Lo que la reproducción humana revela acerca de Dios
Entienda el verdadero origen del hombre, ¡y entenderá el plan maestro de Dios!

La experiencia más emotiva que he tenido en mi vida es cuando vi nacer a mis dos hijos. Es una experiencia tan conmovedora y tan emotiva que prácticamente lo abruma a uno.

Hay una visión espiritual detrás de la reproducción humana que muy poca gente entiende. De hecho, nuestra sociedad está dominada por la creencia en la evolución, la que elimina por completo el verdadero sentido de la existencia humana.

Los evolucionistas dicen que debe haber un eslabón perdido entre el animal y el hombre, y dicen que ese eslabón es simplemente “el animal más inteligente”. Ellos nunca han encontrado ese eslabón, pero siguen creyendo en la evolución con una fe ciega.

Lo que quiero mostrarle también requiere fe para creer, pero no una fe ciega. Usted puede, y debe, probar cada una de estas palabras.

Hay un diablo, y él ha inspirado la evolución y su intento por relacionar al hombre con los animales tontos. Pero el hombre no está relacionado con los animales. No deberíamos mirar hacia abajo, hacia los animales, para saber de dónde venimos. ¡Deberíamos mirar hacia arriba!

¡El eslabón perdido de los orígenes del hombre es Jesucristo! Pero Él no nos relaciona con los animales, ¡nos relaciona con Dios el Padre! Jesucristo va a utilizar el poder del Espíritu Santo para llevarnos a la Familia Dios. Ése es el eslabón que falta. ¡Y es precisamente por lo que Satanás quiere engañar a los seres humanos sobre sus orígenes!

La gente se burla de usted si tiene fe en esta verdad, pero ellos tienen fe en un eslabón perdido que nunca ha sido encontrado y que nunca ha existido. Nunca han encontrado un fósil intermedio, mitad pájaro y mitad hombre, o mitad pez y mitad hombre. Tienen hipótesis de por qué es así, pero se empeñan en relacionarnos con las bestias en lugar de relacionarnos con el gran Dios.

El significado sagrado de la reproducción

Las personas que creen en la evolución realmente no pueden explicar el sexo. Creen que no tiene ningún propósito real más allá de la reproducción y que la reproducción tampoco tiene un propósito en sí.

Pero el sexo y la reproducción en los seres humanos es una relación sagrada ¡en el plano de Dios! El hombre es único en la Tierra. Los seres humanos son mucho más grandes que los animales, y el sexo y la reproducción en ellos son mucho más grande que lo que es en los animales.

¡No creo que haya ningún tema más profundo que éste! ¡Todas las personas necesitan entender el propósito del matrimonio, la familia, el sexo y la reproducción a nivel de Dios!

Dios el Padre está construyendo una familia, y Él elige quiénes serán Sus hijos y quiénes no. Cristo dijo que nadie puede venir a Dios a menos que Dios el Padre lo traiga (Juan 6:44). Romanos 8:14-17 describe que los seres humanos son engendrados como hijos de Dios.

Los niños son concebidos a través del acto sexual. Así es como todo ser humano llega a existir. ¿Cómo son concebidos los hijos de Dios? ¡Son engendrados cuando Dios el Padre pone Su Espíritu Santo en ellos! Así es como los verdaderos cristianos son engendrados espiritualmente. La concepción de los hijos a través del acto sexual representa cómo somos concebidos espiritualmente por el Espíritu Santo, ¡que es el poder de Dios!

Este mundo está engañado, no sólo sobre el “eslabón perdido”, ¡sino sobre la belleza y el propósito central y crucial del sexo! Dios nos creó y creó el sexo. Él lo creó para construir familias humanas. Y así de hermoso como es, Dios quiere que nos centremos en lo que el sexo y la reproducción representan en última instancia: ¡construir la Familia Dios!

El significado profundo no termina ahí. En la reproducción humana, un niño es concebido en el vientre de la mujer. La madre tiene a ese pequeño niño en su cuerpo, en el mejor lugar para protegerlo del daño físico. Su cuerpo nutre y alimenta a ese niño, y éste pasa por un periodo de crecimiento dentro de ella antes de que finalmente nazca. Ésta es una imagen exacta de lo que ocurre espiritualmente. A lo largo de toda la Biblia, una mujer es un tipo de la Iglesia. Después de que Dios engendra a un individuo con Su Espíritu Santo, tenemos un periodo de gestación durante el cual somos nutridos y crecemos dentro de la madre espiritual, la Iglesia. Efesios 4:11-13 describe a los verdaderos ministros de Dios cuidando de alimentar y proteger al rebaño, los santos no nacidos. La Iglesia enseña, aconseja y nutre a ese pequeño embrión espiritual para que pueda crecer en gracia y en conocimiento (2 Pedro 3:18), hasta que se desarrolle plenamente en el mismo carácter que tiene Dios, ¡cuando finalmente nazca en la Familia de Dios!

¿Comprende usted eso? Tiene que expandir su mente un poco. La reproducción física en su familia—su origen y el de todo ser humano, ¡es un testimonio continuo de que los seres humanos van a nacer en la Familia de Dios! Si usted entiende el propósito del sexo, el matrimonio y la familia, ¡esa visión permanece ante usted todo el tiempo!

¡Qué propósito tan ilustre y magnífico para el sexo, el matrimonio y la familia! Y cuando un niño pequeño sale del vientre de la madre, ¡eso representa la salvación del hombre! Teniendo en cuenta lo emotivo que es ver nacer físicamente a un pequeño niño, ¿cómo será ver nacer a seres espirituales en la Familia de Dios? ¡Qué magnífico!

Cuídese de otras “mujeres”, de otras Iglesias que le enseñan falsas doctrinas sobre Dios y Su plan. Jesucristo dijo específicamente que tuviéramos cuidado con los falsos profetas que dicen ser, y parecen ser, cristianos (Mateo 7:15; 24:4-5). Una vez que usted conoce la verdad, ellos son un verdadero peligro que pueden alejarle de su Esposo, Jesucristo.

El matrimonio

El sexo conduce al nacimiento de los hijos. ¿No significa eso que hay algo sagrado en éste?

El apóstol Pablo escribió: “Porque os celo con celo de Dios; pues os he desposado con un solo esposo, para presentaros como una virgen pura a Cristo” (2 Corintios 11:2). ¡Dios quiere que nuestros cuerpos y nuestras actitudes sean puros!

Ahora considere este interrogante: Si reproducir nuestra especie es el único propósito del sexo, ¿por qué Dios hizo que nos casáramos? Los animales reproducen su especie, pero no se casan. Si la reproducción es el único propósito del sexo, entonces el matrimonio no tiene sentido.

Sin embargo, Dios nos creó para casarnos.

Quizás la razón suprema por la que nos casamos es porque nos enseña y nos recuerda constantemente nuestra relación sagrada con Jesucristo. El matrimonio humano representa el matrimonio de la Iglesia de Dios con Cristo. Si usted entiende esta importante razón del matrimonio, hará que su matrimonio funcione maravillosamente y ayudará a sus hijos a desarrollarse maravillosamente.

Si usted quiere un matrimonio y una familia física feliz y exitosa, debe conocer los propósitos espirituales de por qué el matrimonio y la familia. Domine esta verdad y podrá tener el matrimonio más maravilloso y alegre que pueda soñar, si usted y su cónyuge lo hacen a la manera de Dios. Si usted es una persona joven, ¡dese cuenta de lo importante que es este aspecto de su vida! Es un gran desafío para una persona joven entender esto, ¡pero vale la pena!

Mire lo que Pablo escribió sobre el matrimonio en Efesios 5:21-32: “Someteos unos a otros en el temor de Dios. Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor; porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador. Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo. Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha. Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama. … Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne. Grande es este misterio; más yo digo esto respecto de Cristo y de la iglesia”.

Pablo describió aquí en detalle cómo hacer que un matrimonio funcione. Sin embargo, él dijo que el matrimonio del que realmente hablaba era con Jesucristo. La verdad es que, si guardamos las leyes de Dios en nuestros matrimonios humanos físicos, ¡finalmente nos casaremos con Jesucristo!

Observe cómo Herbert W. Armstrong enfatizó esto: “Por esta causa, por el matrimonio venidero (espiritualmente) entre Cristo y la Iglesia, porque la Iglesia es ahora, la Novia prometida, comprometida para casarse con Cristo; por esta razón, ¡Dios ordenó la institución del matrimonio para los seres humanos! ¡Pero no para los animales! ¡No para los ángeles!” (La dimensión desconocida de la sexualidad). Dios hizo el matrimonio por esta causa: ¡el matrimonio venidero de la Iglesia con Jesucristo!

Apocalipsis 19:7 describe el momento en que la “esposa de Cristo se ha preparado”. ¿Está preparado para casarse y acompañar a un Esposo perfecto que murió por usted y hace todo lo que puede por usted? Para ser parte de ese matrimonio, ¡usted debe prepararse!

¡Una verdad colosal!

¿Por qué el matrimonio humano? ¡Porque la Iglesia se va a casar con Jesucristo! ¿Por qué la familia humana? ¡Porque los seres humanos van a entrar en la Familia Dios!

Un esposo y una esposa crean una familia, y eso es exactamente lo que Dios está haciendo: ¡creando una Familia! Los verdaderos cristianos se están desarrollando en carácter piadoso, ¡dejando que Dios los cree a Su propia imagen! ¡Están en el proceso de ser creados como la Familia de Dios!

Comprender verdaderamente esto le llevará todo el estudio y la energía mental que pueda ejercer. ¡Estúdielo en detalle y aprenderá la verdad más maravillosa que pueda saber! Por eso luchamos en los tribunales durante seis años para poder imprimir y distribuir libremente los libros del Sr. Armstrong, incluyendo La dimensión desconocida de la sexualidad.

Capte esta colosal verdad, ¡si puede!” escribió el Sr. Armstrong. “¡He aquí la máxima verdad que se pudiera jamás conocer! El hombre, y sólo el hombre puede, de todas las formas de vida creadas por Dios, nacer dentro de la Familia Dios, ¡el Reino de Dios! A los animales nunca se les dio la relación familiar. A los ángeles nunca se les dio entrada en la familia. La relación familiar es una relación al nivel de Dios (no al de los ángeles), y fue dada al hombre porque sólo el hombre ha de nacer dentro de la Familia Dios”.

“De todas las formas de vida (sea vegetal, animal o angelical) en toda la creación, ¡sólo el hombre ha sido creado para el matrimonio, el hogar y la vida de familia!” (ibíd.).

Usted tiene el potencial de casarse con Jesucristo. Si entiende eso y lo obedece hoy antes de que Él llegue, será parte de la Novia de Cristo.

Cuando piensa en lo que significa realmente el matrimonio, le sobrecogerá. Dios el Padre quiere que Cristo tenga una esposa, así que creó el matrimonio físico para preparar a los seres humanos para ese matrimonio espiritual. El Padre quiere una familia, así que creó la familia humana para preparar a la humanidad para entrar en Su Familia. ¡Dios nos está dando todo!

Para que el matrimonio funcione, ¡necesitamos este entendimiento! Debemos trabajar para conseguirlo. También necesitamos el amor de Dios, que es lo que hace que un matrimonio funcione de verdad. El mundo llama “amor” a la lujuria, pero eso es gratificación egoísta y destructivo para el matrimonio. No tenemos el amor de Dios de forma natural. Dios es amor (1 Juan 4:8 y 16), y el amor de Dios es derramado en nuestros corazones por Su Espíritu Santo (Romanos 5:5). Sólo Dios puede dárnoslo; de hecho, sólo Él puede incluso definirlo, y lo hace en Su ley: “Pues este es el amor de Dios, que guardemos sus mandamientos…” (1 Juan 5:3).

Efesios 5 nos muestra las leyes espirituales que nos indican cómo funcionan los matrimonios físicos. Observe que el versículo 25 afirma que los hombres deben amar a sus esposas “como también Cristo amó a la iglesia y se entregó a sí mismo por ella”. Eso señala el propósito del matrimonio: el matrimonio con Jesucristo. Y nos muestra que debemos tener un amor completamente altruista y sacrificado que sólo proviene de Dios, o de otra forma no podemos amar a nuestras esposas de esta manera, lo que significa que no podemos cumplir este mandamiento, lo que significa que nuestros matrimonios no pueden funcionar como Dios quiere. ¡Dios debe darnos este amor!

Dios el Padre y Jesucristo han estado juntos durante toda la eternidad. Y a lo largo de toda la eternidad nunca han estado en desacuerdo, experimentado problemas o peleas. ¡Su propio camino de vida es amor! Cuando decidieron crear al hombre, dijeron: “Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza…” (Génesis 1:26). Ellos lo hicieron juntos en amor. Este camino los ha mantenido unidos en paz durante toda la eternidad. Los hombres han tenido guerras y peleas a lo largo de la historia de la humanidad porque no tienen ese amor. Dios quiere darnos ese amor, el único amor que hará que su matrimonio funcione como debe. El matrimonio puede ser bueno a nivel humano, pero nunca será grande hasta que usted reciba el amor de Dios y ame a su cónyuge de la manera en que Dios lo ama a usted.