Herbert W. Armstrong introdujo algunos himnos originales a la Iglesia de Dios, compuestos por su hermano Dwight, en 1952. Durante los siguientes 20 años se compusieron y añadieron más himnos basados en la Biblia (derivados principalmente de los Salmos) hasta 1974, cuando el himnario alcanzó la forma que hoy conocemos en la Iglesia de Dios.
¡No existe otro libro como el Himnario bíblico! Otros himnarios contienen líricas con palabrería poética, mentiras, alabanzas a la congregación (y no a Dios) y composiciones sobre el nombre o la persona de Jesucristo mientras ignoran Su mensaje. Pero el himnario de Dios se basa en los salmos de la Biblia.
Los salmos son canciones. Fueron inspirados por Dios y Él quiere que sean cantados. Dios quiere que le cantemos alabanzas y que entonemos estos hermosos cantos.
El hermano del Sr. Armstrong tenía un talento especial. Fue capaz de trabajar durante 35 años componiendo este gran himnario.
El Sr. Armstrong dijo que cuando viajaba, era maravilloso escuchar a las personas en las congregaciones de todo el mundo cantar estos himnos. Es una hermosa música inspirada por Dios Mismo. ¡Qué especial!
Quiero centrarme en uno de esos himnos, “Junto al río de Babilonia” de la página 103 de nuestro Himnario bíblico. Es un salmo poderosamente profético.
De los cantos de Sión
El Salmo 137 comienza así: “Junto a los ríos de Babilonia, allí nos sentábamos, y aún llorábamos, acordándonos de Sión”. ¿Quién habla aquí? ¿Quiénes son estas personas en Babilonia, que recuerdan a Sión?
Estos son los laodicenos (los santos tibios de Dios) en la Gran Tribulación. Están cautivos en Babilonia y recuerdan a Sión, que simboliza la Iglesia de Dios. Recuerdan la obra con el Sr. Armstrong y cómo Dios utilizó a ese hombre. ¡Incluso recuerdan el gran trabajo que hizo el hermano del Sr. Armstrong para componer un himnario maravilloso!
Estos santos recuerdan la Sión del Elías de Dios en el tiempo del fin, y lloran. Estos son los laodicenos arrepentidos, y lloran a causa de su rebelión contra Dios. Quieren cambiar, y aquí comienzan a enmendar su actitud de una manera asombrosa.
David escribió la mayor parte del libro de los Salmos y también fue profeta, por lo que este libro contiene profecías (Hechos 2:29-31). Algunos salmos fueron escritos por Jeremías y Moisés, quienes también fueron profetas. ¡Los Salmos están llenos de profecía! Es posible que Esdras haya escrito éste después de que terminara el primer cautiverio de los judíos en Babilonia; pero es un salmo con dualidad profética. Este salmo en particular es profético de una manera tan específica ¡que asombra!
El Salmo 137:8 dice: “Hija de Babilonia la desolada…” ¿Quién es la hija de Babilonia? Los comentarios sólo consideran la antigua Babilonia y ni siquiera consideran una Babilonia futura. Así que, entienden muy poco de este salmo del que Dios pretendía que aprendieran mucho.
Se trata de una Babilonia en el tiempo del fin que será destruida, ¡para siempre!, en la Segunda Venida de Cristo. ¡Esta es una gran noticia! Este versículo pone fecha a este salmo. Este salmo es para nuestros días específicamente, justo antes de la Segunda Venida de Jesucristo. Es una visión maravillosa donde Dios destruye la última resurrección del Sacro Imperio Romano y las grandes hordas comunistas para traer paz a la Tierra. De eso trata este salmo.
¿Qué hacen estos laodicenos durante el cautiverio? Finalmente deciden proclamar el mensaje de Dios, y qué gran mensaje es.
El versículo 2 dice: “Sobre los sauces en medio de ella colgamos nuestras arpas”. Aparentemente, estas arpas ya no son útiles. “Y los que nos habían llevado cautivos nos pedían que cantásemos, y los que nos habían desolado nos pedían alegría, diciendo: Cantadnos algunos de los cánticos de Sion” (versículo 3). Estos verdugos les dicen a los cautivos que se alegren, diciendo: Canten canciones de Sión.
Las palabras “cantásemos” y “cánticos” proceden de la misma palabra hebrea, pero la segunda es plural. Literalmente se lee: “de los cantos de Sión”. ¡Se está refiriendo proféticamente a nuestro Himnario bíblico! Está hablando del mismo himnario que usamos cada servicio en la Iglesia de Dios.
La Hebrew-Greek Key Study Bible dice que se trata del Cantar de los Cantares (la obra maestra de Salomón). Ese libro dice que es el “Cantar de los cantares”, es decir, el más grandioso entre los cantares (Cantar de los Cantares 1:1).
Sin embargo, en este caso, los captores quieren que los prisioneros canten la canción más importante de ese himnario. Y los laodicenos entonan la canción perfecta para ellos, ¡una canción que iba dirigida a ellos! ¿Cuál podría ser ese salmo más importante?
La letra de “Junto al río de Babilonia” dice: “Los captores pedíannos: Cantad un cántico de Sión”. Este himno habla del mismo día profetizado en el Salmo 137.
¡Imagínese el impacto que tendría si estos cautivos empezaran a cantar el himno de la página 103 del Himnario! Creo que eso es exactamente lo que van a cantar. Sin duda, eso está implícito. Nada tendría un impacto tan poderoso en la gente del Sacro Imperio Romano. Los captores quieren un canto de Sión, ¡y se enterarán de todo lo que está ocurriendo ese mismo día!
Impresión del himnario
La Iglesia de Dios Universal luchó contra nosotros en los tribunales durante seis años para impedirnos conseguir cualquier cosa que tuviera la verdad de la era de Herbert W. Armstrong. Pero de repente, el 28 de junio de 2006, hicieron público el himnario para que todo el que quisiera pudiera tenerlo. ¿Por qué? Era lo opuesto de lo que habían estado haciendo con el resto de su material.
¿Les obligó Dios a hacerlo debido a esta profecía del Salmo 137? Sin duda, creo que sí.
Necesitamos darnos cuenta del valor de este maravilloso himnario. Tiene tanta verdad de Dios, ¡y tenemos la oportunidad de cantárselo a Dios!
En su autobiografía, el Sr. Armstrong dijo que su hermano Dwight fue una de las 100 personas que asistieron a su primera campaña evangelística en Harrisburg, Oregón, a finales de 1930. El menor de los Armstrong fue una de las cuatro personas que se bautizaron como resultado de aquella reunión, los cuatro primeros bautismos que dirigió el Sr. Armstrong.
Dwight Armstrong era violinista, pianista y compositor. El Sr. Armstrong escribió: “Cuando nos trasladamos a Pasadena para fundar el Ambassador College en 1947, le pedí a mi hermano que se dedicara a tiempo completo a poner música a las palabras de los Salmos o de cualquier otra Escritura en la armonía a cuatro voces del estilo de los himnos. Ha dedicado los últimos 35 años de su vida a componer la música de estos himnos para nosotros. ¡Tenemos un regalo asombroso de Dios!”.
Le encargamos a nuestro artista Gary Dorning que pintara el retrato de Dwight Armstrong, de una fotografía de 1965. En el aniversario 33 de su muerte, colocamos ese retrato en el vestíbulo del Conservatorio de Artes Escénicas Dwight Armstrong (en nuestro campus) para honrar a ese hombre.
Cuando nos enteramos que la Iglesia de Dios Universal (idu) iba a hacer de dominio público el himnario, ¡quedamos extasiados! No creo que nadie estuviera interesado en ese libro. ¡Pero nosotros sí! Fue un regalo maravilloso para la Iglesia de Dios de Filadelfia (idf).
Estos himnos fueron creados a través del Elías del tiempo del fin y su hermano. Fueron inspirados por Dios. ¡Son himnos de Dios! No los encontrará en ningún otro lugar. ¡Qué hermosos son!
¿Por qué la idu hizo de dominio público este himnario? Note que en nuestra batalla por los escritos del Sr. Armstrong, el tribunal realmente les concedió la victoria, técnicamente hablando. Pero luego se dieron la vuelta y nos vendieron todos esos libros y folletos. ¡Dios dijo que nos los daría porque nos pertenecen!
Así es, el himnario también nos pertenece. En 2008 publicamos nuestra versión. Sólo existe una Iglesia que yo conozca que utiliza estos himnos y crea realmente en ellos. Sin duda, ¡somos los únicos que sabemos que gran parte de los himnos es profecía de Dios! Creo que tenemos que entenderlo mejor.
¿Cree usted que los laodicenos podrían utilizar nuestro himnario para cantar una canción a los captores del Sacro Imperio Romano? Estoy seguro de que tendrán himnarios para cantar; de alguna manera, Dios se los proporcionará. Creo que los himnarios impresos y publicados en línea por la idf bien podrían ser los mismos libros que ellos utilizarán. Y ¡qué poderoso mensaje llevan! ¡El himnario tiene una gran profecía sobre este acontecimiento que vendrá muy pronto!
Un canto en arrepentimiento
El Salmo 137:4 dice: “¿Cómo cantaremos cántico de [el Eterno]en tierra de extraños?”. Estos laodicenos no están en Estados Unidos, Canadá, Gran Bretaña, Australia, Nueva Zelanda o cualquier otro país israelita. No, ellos están junto a “los ríos de Babilonia”. The International Critical Commentary [El comentario crítico internacional] cree que el hebreo original implica que se trata del lugar donde se unen los ríos Tigris y Éufrates para fertilizar la tierra. Es decir, ellos están cantando en Babilonia, en el área de Irak, en tierras que conquista el Sacro Imperio Romano.
Dios nos está haciendo saber que Él está ayudando a esos laodicenos a arrepentirse. Cantan este poderoso himno, “Junto al río de Babilonia”, ¡que describe todo lo que les está sucediendo ese mismo día!
Este un himno hermoso, pero qué mensaje tan dinámicamente correctivo es para el Sacro Imperio Romano. ¡Qué fuerte golpe debe ser contra aquellos que exigen que lo canten mostrando algo de alegría! Estos laodicenos no están alegres, ellos están llorando. Y sus captores les atormentan diciendo: ¡Eh, canten una de sus canciones y alegren un poco sus vidas! Pero Dios aprovecha esa oportunidad para dar un giro a la vida de estos santos tibios ante sus propios ojos.
“Si me olvidare de ti, oh Jerusalén, pierda mi diestra su destreza. Mi lengua se pegue a mi paladar, si de ti no me acordare; si no enalteciere a Jerusalén como preferente asunto de mi alegría” (versículos 5-6). ¡Dios dice que debemos preferir a Jerusalén por encima denuestra principal alegría! Haga de esto algo personal: ¡Espiritualmente cada uno de nosotros debe exaltar a Jerusalén por encima de nuestra mayor alegría! Cualquier cosa de este mundo es secundaria ante esta visión de Jerusalén y lo que está a punto de suceder en esa ciudad. El salmista dice entonces: Si pierdo esta perspectiva, puedes paralizar partes de mi cuerpo. Eso suena como palabras del rey David.
Sabemos que Dios ha escogido a Jerusalén (p. ej., Zacarías 3:2; 1 Reyes 11:13; 2 Crónicas 6:6; 12:13). Sin embargo, para este punto en la profecía, Jerusalén habrá sido conquistada. No obstante, incluso en medio de estos horribles acontecimientos, los laodicenos arrepentidos estarán cantando y dando a sus captores un mensaje intensamente fuerte. Les estarán diciendo: Hay un nuevo trono de David, y está cerca, en el lugar de protección para el pueblo de Dios, ¡ese pueblo al que intentaste destruir y no pudiste! ¡Tu ejército fue devorado tratando de destruirlos! Y ellos tienen el trono en el que Jesucristo está a punto de sentarse. Él usará Su poder para revertir todo en este mundo y llenarlo de alegría y felicidad, ¡tal como lo dicen estos salmos!
¡Qué cambio tan maravilloso para los laodicenos! Piense en esto: el trono de David estará a poca distancia de ellos. ¡Y nosotros lo tenemos ahora mismo! Que honor tan maravilloso nos ha concedido Dios.
Necesitamos el espíritu de David plasmado en este salmo. Si usted desea ser un hombre conforme al corazón de Dios, ¡estudiar estos salmos es una forma importante de llegar a serlo! Los Salmos captan el espíritu, fervor y entusiasmo que David tenía por Dios y por lo que Dios estaba haciendo. ¡Todos necesitamos eso!
Los hijos de Edom
“Oh [Eterno], recuerda contra los hijos de Edom el día de Jerusalén, cuando decían: Arrasadla, arrasadla [o destrúyela, destrúyela] hasta los cimientos” (Salmo 137:7). ¿Quiénes son “los hijos de Edom”? Hay una dualidad aquí, y hay una comprensión física de esto que hemos explicado anteriormente; pero aquí, el enfoque principal es el espiritual.
Estos son los laodicenos edomitas, el 50% del pueblo de Dios que pierde su vida eterna. Parece que algunos de ellos también estarán allí, ¡escuchando este canto de advertencia!
Ellos vendieron su primogenitura por un plato de sopa (Génesis 25:29-34; Malaquías 1:2-3). Dios dice: He amado a Jacob, y he aborrecido a Esaú y he asolado sus montañas y su herencia. ¿Por qué haría Dios eso a los edomitas y no a los jacobitas? Bueno, ¡los laodicenos jacobitas se arrepienten, mientras que el otro 50% rehúsan arrepentirse! ¡Satanás los ha devorado! Se han vuelto violentamente en contra Dios y están haciendo todo lo posible para destruir Su Obra y a Su pueblo. Malaquías 1:4 dice que Dios tendrá indignación contra ellos para siempre: serán destruidos eternamente. Eso muestra lo peligroso quees este conocimiento que Dios nos ha dado.
El Salmo 137:8 dice: “Hija de Babilonia la desolada, bienaventurado el que te diere el pago de lo que tú nos hiciste”. Estos santos arrepentidos están cantando al Sacro Imperio Romano y diciendo que ¡Dios los destruirá! En el hebreo dice: ¡Están destruidos! Esto es un hecho ¡porque está profetizado por Dios!
Que maravilloso que Dios pueda trabajar así con los laodicenos y hacer que ellos entreguen un mensaje profético abrasador a la gente del Sacro Imperio Romano y sus adeptos.
Cantan a la hija de Babilonia: Entiende esto: un gran ejército viene del este, y te harán a ti lo que nos has hecho, ¡con toda la violencia y el odio que infligiste! Debido a los males que el poder de la bestia infligirá al pueblo de Dios, así es como ellos serán destruidos. Los laodicenos muestran que serán tratados sin misericordia tal como ellos trataron a Israel.
El versículo 9 es específico: “Dichoso el que tomare y estrellare tus niños contra la peña”. ¿Les gusta tomar a los pequeños de Israel y estrellar sus cabezas contra las piedras? Pues bien, ¡sus enemigos les harán eso a ustedes!
Estoy seguro de que estos verdugos y los que observan dirán: Eh, no más salmos. No más cantos. Pero ese día escuchan un potente mensaje. Y creo que ese mensaje saldrá directamente del himnario que Dios nos ha dado, el ¡Himnario bíblico!
¡El Salmo 137 es todo un himno! ¡Qué mensaje tan poderoso tiene!
Después del ataque comunista y su batalla contra el Sacro Imperio Romano, Jesucristo regresará y los aplastará a ambos, y establecerá Su gobierno en el nuevo trono de David ¡allí mismo en Jerusalén! Entonces comenzará el Milenio, el maravilloso Mundo de Mañana. ¡Eso ya casi está aquí!
Cante a Dios, Cante para Dios
Piense en estos salmos. Necesitamos el espíritu de David, un hombre conforme al corazón de Dios. Meditar estos maravillosos himnos puede ayudarnos a apreciar el Himnario bíblico, ¡himnos que Dios Mismo inspiró!
Recuerdo que en la Iglesia de Dios Universal, había una esposa de ministro que era una cantante excepcional. Dijo que nunca había tenido un gran avance con su talento hasta que decidió cantar para Dios, ¡cantarle alabanzas a Dios! Ella cantaba a Dios y para Dios. Ese fue un gran avance para ella.
Con el Himnario bíblico, ¡podemos cantarle a Dios todo el tiempo! ¡Cantemos a Dios y cantemos para Dios! Podemos alabar a Dios y dar gracias a Dios como lo hizo David en esos salmos. Esos himnos son extraordinarios. Necesitamos aprenderlos profundamente y aferrarnos a ellos, y estaremos cantando en el maravilloso Mundo de Mañana, ¡en el mismísimo Reino de Dios!