deben usar esa imaginación mientras estudian las Escrituras.

Me gustaría que consideraras una forma en que Herbert W. Armstrong hizo eso con una escritura específica, tanto para él como para toda la Iglesia. El logo que estableció para la Iglesia de Dios Universal se basó en una escena que se encuentra en Isaías 11:6: “Morará el lobo con el cordero, y el leopardo con el cabrito se acostará; el becerro y el león y la bestia doméstica andarán juntos, y un niño los pastoreará”.

Esa escritura encendió la imaginación del Sr. Armstrong. Él comprendió lo conmovedora y poderosa que es esta imagen de paz. En una ocasión, la utilizó en la introducción del programa de televisión de la Iglesia, con un león de verdad de carne y hueso.

Seguramente has visto a menudo el famoso rugido del león de la mgm antes de que comience una película. El Sr. Armstrong también lo había visto y contrató a ese león para el programa de televisión de la Iglesia. Él escribió: “Él [el león de mgm] era grande, de aspecto poderoso, majestuoso. Y era casi manso, casi, ¡pero no nos atrevimos a confiar en que fuera del todo manso!”

“Este león, ¡un león de verdad, en carne y hueso!, fue traído por sus entrenadores al campus del Ambassador College, y se le permitió salir de su jaula en su gran camión, y entrar en el recinto frente a Mayfair, una de nuestras residencias de estudiantes femeninas. Sin duda, parecía manso. Pero su adiestrador me explicó que no estaba ni cansado ni del todo manso: ¡sólo era perezoso!”. (Autobiografía de Herbert W. Armstrong).

Ahora puedo imaginarlo: Un león vivo, que respira y ruge, de hecho, probablemente el león más famoso de la Tierra, en el campus de Dios para representar lo que probablemente sea la escena más pacífica de toda la Biblia. Y esto ayuda a mostrar lo poco pacífico que es nuestro mundo hoy en día. Considera las precauciones que tuvieron que tomar para filmar un león real:

“Tuvimos que obtener un permiso de la ciudad de Pasadena para tenerlo allí”.

“Pero, al planificar esto, tuvimos que decidir cómo podíamos fotografiar a un cordero indefenso junto a esta gran bestia, y a una niña pequeña pastoreándolos. Decidimos no arriesgarnos. Nuestros productores de cine dijeron que podíamos hacerlo con un montaje, usando dos fotografías.

“Los productores decidieron que la niña debía ser una actriz infantil profesional. Creo que los requisitos del sindicato tuvieron algo que ver. Consiguieron a la niña y el cordero. Fotografiamos al león, entrenado por su entrenador para que se moviera lentamente hacia la cámara. Luego, una vez que el león estaba de nuevo a salvo en su jaula, y con la cámara bien fijada en la misma posición exacta en su trípode, hicimos que la niña y el cordero se acercaran a la cámara, y a un pie o dos del lugar por donde había caminado el león. Más tarde, el editor del video mezcló los dos, de modo que, cuando apareció en las pantallas de televisión en la emisión, teníamos la imagen de la niña guiando al feroz león y al tierno corderito”.

“Sí, ¡ya estábamos en las películas!”

En el mundo actual, los leones son tan peligrosos que nunca se permitió que la niña estuviera cerca del león. ¡Y el Sr. Armstrong se encontraba en presencia de este animal magnífico y majestuoso, aunque feroz, imaginando una época en la que la paz se esparcirá en toda la Tierra!

La descripción de Isaías 11 ha estado disponible para la humanidad durante miles de años. Pero fíjate en la visión inspiradora que el Sr. Armstrong fue capaz de ofrecer con ella.

Piensa en el término “Milenio”. En realidad, no es la forma principal en que nos referimos al Reino que Cristo establecerá. Así que te pregunto, ¿cómo lo llamamos nosotros? ¿Cómo lo llamas tu? Hasta este momento, he evitado a propósito escribirlo en este artículo, y no ha sido fácil: lo llamamos “el Mundo de Mañana”.

Mira lo que el Sr. Armstrong hizo con ese concepto. Él estudió en oración los versículos que hablan de ese tiempo venidero. Luego meditó en ello, razonó con Dios (Isaías 1:18). Imaginó el reino de mil años de Cristo en su mente y lo desarrolló y lo detalló. Luego le dio a la Iglesia lo que Dios había revelado.

Por supuesto, su investigación fue meticulosa. Él estudió estas cosas a fondo. Arthur Conan Doyle dijo: “Dejar que el cerebro trabaje sin suficiente material es como acelerar un motor. Se hace pedazos”. En otras palabras, nuestra imaginación no funcionará si no hemos aprendido el material inicial. Ese concepto mundano de la meditación, que vaciamos nuestras cabezas, tarareamos y entonces esperamos a que los pensamientos brillantes fluyan, no funciona. Sencillamente, no es una meditación de acuerdo a Dios ni un estudio piadoso.

Considera ese folleto fabuloso: El Maravilloso Mundo de Mañana, ¿Cómo Será? Lo que vemos hoy en esas páginas comenzó con el Sr. Armstrong leyendo las páginas de su Biblia y meditando sobre ella, para luego pasar a la acción con lo que él imaginaba. Todo en ese folleto se basa en el libro: la Biblia, la Palabra de Dios. Ese concepto de “El Mundo de Mañana” salió en cientos de miles de folletos. El programa de televisión del Sr. Armstrong se titulaba El Mundo de Mañana. El sello de la Iglesia, un niño con un cordero y un león, hizo que esa idea fuera real para millones de espectadores. El Sr. Armstrong realmente se esforzó para darnos eso.

Esto era muy real en el ojo de su mente. Él pasó mucho tiempo estudiando estas cosas, y el resultado fue una visión que era palpable, que todo el mundo podía alcanzar y tocar, tan real, que es más probable que digamos “el Mundo de Mañana” que “el Milenio”.

Ese tiempo será inaugurado por ti. Si ustedes, jóvenes del Dios viviente, van a marcar el comienzo de ese tiempo de paz, tiene que hacerse realidad para ustedes hoy. Ustedes representan el mundo del mañana, un mundo de paz. Eres un embajador de ese Mundo del Mañana que viene.

Veamos un versículo emocionante sobre ti: “En lugar de tus padres serán tus hijos, a quienes harás príncipes en toda la tierra” (Salmo 45:16).

¿Puedes dejar que eso estimule tu imaginación como Isaías 11 estimuló al Sr. Armstrong? ¿Qué tan real es la visión de tu futuro en tu mente? ¿Cuánto anhelas ese momento en que serás un príncipe? ¿Puedes imaginarlo cuando oras: “Venga tu reino”? (Mateo 6:10). ¿Cuán específica es tu visión de ese futuro?

A menudo he escuchado a personas hacer comentarios como “En el Reino, estoy deseando conocer a Rachmaninoff”. Sin embargo, yo trabajo con el director de música de la Iglesia, Ryan Malone, a quien he oído decir en el curso de su trabajo diario “Voy a encargar a Rachmaninoff que escriba nuevas letras para sus obras corales”. Parece que él está presentando una visión del futuro, y no tomando nota para más adelante:

1) Escribir un nuevo episodio de Music for Life [Programa de radio de kpcg.fm]

2) Hacer un plan de clases para Rachmaninoff.

Más de una vez le he oído hablar de algunas de las cosas que habrá que hacer en el Mundo de Mañana para que algunas de las obras maestras de hoy sean apropiadas para el Mundo de Mañana. Él piensa en términos prácticos sobre nuestro futuro milenario.

Y, por supuesto, eso es simplemente una extensión de lo que el Sr. Armstrong nos enseñó, o sea, lo que aprendimos leyendo El Maravilloso Mundo de Mañana, ¿Cómo Será? ¿Quieres encender aún más tu imaginación? Estudia ese folleto profundamente. Lee todo Isaías 11 y las otras escrituras que el Sr. Armstrong escribió. Imagina esa utopía venidera y tu lugar en ella como uno de los futuros príncipes o princesas que Dios está preparando hoy. Y mientras examinas estas magníficas escrituras, aférrate a esa visión y hazla realidad.