Durante Su ministerio terrenal, Jesucristo hizo esta penetrante pregunta: “Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra?”(Lucas 18:8).
Él se refería al tiempo de Su Segunda Venida. Estamos viviendo en el tiempo del fin; el regreso de Cristo se acerca rápidamente. Así que esta es una profecía para nosotros.
Cristo estaba criticando la vida espiritual de algunas personas en este tiempo del fin. Él está hablando de que nuestro mundo tiene una ausencia de fe.
Hoy en día, la gente admite fácilmente que no tiene la fe que desearía y que no es tan fuerte como le gustaría ser.
Necesitamos realmente comprender cuán importante es tener fe en Dios. ¡Esto es fundamental espiritualmente!
La fe de Cristo
Apocalipsis 14:12 describe al pueblo de Dios como aquellos que “guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús”.
Herbert W. Armstrong escribió sobre este versículo: “Los que están en esa Iglesia tienen la fedeJesús. Fíjese, ¡la fede Jesús! No es sólo nuestra fe en Él, sino la fe Suya, la misma fe con la que realizó Sus milagros, puesta en nosotros y actuando en nosotros” (¿Qué es la fe?; nosotros imprimimos este folleto y le enviaremos un ejemplar gratuito si lo solicita).
¡Necesitamos la misma fe de Cristo en nosotros! Sí, ¡es posible tener esa fe!
El apóstol Pablo escribió: “Sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo…” (Gálatas 2:16). Él se refería aquí específicamente a dos tipos de fe: fe en Cristo y lafe de Cristo.
¡Nada podría ser más importante, porque es sólo por la última, la fe de Cristo, ¡que podemos ser salvos! Solamente este tipo de fe nos traerá salvación. Este es un asunto de recibir vida eterna o ¡no recibirla! Sin embargo, sorprendentemente, ¡mucha gente nunca ha oído hablar de esa fe!
Pablo también dijo: “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios…” (versículo 20). ¡Este es uno de los versículos más poderosos en la Biblia!
Este hombre vivía “en la fe del Hijo de Dios”. Eso significa que Dios nos dará ¡Su propia fe! ¿Cree usted eso?
¿Cómo puede usted recibir esa fe? El Sr. Armstrong respondió: “Al acercarse a Dios. Llegue a conocer a Dios. Ríndase del todo ante Él y haga Su voluntad. Y luego ore. Usted lo llega a conocer en la oración. Estamos demasiado cerca de las cosas materiales” (ibíd.). Dios nos dará esa fe, pero tenemos que hacer algo nosotros mismos. ¡Debemos estar cerca de Dios orando fervientemente a Él todos los días! Eso es vital.
Debemos ver esto espiritualmente. La fe es un asunto espiritual y no tiene nada que ver con los cinco sentidos (Hebreos 11:1). Vivimos en un mundo materialista y es difícil encontrar personas que simplemente se entreguen a Dios. ¡Hay distracciones aquí y allá y por todas partes! Debemos hacerlas a un lado si queremos construir la fe de Dios.
Y como Pablo, debemos vivir por esa fe. ¡Esa fe nos habilita para hacer las mismas obras de Cristo!
Cuando Cristo estaba en carne humana, poseía fe real. ¿De dónde la obtuvo? Él dijo: “El Padre que mora en mí, él hace las obras” (Juan 14:10).
Hoy Cristo moraen los verdaderos cristianos a través del Espíritu Santo. La fe es un fruto de ese Espíritu (Gálatas 5:22). Por lo tanto, es Su fe en nosotros la que hace las obras.
¡Cuán poderoso es tener esta fe dentro de usted!
Fe para vencer al mundo
1 Juan 5:4 hace esta declaración extraordinaria: “Porque todo lo que es nacido [engendrado, debería leerse] de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe”. ¡Eso es extraordinario! Con esta fe, usted vence al mundo entero. Nuestro mundo está engañado por Satanás (Apocalipsis 12:9), y está lleno de naturaleza humana malvada que conduce a resultados terribles.
Vea los males que este mundo enfrenta: inmoralidad, lujuria, engaño, corrupción, odio, violencia, asesinatos, terrorismo, guerras. ¡Ay, cuan malvado es este mundo! ¡Pero Dios dice que usted puede vencer al mundo mediante la fe! ¡Qué maravilloso es que Dios nos dé esa clase de fe! Él dice: ¡ese mal no te vencerá! ¡Te daré un poder masivo para vencer a este mundo a través de mi fe!
Esa es una declaración poderosa. ¡Pero la mayoría de la gente no lo cree! Sólo una “manada pequeña” lo cree (Lucas 12:32). Incluso el 95% del propio pueblo de Dios hoy no vence a este mundo por medio de la fe. Se han alejado de la verdad de Dios; una tragedia terrible.
¡Se requiere fe para vencer a este mundo malvado! Ah, ¡qué gran diferencia hace esa fe en nuestras vidas! ¡Le traerá gozo, felicidad, prosperidad, sanaciones y todas las bendiciones que usted pueda imaginar!
¿No le parece eso práctico? Debería llamar nuestra atención.
Si permitimos que Dios nos dé ese poder espiritual, ¡entonces venceremos nuestra propia naturaleza humana, a Satanás el diablo y al mundo entero!
Venza la naturaleza humana
Jeremías 17:5 dice: “Así ha dicho [el Eterno]: Maldito el varón que confía en el hombre, y pone carne por su brazo, y su corazón se aparta de [el Eterno]”. Si confía en cualquier hombre, ¡usted se apartará de Dios!
En vez de eso, busque en la Biblia, ¡la Palabra de Dios Mismo! La Biblia es Jesucristo en imprenta, Su camino de vida. ¡Es la palabra de vida!
“Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y desesperadamente [versión King James] perverso; ¿quién lo conocerá?” (versículo 9). Esa es una descripción penetrante de la naturaleza humana, algo que Dios dice que debemos vencer.
El versículo 10 dice: “Yo [el Eterno], que escudriño la mente, que pruebo el corazón, para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras”. A veces, Dios pone a prueba nuestra fe. Él nos prueba. Y nos recompensa según nuestras obras, conforme a los frutos que estemos produciendo. Esa es una promesa de Dios. Él no puede mentir.
Debemos estar produciendo fruto espiritual en nuestras vidas. “Así que, por sus frutos los conoceréis” (Mateo 7:20). Dios espera que usted venza la naturaleza humana, y Él quiere ver esos frutos.
En Apocalipsis 3:21, Cristo le dice a Su pueblo: “Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono”. Debemos vencer a Satanás como Él lo hizo.
La fe de Cristo lo habilitará para vencer como Cristo lo hizo. Con esta fe en usted, vencerá a Satanás, vencerá a la naturaleza humana, vencerá al mundo entero y a su maldad e injusticia.
Si usted vence, Cristo le permitirá sentarse en Su trono, ¡el trono de David desde el que Él va a gobernar! (Isaías 9:7; Lucas 1:32). ¡Los primeros frutos podrán sentarse en ese trono con Él y gobernar por toda la eternidad! Esa es la asombrosa recompensa que Él nos está ofreciendo, la recompensa más grandiosa que uno pueda imaginarse. Deténgase y piense en ello, y ore al respecto. Si eso es real en su mente, sin duda le hará pensar profundamente en el poder de lafe.
Fe viva vs. Fe muerta
Esta no es una fe con la que usted nace. Es verdaderamente un don de Dios. “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe” (Efesios 2:8-9). Dios tiene que darle el tipo de fe que guía a la salvación. Si Él no lo hiciera, usted podría jactarse de haberse salvado a sí mismo, y podría tener fe en sus propias obras. No, esta fe no es algo que podamos producir, ¡es el don de Dios!Esa es una promesa maravillosa.
Pero para que sea una fe viva, debe ir acompañada con nuestras obras. El apóstol Santiago señaló este importante punto: “¿No fue justificado por las obras Abraham nuestro padre, cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar? ¿No ves que la fe actuó juntamente con sus obras, y que la fe se perfeccionó por las obras? (…) Vosotros veis, pues, que el hombre es justificado por las obras, y no solamente por la fe” (Santiago 2:21-22, 24).
Somos salvos por la fe, pero tiene que ser una fe con obras. ¡La fe sin obras es muerta! Dios quiere darle una fe que traerá obras a su vida, las mismas obras de Dios.
Solamente la sangre de Jesucristo puede lavar nuestros pecados. Pero nosotros también tenemos que ser hacedores de la Palabra (Santiago 1:22-25).
Algunos se preguntarán, ¿realmente es posible guardar los mandamientos de Dios? Mateo 19:25-26 da la propia respuesta de Cristo: “Para los hombres esto es imposible…”. ¡Es totalmente imposible guardar realmente Sus mandamientos! Pero Él continuó; y aquí está la verdad bienaventurada: “… mas para Dios [pero con Dios, versión KJ] todo es posible”, ¡incluso guardar Sus mandamientos!
Su esfuerzo diligente unido a la fe hace que ésta sea perfecta. Del mismo modo, ¡la fe unida a su esfuerzo produce obediencia perfecta! Ambas cosas van de la mano. No se puede tener una sin la otra. Debemos tener fe y obras si queremos tener el poder de Dios que trae milagros a nuestras vidas.
Fe y humildad
Jesucristo enseñó otra invaluable lección sobre lo que se necesita para poseer el poder de la fe. Sus discípulos le preguntaron: “¿Quién es el mayor en el reino de los cielos?”. Y Jesús tomó a un niño pequeño y les respondió: “De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos” (Mateo 18:1-3).
Para recibir esta fe, usted debe humillarse como un niño pequeño y dejar que Dios le enseñe. Debe relajarse y confiar en Dios y en lo que Él dice en Su Biblia. Muy poca gente hace eso. ¡Sólo escuche y sea enseñable! Dios tiene muchísimo que enseñarnos a todos nosotros. ¡Qué maravilloso camino de vida es éste! Ni siquiera puede imaginárselo a menos que lo esté viviendo. ¡Dios quiere enseñarnos!
Cristo continuó: “Y cualquiera que haga tropezar a alguno de estos pequeños que creen [o tienen fe] en mí, mejor le fuera que se le colgase al cuello una piedra de molino de asno, y que se le hundiese en lo profundo del mar” (versículo 6). Él se refiere a Su pueblo que camina por esta fe. ¡Mire cómo Dios los protegerá! Él dice: Si ellos van a creerme,voy a velar por esos pequeños. Si alguien empieza a tratarlos con maldad, van a desear no haberlo hecho. ¡Dios va a salvar y proteger a Su propio pueblo! En este mundo violento y malvado, no se sabe lo que pueda pasar. ¡Pero Dios dice que va a velar por Su pueblo! ¿Cuánto vale eso?
¡Este es un poder que Dios le da a usted!
Recuerde, Pablo dijo: “vivo en la fe del Hijo de Dios”. Nosotros también necesitamos poder decir eso. Si lo hacemos, nos traerá gozo y entusiasmo, prosperidad y salud, sanación y todo lo maravilloso que se pueda imaginar. ¡Dios es nuestro Sanador! Él nos sana espiritual y físicamente si confiamos en Él y tenemos fe en Él, la fe para vencer nuestra naturaleza carnal. ¡Él nos ayuda de formas milagrosas! ¡Qué manera tan maravillosa de vivir!
Cuando Cristo regrese, ¿hallará fe en la Tierra? Haga todo lo que pueda para recibir, desarrollar, practicar y vivir por esta fe para que pueda recibir la salvación, y la respuesta a la pregunta de Cristo será un rotundo ¡sí!